La necesidad es la madre de la inventiva, nos enseña la sabiduría particular, y esto es algo que en Cuba conocemos muy bien. Si la década del noventa del siglo pasado fue la universidad, los últimos cinco años han sido el postgrado para cientos de emprendedores cubanos que, en lugar de despertarse pensando en qué traerían a la mesa familiar, ahora lo hacen buscando nuevas formas de hacer rentable un negocio o de comenzar uno.

Quien recorra la Cuba de hoy se dará cuenta de cuánto ha cambiado, desde los modos de pensar hasta los de hacer de sus habitantes. Cientos de restaurantes privados, tiendas y locales de servicios renuevan la geografía de ciudades que se transforman drásticamente, al tiempo que se renuevan los mecanismos para entender e intercambiar información, menos centralizados, aunque todavía incipientes en una sociedad para la que, hasta hace unos pocos años, la verticalidad era la única vía de comunicación.

Medios y revistas independientes –forzadas a usar este apellido mientras existan fuera de las instituciones oficiales- comenzaron a aparecer poco a poco, para luego protagonizar un boom en el que prácticamente salía a la luz un número piloto cada mes.

Primero fueron OnCuba y Progreso Semanal, publicaciones digitales estadounidenses con presencia en Cuba. Más recientemente Vistar Magazine, autotitulada “la primera revista cubana de farándula”, que, en poco más de un año, ha ganado en profundidad y calidad, tanto en temas como en la forma de presentarlos. A Vistar le siguen otros magazines de más corta vida como Venus, Garbos, Pretextos, todas estas destinadas a un público mayormente femenino. Más tarde entraron al ruedo Sprint y Playoff, de temática deportiva.

“Lo más curioso es que en la mayoría son jóvenes los que toman las decisiones y los que disponen el qué y el cómo de estos nuevos medios. Están trazando una nueva agenda mediática, que se aleja de los cánones preestablecidos”, aseguró recientemente en un panel sobre el tema, la profesora de periodismo digital Milena Recio.

El calificativo “independiente”, además de garantizar libertad de acción, también significa cero respaldo estatal. El financiamiento depende enteramente de la publicidad, proveniente del emergente sector privado: negocios familiares, pequeñas empresas y cooperativas entienden que es necesario e inteligente darse a conocer para continuar existiendo y ganar en clientela en un ambiente cada vez más competitivo.

“La inserción de publicidad está avanzando a paso lento, los mismos publicitados carecen de una cultura que les permita proyectar su imagen en estas nuevas plataformas. En la medida que se expanda el conocimiento y la necesidad de darse a conocer, crecerá exponencialmente su presencia en los espacios publicitarios que ya se abren paso en la Isla”, agregó Recio.

Pero no solo los emergentes medios de prensa se reparten el pastel en este novedoso y en su mayoría inexplorado sector. El tan llevado y traído “Paquete de la Semana”— una selección de materiales audiovisuales y más recientemente libros, música, software y revistas, casi única vía de actualización para los millones de desconectados en la Isla— incluye anuncios de estudios de fotografías, organizadores de fiestas, bares, restaurantes, gimnasios y artistas, la mayoría adosados al final de los créditos de las películas.

Creada y dirigida por jóvenes, la Agencia de Publicidad E3 se encarga de manejar la imagen de varias empresas privadas, si bien la calidad todavía dista mucho de lo que se hace actualmente en el mundo de la publicidad, es un indicador de que ya se piensa en profesionalizar estos intentos.

Isla Adentro, plataforma online de localización de lugares de interés en La Habana, también puede encontrarse dentro del Paquete. Este servicio, que abarca aplicaciones para IOS y Android, una página web y una aplicación de escritorio, permite encontrar desde restaurantes y salones de belleza hasta farmacias, teatros y museos.

“Tenemos comerciales que se dedican a recorrer la ciudad y contratar nuevos negocios, que pagan por ser incluidos en nuestro mapa”, explicó Javier Cádiz, desarrollador principal de la herramienta.

“Hemos recibido mucho interés por parte de nuestros anunciados. Muchos de ellos aseguran haber incrementado sus ventas gracias a que nuevos clientes han llegado a sus establecimientos utilizando Isla Adentro. Podríamos funcionar mejor, pero la desconexión nos limita mucho. No se puede hacer check in cada vez que entra en un lugar, o ver los comentarios de los demás usuarios, o ver cuántos de sus amigos han frecuentado un sitio. Está el problema de las licencias, el Bloqueo, pero así y todo seguimos trabajando con lo que tenemos. Nos pueden encontrar en el paquete o en los talleres de celulares.”

Parecido, pero más orientados al sector gastronómico están Excelencias Gourmet o Alamesa, esta última extendida a provincias como Matanzas, Camagüey, Cienfuegos y Santiago de Cuba, con un equipo muy activo en las redes sociales, que se ocupa de recomendar nuevos lugares y ofrecer, además, información de ofertas especiales, empleos y hasta recetas, en un boletín semanal, accesible desde su blog.

Otro nicho ya comienza a ser atendido por los emprendedores es el de la compra/venta de inmuebles. El “papelito”, como criollamente fuera bautizado, es un folio impreso que informa, en apretada síntesis, el nombre, número de teléfono y dirección de quien desee vender su casa, organizado según los montos pedidos.  “Esta es una nueva manera de publicidad. Antes a nadie se le hubiera ocurrido y es muy fácil, por solo cinco CUC (pesos cubanos convertibles, 1 USD = 0,87 CUC) te vendemos tu casa”, aseguró Esteban, mientras sostenía, en abanico, un gran mazo de “Papelitos”, en la céntrica Avenida 23 de La Habana.

“Todos ganamos, ¿no?”, dijo al alejarse, tras guiñarnos un ojo.

Artículo escrito por Yeneily García para PanamericanWorld. La Habana.