La Habana Vieja es el corazón histórico de la capital cubana. Un paseo por sus calles adoquinadas es como dar un salto al pasado para descubrir la rica historia y cultura de la isla. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982, este mágico enclave invita a perderse entre sus imponentes edificios coloniales al ritmo de la música tradicional cubana.

Recorriendo la arquitectura colonial de La Habana Vieja

La parte más antigua de la capital cubana es un verdadero museo al aire libre de arquitectura colonial. Sus edificios, plazas y calles están llenos de historia y muestran una mezcla única de estilos arquitectónicos que datan de los siglos XVI al XIX.

Plaza de Armas

Este histórico lugar es el centro neurálgico de La Habana Vieja. La Plaza de Armas fue el primer espacio abierto de la ciudad. En ella encontramos joyas arquitectónicas como el Palacio de los Capitanes Generales, sede del gobierno colonial, y el barroco Palacio del Segundo Cabo.

Plaza de la Catedral

A un costado de la Plaza de Armas se encuentra esta otra encantadora plaza, dominada por las imponentes torres de la Catedral de La Habana. Construida entre 1748 y 1777, combina detalles barrocos en su fachada con un sobrio interior neoclásico. 

Plaza Vieja

El corazón del casco antiguo habanero. La Plaza Vieja fue el primer mercado de La Habana. Destacan el Palacio del Conde de San Juan de Jaruco y la Casa de los Condes de Jaruco.

Castillo de la Real Fuerza

Este fuerte militar junto a la Plaza de Armas es el edificio más antiguo de La Habana. Construido en 1558, el Castillo de la Real Fuerza acoge al Museo de Navegación, donde se exhiben restos de galeones hundidos. Su torre mirador ofrece excelentes vistas de la bahía habanera.

Artículo relacionado: El arte callejero fluye por las calles de La Habana Vieja

Plaza San Francisco de Asís

Ubicada en el corazón de La Habana Vieja, es un tesoro histórico y cultural que refleja la riqueza arquitectónica y la herencia colonial de la capital cubana. Rodeada de edificios coloniales majestuosos y empedrados centenarios, la plaza lleva el nombre de la iglesia franciscana que preside su entorno. La iglesia, construida en el siglo XVI, es un impresionante ejemplo de arquitectura barroca y constituye uno de los puntos de interés más destacados de la zona.

Además de su relevancia histórica y religiosa, la Plaza de San Francisco de Asís es un espacio donde convergen tanto cubanos como turistas en busca de un lugar tranquilo para descansar y disfrutar de la autenticidad de La Habana Vieja.

La música, el corazón de La Habana Vieja

La música es una parte fundamental de la cultura cubana y, en especial, de La Habana Vieja. Este barrio bulle con ritmos y melodías que resuenan en cada esquina.  

Música en las calles de La Habana Vieja. Foto: Abel Rojas

El son, la raíz de la música cubana

El son es uno de los estilos musicales más emblemáticos de Cuba. En los bares y calles de La Habana Vieja puedes disfrutar de actuaciones en vivo de grupos que interpretan este emocionante género musical.

Rumba, el ritmo de las calles

La rumba es una expresión artística y musical que refleja la identidad afrocubana. En La Habana Vieja es común encontrarse con espectáculos improvisados de rumba en las calles, donde los ritmos y la danza invitan a todos a unirse a la fiesta.

Bolero, el romanticismo en acordes

El bolero, con sus letras emotivas y melodías melancólicas, es otro género musical arraigado en la cultura cubana. En La Habana Vieja, puedes sumergirte en la magia de esta música en clubes y bares históricos donde artistas locales interpretan boleros con pasión y sentimiento.

Jazz cubano, fusión de ritmos

El jazz cubano es una fusión única que combina elementos del jazz tradicional con ritmos afrocubanos. En La Habana Vieja, encuentras talentosos músicos que interpretan este género de manera excepcional.

La Habana Vieja es una joya arquitectónica y musical que transporta al visitante a la época dorada de Cuba. Recorrer sus plazas y calles al ritmo del son, la salsa, el bolero o la rumba es una experiencia inolvidable que hay que vivir al menos una vez en la vida. Un viaje en el tiempo a través de siglos de historia y cultura de este fascinante archipiélago del Caribe.