El ron es mucho más que una bebida alcohólica para los cubanos. Representa parte integral de su cultura, tradiciones e identidad como pueblo. Desde su origen, elaboración y variedades, hasta su consumo y rituales, el ron cubano es una ventana a la esencia de este país caribeño.

Origen e historia: de la caña de azúcar al licor insignia

La historia del ron en Cuba se remonta al siglo XVIII, cuando los colonizadores españoles introdujeron el cultivo de la caña de azúcar en la Isla. La melaza extraída de la caña, sometida a fermentación y destilación, dio origen a esta popular bebida alcohólica.

Rápidamente, la producción de ron cobró gran importancia económica, con el establecimiento de numerosos ingenios azucareros en el siglo XIX. Durante décadas, el ron cubano ganó prestigio nacional e internacional, convirtiéndose en un símbolo reconocido mundialmente.

El ron cubano conquista el mundo

A partir de finales del siglo XIX, el ron cubano comenzó a expandirse más allá de la isla, llegando a España, México, Europa y Estados Unidos principalmente. Su calidad y prestigio lo posicionaron como un artículo de exportación clave para la economía cubana.

Marcas emblemáticas como Havana Club y Bacardí lograron introducirse y posicionarse con gran éxito en el mercado internacional de bebidas espirituosas. La creciente popularidad de Cuba como destino turístico también contribuyó a difundir el ron cubano alrededor del mundo.

En la actualidad, el ron cubano goza de gran aceptación y demanda a nivel global. Su reconocida calidad y distinción lo han hecho merecedor de numerosos premios internacionales. Y sigue conquistando nuevos mercados, como símbolo del prestigio de la tradición cubana en la elaboración de ron.

Crisis y resurgimiento: el ron cubano en tiempos modernos

Con los cambios políticos tras 1959 y el posterior embargo estadounidense a Cuba, la industria del ron cubano sufrió un duro golpe. Muchas destilerías y marcas se vieron forzadas a trasladar su producción fuera de la Isla. No obstante, el espíritu y la cultura del ron sobrevivieron durante esos años difíciles.

Ya en las últimas décadas del siglo XX, el ron cubano experimentó un resurgimiento, impulsado por joint ventures con firmas extranjeras que inyectaron tecnología y know-how. Nuevas marcas nacieron y antiguas leyendas fueron rescatadas, recobrando el ron cubano su máximo esplendor.

Hoy, la industria del ron está en pleno auge, con más de una veintena de marcas producidas en el país bajo rigurosos estándares de calidad. Cuba ha recuperado su sitial entre los principales productores de ron del mundo, y el futuro luce prometedor para que esta tradición milenaria siga creciendo.

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Elaboración: el arte de los Maestros Roneros

Maestros roneros y Havana Club crean ron tributo «Don Navarro». Foto: Agencia Prensa Latina

Más que una simple bebida, el ron cubano es el resultado de todo un proceso artesanal donde intervienen factores únicos de la Isla. La caña de azúcar cubana, con su jugo de alta calidad, es la materia prima esencial.

El agua pura y cristalina, la levadura fresca, y el peculiar proceso de añejamiento en barricas de roble, otorgan esos matices distintivos del ron cubano, suavidad y aromas que lo caracterizan.

Pero, sin dudas, el factor humano es esencial: generaciones de Maestros Roneros cubanos son los guardianes de esta tradición. Ellos combinan innovadoras técnicas modernas con el legado cultural del ron, para lograr la fusión perfecta. Sus habilidades convierten el ron en una expresión genuina de cubanía.

Desde el cuidado en la selección de materias primas, hasta el proceso de fermentación y destilación, pasando por el crucial añejamiento en barrica, el arte de estos expertos es lo que distingue a cada expresión del ron cubano. Una tradición viva que se mantiene gracias a su dedicación.

Las fases en la elaboración del ron cubano

Pasos para la elaboración del ron cubano. Infografía de AFP.

La creación del ron cubano consta de varias etapas clave, que le dan su singularidad:

Cultivo y molienda de la caña: todo comienza en los campos de caña de azúcar, cuyo jugo es extraído en los centrales.

Fermentación: el jugo de caña se somete a la fermentación alcohólica mediante la adición de levaduras. El azúcar se transforma en alcohol.

Destilación: mediante calentamiento y condensación fraccionada, se obtiene un destilado incoloro de alta graduación alcohólica.

Añejamiento: El destilado se añeja en barricas de roble durante años, adquiriendo color y matices únicos.

Mezcla y embotellado: Los Maestros Roneros combinan y mezclan destilados y añejos, logrando el perfil de cada expresión, para luego ser embotellada.

Este proceso artesanal, guiado por la pericia de expertos, es lo que diferencia y distingue al ron cubano, convirtiéndolo en una auténtica obra de arte.

Variedades: rones para todos los gustos

La amplia gama de rones cubanos satisface a todos los paladares. Existen variedades ligeras, doradas, añejas y extra añejas, cada una con características únicas.

Rones blancos o ligeros

Son transparentes, suaves y sutiles, ideales para cocteles por su versatilidad. Marcas emblemáticas como Havana Club y Ron Caney elaboran exquisitas variedades blancas.

Entre los rones blancos cubanos más destacados se encuentran:

Havana Club 3 Años: referente mundial del ron blanco cubano y base del mojito. Suave y aromático.

Ron Caney Carta Blanca: elaborado en Santiago de Cuba desde 1884, ligero y de sabor limpio.

Legendario Carta Blanca: elaborado de forma artesanal con melaza de caña, suave y frutal.

Rones dorados

Envejecidos en barricas de roble, adquieren un color ámbar distintivo. Tienen mayor complejidad de sabores y aromas, para disfrutar solos o en cócteles más sofisticados.

Algunos rones dorados cubanos icónicos:

Havana Club 7 Años: envejecido en barricas de roble blanco, notas a vainilla y cacao.

Santiago de Cuba Carta Oro: mezcla de rones jóvenes y añejos de la reconocida destilería santiaguera.

Legendario Dorado: su paso por barricas de roble le aporta un aroma y sabor más intenso.

Cubay Carta Dorada: elegante ron dorado, premio al mejor ron añejado en 2011.

Rones añejos

Sometidos a un largo proceso de añejamiento en barricas de roble, alcanzan una calidad y refinamiento únicos. Sabores profundos a vainilla, cacao, café o frutos secos los caracterizan.

Los rones añejos cubanos son perfectos para degustar solos y disfrutar de toda su complejidad. Algunos icónicos:

Havana Club 15 Años: añejado por 15 años en barricas de roble blanco americano.

Santiago de Cuba 12 Años: mezcla de añejos de 12 a 20 años de la prestigiosa destilería. 

Santero Añejo: añejado por más de 7 años.

Rones premium extra añejos

Ediciones limitadas, envejecidas por más de 12 años. Considerados joyas del ron cubano, de gran prestigio internacional. Havana Club y Ron Santiago de Cuba ostentan algunas de las mejores reservas extra añejas.

Havana Club Máximo Extra Añejo: edición limitada añejada por más de 15 años, considerado el mejor ron cubano.

Santiago de Cuba 25 Años: creado para celebrar el aniversario 500 de la ciudad, añejado 25 años en roble blanco.

Ron Cubay Añejo Reserva Especial: añejado por 25 años, presentado en estuches de piel de res.

Tradición: más que un simple trago

En Cuba, tomarse un ron trasciende la mera ingesta de alcohol. Es un ritual donde confluyen tradición, cultura e identidad. Existen costumbres alrededor del ron profundamente arraigados en lo popular.

Por ejemplo, al abrir una botella nueva, se vierte el primer trago en el suelo «para los santos». Otra tradición es añadirle un chorrito de ron al café cubano, para obtener el llamado «cafecito a la cubana».

El ron añejo suele tomarse solo, disfrutando de todos sus matices. Los cubanos prefieren saborear un buen ron directamente, en lugar de mezclarlo en cocteles.

Por supuesto, el ron cubano también es la base de icónicos cócteles como el mojito, el daiquirí, la piña colada o el Cuba Libre. Estas creaciones han difundido el ron cubano internacionalmente.

Ya sea solo o en una refrescante combinación, tomar ron en Cuba es ser parte de una ancestral tradición que mezcla el placer del alcohol con la celebración de lo autóctono.

Maridaje: experiencias que realzan el ron cubano

El ron cubano, con su amplitud de sabores y aromas, brinda interesantes posibilidades de maridaje para realzar experiencias gastronómicas y de degustación:

Chocolate: el cacao realza los tonos dulces del ron cubano, creando un maridaje lujoso y hedonista. Un ron añejo combina perfectamente con un chocolate negro de buena calidad.

Quesos: los matices salados y terrosos de quesos como el manchego o el parmesano resaltan las notas afrutadas y los toques de madera del ron añejo cubano.

Café: un chorrito de ron cubano a un café resalta los sabores y crea el tradicional y delicioso «cafecito cubano». 

Postres: el dulzor de postres como el flan casero, el arroz con leche o la natilla realza los aromas y sabores de un buen ron.

El ron cubano es, en definitiva, mucho más que una popular bebida alcohólica. Es un símbolo vivo de la idiosincrasia y la cultura de Cuba, un embajador de su folclore y tradiciones por el mundo. A través de la alquimia del añejamiento y la destilación, el ron cubano captura la esencia de una tierra mágica, convirtiéndose en parte integral del patrimonio cultural cubano. Ya sea en un trago, un ritual, una canción o un mito popular, el ron seguirá corriendo por las venas de Cuba, recordándonos que en cada botella reside el espíritu indomable, alegre y apasionado de este pueblo caribeño.