Ana de Armas es la actriz cubana más reconocida del momento. A sus 34 años, su interpretación de Marilyn Monroe, en «Blonde», sigue generando opiniones encontradas. Difícilmente alguien hubiera podido imaginar que la joven, de 18 años, que partía de Cuba rumbo a España, en 2006, podría no solo llegar, sino tener éxito en Hollywood.

Quizás en un principio muchos veían en Ana solo un rostro bonito; pero ella se ha encargado de demostrar, con el tiempo, que el aspecto físico va acompañado de grandes dotes histriónicas. Mientras estuvo en Cuba actuó en dos películas. En Una rosa para Francia compartió escenas con Jorge Perugorría y en Madrigal fue dirigida por Fernando Pérez, reconocido como el cineasta cubano más relevante de las últimas décadas.

En España comenzó por la televisión. Su participación en la serie “El internado” le abrió las puertas a otros proyectos en el cine, aunque en películas intrascendentes. En 2014 decidió mudarse a Los Ángeles y allí se dio a conocer con dos filmes en los que fue coprotagonista junto a Keanu Reeves: Knock Knock y Exposed.

El gran salto ocurrió en 2017, con la interpretación de Joi, un programa de computadora del que se enamora Ryan Gosling en Blade Runner 2049. Los críticos alabaron el desempeño de Ana y, a partir de allí, su lista de películas ha crecido espectacularmente. En su currículo ya aparece la nominación como mejor actriz en película de comedia o musical en la edición 2020 de los Globos de Oro, por su rol en el filme Knives Out.

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El éxito internacional de Ana de Armas nos lleva a colocarla en la cima de nuestra selección de las actrices cubanas más famosas en la industria cinematográfica. Los otros nombres que componen nuestro listado, aunque quizás sean menos conocidos, cuentan con una amplísima trayectoria y un talento enorme para la actuación que les ha permitido afrontar los más disímiles personajes.

DANAY GARCÍA, UNA ACTRIZ CUBANA QUE FUE DE PRISION BREAK A HOLLYWOOD

Danay García nació en Cuba y aquí estudió en la Escuela Nacional de Arte y también tomó clases de ballet. A los 19 años, en 2003, se trasladó a Estados Unidos. En un inicio no le fue fácil adaptarse y alejarse de los estereotipos que existen allí sobre las latinas. “Me costó un poco de trabajo cuando en una audición veían ‘Danay García’ y se imaginaban que yo iba a ser la típica latina como Sofía Vergara o Salma Hayek: la mujer latina, voluminosa, con el pelo rizado. Tuve que cortar muchos estereotipos de lo que son latinas, (porque también) somos rubias o asiáticas», contó en una entrevista.

En 2006 estuvo en la película “Danika”, junto a Marisa Tomei. No sabía ni una palabra en inglés, así que tuvo que memorizar todo el guión, pero sí tenía claro que quería actuar. Un año más tarde llegó el gran salto, con su rol en las últimas dos temporadas de la serie televisiva Prision Break, donde interpretó el papel de la panameña Sofía Lugo. Luego continuó apareciendo en diferentes series, como “Supernatural”, “CSI: Miami”, “CSI: Nueva York” y Fear the Walking Dead. Además, en el cine hizo, entre otras, From Mexico with love, Peep World, Rehab, Choice, Man up y Widows.

“¿Quisieras trabajar en Cuba?” le preguntaron a García y ella respondió de inmediato: “Claro que sí, fue donde comencé, en ese mundo lleno de música, en el Caribe. Uno de mis sueños es regresar con un proyecto y reencontrarme con esa niña que descubrió allí el teatro”, aseveró.

ISABEL SANTOS, EL ROSTRO MÁS EXPRESIVO DEL CINE CUBANO

Isabel Santos es una de las actrices cubanas con más experiencia en el cine. Ella ha participado en cerca de 30 filmes y ha sido dirigida por los directores más talentosos del cine cubano, desde Juan Carlos Tabío, Humberto Solás hasta Fernando Pérez; además, también cuenta con una prolífica carrera en la televisión.

Con solo 22 años recibió su primer rol importante, en la película “Se permuta”. Hizo el primer desnudo en la televisión cubana en la serie “Algo más que soñar” y tuvo el valor de subirse a un globo, en el filme “La vida es silbar”.

En 1987 fue coprotagonista de “Clandestinos”, junto a Luis Alberto García. En ese filme, el director Fernando Pérez captó una de las escenas más conmovedoras y célebres en la historia del cine cubano: los soldados de la dictadura asesinan a balazos al novio de Santos, frente a ella. La mezcla de dolor, terror y odio en la mirada de Isabel Santos y su grito posterior es infaltable en cualquier selección de las mejores actuaciones de todos los tiempos en la filmografía nacional.

Santos no solo ha brillado delante de las cámaras, sino que también ha decidido emprender su carrera como directora. En su historial ya aparecen cinco documentales: “San Ernesto de la Higuera”, “Viaje al país que ya no existe”, “El camino de la vida”, donde contó la historia de una sobreviviente del cerco de Leningrado que vivió en Cuba, “Gloria City” y “Gente de Pueblo”.

LAURA DE LA UZ, UNA GRAN ACTRIZ DE CINE Y TEATRO

Laura de la Uz tuvo el debut soñado por cualquier actriz. En 1990, con 20 años, mientras todavía era estudiante, fue protagonista de la película “Hello Hemingway”, dirigida por Fernando Pérez. Su actuación fue tan convincente que recibió el Premio Coral del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de ese año.

Entre sus obras más importantes en el cine cubano podemos citar: “La pared de las palabras”, “Madagascar”, “Boleto al Paraíso”, “El Beny” y “La película de Ana”. Por esta última obra, dirigida por Daniel Díez Torres, de la Uz obtuvo su segundo Coral.

Esta actriz ha desarrollado una exitosa carrera en el teatro y también en la televisión.

BEATRIZ VALDES, POR SIEMPRE LA BELLA DE LA ALHAMBRA

En 1989, Enrique Pineda Barnet dirigió una de las películas icónicas del cine cubano: “La bella de la Alhambra”, inspirada en la novela “Canción de Rachel”, del escritor Miguel Barnet que recrea la vida artística de La Habana de los años 20 del siglo pasado. La protagonista de aquel filme fue Beatriz Valdés, una bella actriz, de 30 años, que maravilló a todos por su interpretación de Rachel, una ambiciosa vedette que triunfó en el famoso Teatro Alhambra.

Esta película recibió el Premio Goya como mejor obra extranjera de habla hispana, en 1990 y Beatriz Valdés obtuvo reconocimientos en diferentes festivales. Esta película fue su momento cumbre en el cine cubano, aunque mucho antes de encarnar a Rachel, Beatriz había participado en otros filmes como “Los pájaros tirándole a la escopeta” y “Lejanía”.

Después ella decidió continuar su carrera profesional en Venezuela. En ese país hizo, sobre todo, telenovelas; aunque también volvió a trabajar en el cine, en la película “Manuela Sáenz: la Libertadora del Libertador”, del director Diego Rísquez.