En los últimos años, el mercado de apuestas deportivas en Perú ha experimentado un crecimiento significativo, impulsado por el avance de la digitalización, el auge del fútbol como fenómeno cultural y el acceso masivo a dispositivos móviles. Sin embargo, con el crecimiento de esta industria también se ha encendido un debate crucial: ¿cómo garantizar prácticas responsables que protejan a los usuarios frente a los riesgos del juego problemático?
El auge del juego online en Perú
Según cifras recientes de la Dirección General de Juegos de Casino y Máquinas Tragamonedas (DGJCMT), el mercado peruano genera millones de soles anualmente en ingresos por apuestas deportivas y juegos en línea. A diferencia de lo que ocurría hace una década, hoy es posible registrarse, depositar fondos y apostar en eventos deportivos internacionales o ligas locales desde cualquier lugar del país con una conexión a internet.
Este crecimiento ha atraído tanto a casas de apuestas nacionales como internacionales, muchas de las cuales han empezado a patrocinar clubes de fútbol y torneos oficiales. Pero más allá de la expansión comercial, las autoridades y organizaciones de la sociedad civil han comenzado a señalar la necesidad urgente de regular y promover el juego responsable.
La regulación como base para la protección del usuario
En 2023, el Congreso peruano aprobó una ley que regula las apuestas deportivas y los juegos a distancia, estableciendo una serie de requisitos para los operadores y creando un marco fiscal y legal que busca transparentar el sector. Entre los puntos más destacados se encuentra la obligación de contar con herramientas de autoexclusión, establecer límites de depósito y mostrar advertencias claras sobre los riesgos del juego.
Esta legislación, en línea con las recomendaciones internacionales, también exige a las plataformas implementar mecanismos para verificar la identidad de los usuarios, evitar el juego de menores de edad y ofrecer asistencia a quienes presenten comportamientos problemáticos.
Tecnología al servicio del juego responsable
Las plataformas de apuestas más avanzadas han incorporado soluciones tecnológicas para facilitar la autorregulación. Por ejemplo, algunos sitios permiten que el usuario establezca límites diarios o semanales de gasto, bloquee temporalmente su cuenta o reciba alertas tras largos periodos de juego continuo. Estas funcionalidades no solo protegen a los usuarios más vulnerables, sino que también elevan el estándar de calidad de los operadores.
Educación y concientización: el desafío pendiente
Más allá de la regulación y la tecnología, el juego responsable requiere de una estrategia educativa de largo plazo. Muchas veces, los problemas asociados a las apuestas no se derivan del producto en sí, sino de la falta de información o de hábitos de consumo poco saludables. Por eso, iniciativas que promueven la educación financiera, el conocimiento de los riesgos y la contención emocional son fundamentales para abordar este fenómeno de manera integral; el comparador MisCasasdeApuestas ya tomó esta iniciativa, pero todavía falta mucho por hacer por parte de Mincetur.
Un equilibrio necesario
El mercado de apuestas deportivas en Perú no solo representa una oportunidad económica, sino también un desafío ético y social. Alcanzar un equilibrio entre crecimiento y responsabilidad será clave para garantizar que esta actividad se desarrolle en un entorno justo, seguro y transparente.


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