La Copa Mundial de la FIFA 2026, que promete ser la más grandiosa de la historia con 48 selecciones y 104 partidos, se desarrollará en Estados Unidos, México y Canadá. Aunque Estados Unidos acapara la mayoría de las sedes con 11 ciudades anfitrionas, México y Canadá emergen como vibrantes coanfitriones, cada uno ofreciendo una combinación única de pasión futbolera, riqueza cultural y ventajas logísticas.

Con cinco estadios entre ambos, estos países están listos para ofrecer experiencias inolvidables a los aficionados. Desde la legendaria tradición futbolística de México hasta la escena emergente en Canadá, ambos prometen ser santuarios irresistibles para los visitantes en junio y julio de 2026.

México, un corazón que late al ritmo del fútbol

La pasión de México por el fútbol es legendaria. Tras haber organizado la Copa Mundial en 1970 y 1986, se convertirá en el primer país en albergar el torneo en tres ocasiones. Esta experiencia se traduce en un profundo conocimiento sobre cómo recibir al mundo. La cultura futbolística del país, donde el deporte es casi una religión, garantiza una atmósfera electrizante que cautivará a los aficionados.

Estadios icónicos

Los tres estadios mexicanos designados como sede están impregnados de historia y preparados para 2026. El Estadio Azteca en Ciudad de México, con una capacidad de 83,000 espectadores, es una verdadera catedral del fútbol. Fue escenario de la final de 1970, donde triunfó el Brasil de Pelé, y de la final de 1986, donde Diego Maradona llevó a la gloria a Argentina. Sede del partido inaugural el 11 de junio de 2026, el Azteca está siendo renovado para cumplir con los estándares modernos de la FIFA, sin perder su esencia. Su altitud de 2,200 metros sobre el nivel del mar representa un desafío único para los equipos y un toque místico para los aficionados.

En Guadalajara, el Estadio Akron (capacidad: 49,850) ofrece un contraste moderno. Casa de las Chivas, es famoso por su afición apasionada y su diseño íntimo, que acerca a los espectadores a la acción. Por su parte, el Estadio BBVA en Monterrey (capacidad: 53,500) combina instalaciones de última generación con la ferviente afición de Tigres y Rayados. Ambos recintos prometen un ambiente festivo, potenciado por el dinamismo industrial de Monterrey y el encanto cultural de Guadalajara.

Ventajas para los visitantes

El atractivo de México reside en su accesibilidad y asequibilidad. Los aeropuertos internacionales de Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey se conectan fácilmente con los principales destinos del mundo, con vuelos económicos desde EE. UU. y América Latina. Las opciones de alojamiento van desde hoteles de lujo hasta hostales económicos, adaptándose a diversos presupuestos. El costo de vida es menor que en muchas naciones occidentales, lo que permite a los aficionados disfrutar de tacos auténticos, mezcal y mercados locales sin gastar una fortuna.

La compacta huella del Mundial en México —tres ciudades dentro de un radio de 1,100 kilómetros— facilita los desplazamientos. Autobuses de alta velocidad y vuelos domésticos conectan las sedes, mientras que la infraestructura turística del país, afinada durante décadas de eventos globales, garantiza una logística fluida. Los fanáticos podrán explorar el Zócalo de Ciudad de México, las destilerías de tequila en Guadalajara o el Parque Fundidora en Monterrey entre partidos, sumergiéndose en una cultura que celebra la vida con la misma intensidad que el fútbol.

Impacto y ambiente

Credit: Depositphotos.com

México espera recibir 5.5 millones de turistas adicionales durante la Copa del Mundo, lo que generará un impacto económico estimado en 1,500 millones de dólares. Este flujo beneficiará al sector hotelero, el comercio minorista y el transporte, generando miles de empleos. El ambiente será un carnaval de color y sonido: bandas de mariachis, vendedores ambulantes y aficionados con máscaras de lucha libre entonando “Cielito Lindo”. La calidez y hospitalidad mexicana harán que cada visitante se sienta parte de la fiesta, sin importar si alienta al Tri o a un equipo revelación.

Canadá, una estrella futbolística en ascenso

La escena futbolística de Canadá está en pleno auge, impulsada por la clasificación de su selección masculina al Mundial 2022 y el éxito olímpico del equipo femenino. Ser coanfitrión en 2026 representa una oportunidad para consolidar ese impulso y afianzar al fútbol en una nación tradicionalmente dominada por el hockey sobre hielo. Toronto y Vancouver, las dos ciudades anfitrionas, son centros cosmopolitas listos para recibir al mundo con los brazos abiertos.

Estadios dinámicos

El BMO Field en Toronto, con una expansión prevista para alcanzar los 45,000 asientos, será el estadio más pequeño del torneo, pero destaca por su ambiente vibrante. Hogar del Toronto FC, es un favorito de los aficionados por su ubicación urbana junto al lago Ontario. Será sede del partido inaugural de Canadá el 12 de junio de 2026, y ofrecerá una experiencia íntima y cargada de energía.

BC Place in Vancouver. Credit: Depositphotos.com

El BC Place en Vancouver (capacidad: 54,500), por su parte, es una maravilla multideportiva que albergó la final del Mundial Femenino 2015. Situado frente a la pintoresca ensenada de False Creek, es sede de los Vancouver Whitecaps y destaca por su techo retráctil, lo que asegura partidos sin importar el clima. Ambos estadios están siendo adaptados para cumplir con los requisitos de césped natural exigidos por la FIFA, garantizando superficies de juego impecables.

Ventajas para los visitantes

Las fortalezas de Canadá incluyen su seguridad, diversidad e infraestructura de primer nivel. Toronto y Vancouver cuentan con sistemas de transporte público eficientes —subterráneos, autobuses y ferris— que facilitan el acceso a los estadios. El idioma predominante es el inglés, lo que facilita la comunicación para los aficionados internacionales, mientras que el tejido multicultural de Canadá —visible en las más de 200 comunidades étnicas de Toronto y las influencias asiáticas de Vancouver— crea un ambiente acogedor.

Hay una gran variedad de alojamientos, desde hoteles boutique hasta alquileres en Airbnb, aunque los precios pueden ser más elevados que en México. La proximidad de Canadá a EE. UU. permite a los aficionados combinar partidos en ambos países; por ejemplo, Vancouver está a solo 190 kilómetros del Lumen Field en Seattle. Además, los visitantes pueden explorar la Torre CN en Toronto o el Parque Stanley en Vancouver, combinando aventuras urbanas con bellezas naturales. El tipo de cambio favorable del dólar canadiense frente a muchas monedas extranjeras suma atractivo a la experiencia.

Impacto y ambiente

Se estima que la Copa del Mundo generará 1,000 millones de dólares en actividad económica para Canadá, con Toronto y Vancouver recibiendo unos 350,000 visitantes cada una. Esto impulsará la creación de empleos en turismo y construcción, particularmente por las mejoras en estadios y transporte. El ambiente combinará el encanto educado de Canadá con la creciente pasión por el fútbol. Se esperan zonas de aficionados diversas, con cerveza artesanal, vibrantes muestras culturales indígenas y seguidores de todo el mundo unidos en el espíritu inclusivo canadiense. La energía costera de Vancouver y el dinamismo urbano de Toronto convertirán cada partido en una celebración.

Un legado compartido

México y Canadá, aunque distintos, comparten el compromiso de hacer de la Copa Mundial 2026 un triunfo cultural y deportivo. La pasión ardiente de México y la inclusión serena de Canadá se complementan, ofreciendo experiencias diversas pero igualmente fascinantes. Los 13 partidos que cada país albergará —de un total de 104— pueden parecer modestos en comparación con los 78 de EE. UU., pero su impacto será grande.

Ambas naciones enfrentan desafíos, incluidos los roces geopolíticos derivados de los aranceles estadounidenses, que podrían complicar los viajes transfronterizos. No obstante, como señaló la representante de México ante la FIFA, Gabriela Cuevas, el Mundial podría fomentar el diálogo y la unidad. Las preocupaciones climáticas, especialmente el riesgo de calor en Ciudad de México, requerirán una programación cuidadosa, pero ambos países están invirtiendo en infraestructura sostenible para mitigar los impactos ambientales.

Una Invitación global

Para los aficionados, México y Canadá ofrecen mucho más que partidos: prometen una inmersión en la esencia del fútbol. Los estadios mexicanos vibran con historia, mientras que los canadienses irradian ambición renovada. Viajes accesibles, culturas ricas y atmósferas electrizantes convierten a estas naciones en paradas imperdibles en 2026. Como predijo el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, el torneo “invadirá” América del Norte con alegría. En México y Canadá, esa alegría encontrará sus santuarios más cálidos, dejando un legado de unidad y celebración mucho después del pitazo final.