La mexicana Daniela Soto-Innes está de moda después de ser considerada por World’s 50 Best Restaurants como la mejor chef del mundo. No es el primer premio que recibe, ni puede considerarse como una recién llegada.

Hace cinco años logró el prestigioso premio a la “Estrella en ascenso” que concede la Fundación James Beard. Su camino al éxito estaba marcado desde hace tiempo.

Soto-Innes dirige los restaurantes Cosme y Atla en la ciudad de Nueva York. Abrió el primero con el también chef mexicano Enrique Olvera en 2016 entre Broadway y Park Avenue. Olvera dirige el famoso restaurante Pujol en la Ciudad de México.

Ella describió a Cosme como una institución cultural más que un restaurante y considera que el éxito de su propuesta reside en la multiculturalidad que se respira en su cocina, formada por profesionales que han llegado de diferentes lugares del mundo. Soto-Innes ha definido precisamente esa diversidad de su restaurante como “otro estado de México”.

Cosme, el restaurante de la diversidad

En declaraciones a la CBS aseguró que el galardón «te da una plataforma para poder representarte a ti mismo, a tu restaurante y a tu cultura. Tener el reconocimiento es, por supuesto, algo que debes tomar con respeto, admiración, entusiasmo y estar orgulloso».

Hay detalles que no pasan desapercibidos en la trayectoria de la joven chef mexicana e incluso en su compromiso social. Dos tercios del personal de su cocina son mujeres, algo poco habitual en un negocio copado principalmente por hombres. También emplea cocineros inmigrantes de todas las edades que, según ella, conducirían taxis o trabajarían en lavanderías.

En la entrevista que le ha realizado World’s 50 Best Restaurants tras concederle el galardón, la chef mexicana señala que «tienes que tratar a cada persona como un individuo, no como una máquina porque es importante que personas con diferentes personalidades sigan el mismo camino para que funcione un restaurante, pero eso no significa que tenga que cambiar la forma en que piensan en general».

Daniela Soto-Innes
La mexicana Daniela Soto-Innes ha sido galardonada con el premio a la mejor chef del mundo. Foto: theworlds50best

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Soto-Innes, una chef en un mundo de hombres

Soto-Innes, nacida hace 28 años en la Ciudad de México, se mudó a los EE. UU. cuando tenía 12 años. Estudió en Le Cordon Bleu en Austin, Texas, y viajó por Europa y Estados Unidos para adquirir experiencia y conocer algunas de las cocinas de mayor prestigio del mundo.

Daniela Soto-Innes World’s 50 Best Restaurants
Foto: World’s 50 Best Restaurants

En este periplo ayudó a abrir el restaurante cajun Brennan de Houston y pasó un tiempo en otros restaurantes antes de unirse al restaurante Pujol de Olvera, en Ciudad de Mexico. Cuando este decidió abrir un restaurante en Nueva York, eligió a Soto-Innes como chef.

Una vocación familiar convertida en profesión

Ha estado involucrada en Cosme desde que abrió en 2014. Fue todo un acontecimiento para el mundo de la alta gastronomía en Nueva York y, en cierta medida, el inicio de un nuevo tiempo para la cocina mexicana, que se abrazaba a las tendencias más innovadoras de la “gran manzana”.

«Queríamos ser el mejor restaurante que pudiéramos crear para hacer feliz a la gente, para llevar la comida mexicana a un nivel en el que se sienta orgulloso de los mexicanos, de que nos sintamos orgullosos», afirmó el día de su apertura Soto-Innes.

Daniela Soto-Innes World’s 50 Best Restaurants
Foto: World’s 50 Best Restaurants

En 2017, Soto-Innes y Olvera se asociaron para abrir “Atla”. Y a finales de este año el dúo planea expandirse a la costa oeste con dos nuevos proyectos en L.A., el restaurante mexicano de influencia japonesa Damian y la taquería Ditroit.

«Durante toda mi vida todos los cheques de pago que he recibido han llegado de la cocina», señaló recientemente en una entrevista con The Cut. «No sé cómo trabajar por otra razón».

Soto-Innes ha señalado estos días a la familia como una gran influencia en su vida y una buena fuente de inspiración a través de las experiencias que ha vivido desde que abandonó su México natal con 12 años. Los platos como el ceviche y el mole, que son los favoritos en su restaurante, son importantes para ella porque le recuerdan a la familia y a la pasión que desde niña tuvo por la cocina, un elemento fundamental de la cultura mexicana.

«Crecí con una línea de mujeres realmente fuertes que aman cocinar», dijo Soto-Innes a The World’s Best 50 Restaurants. “Cuando nací, mi madre era abogada con mi padre, pero yo quería ser chef porque mi abuela tenía una panadería y mi bisabuela fue a la escuela para cocinar. Todo era en nuestra casa sobre quién hizo el mejor pastel, quién hizo el mejor ceviche, quién hizo el mejor mole. Solo sabía que era lo que me hacía más feliz».


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