Pasó por Miami como punto de comienzo y final de una aventura con su familia por lo más impactante de los Parques Nacionales y las más bellas ciudades de la costa oeste de Estados Unidos.

Él es un alemán casado con venezolana; sus dos hijos el producto de esa mezcla maravillosa, dos adolescentes con la sabrosura latinoamericana y ese afán de mundo europeo. Es Eric Buschbell, dueño de una de las más reputadas empresas de turismo de aventura en la mítica Gran Sabana Venezolana.

Ex-mochilero profesional, Eric buscó en este verano un viaje con más comodidades pero con la misma inquietud que lo han hecho recorrer medio mundo, literalmente. Con su experiencia en el ramo y su amor por la fotografía, no podíamos en PanamericanWorld tener un mejor guía por la costa oeste de EE.UU ¡Acompáñanos!

“Obviamente al viajar con la familia busqué más confort, pero sí sabía que queríamos tener las dos experiencias; la de las maravillosas ciudades y la de los Parques Nacionales de California, Nevada, Arizona y Utah”.

Lo primero que hizo Eric después de tener una idea precisa de cuál era su aventura soñada fue investigar. Ese momento previo al viaje puede ser el punto desencadenante del verdadero disfrute, ya que permite claridad y ahorros.

“Pre-pagué hoteles en las ciudades, como no estaba seguro de cómo iba a resultar el alojamiento en los parques nacionales esto lo dejé abierto.  Podría decir que la mitad del viaje estaba pre-pagada y la otra mitad a convenir in situ”.

“Empezamos por la playa, tomamos nuestro carro de alquiler al llegar a Los Angeles y fuimos directo a Venice Beach”. Allí pudieron ver el llamado lugar de la contracultura; fotos de murales, gente disfrutando de ser peatón, cuerpos esculturales y un mundo ecléctico.

“Fue muy impresionante para mis hijos ver esas locaciones que generalmente miramos en las series de televisión, así que le dimos dos días a la experiencia de Los Angeles como ciudad. Al tercer día fuimos al primer y original parque Disneyland, en Anaheim”; este parque temático fue inaugurado en 1955 por Walt Disney y formó parte del proyecto global de los estudios Disney. Pero Eric nos confiesa, “…el primer día todos estábamos emocionados por la experiencia del parque, pero el calor del verano y las largas filas hicieron que un día y medio fuera más que suficiente, así que les dije  familia: ¡Vámonos rumbo a Las Vegas!”.

A la llamada ciudad del pecado llegaron al anochecer y, si, “no hay nada más impresionante que entrar en la noche a Las Vegas -refiere Eric-; las luces, los shows… nos alojamos esa noche allí, porque la verdadera emoción estaba en la posibilidad de partir lo antes posible al Gran Cañón”.

By Carlos Adampol Galindo/Flickr

“Lo que me impresiona más y de forma más grata es la buena organización, eso hay que resaltarlo, sí, definitivamente la buena organización -reitera-,  y la accesibilidad. Porque tu entras con el vehículo, pagas $25 y obtienes muy buena información (por supuesto mapas) y luego dejas tu carro en el estacionamiento.  Puedes hacer compras de última hora en las tiendas del sitio si te hace falta algo, llega el transporte interno y te lleva al lugar que has escogido.  De allí vienen las rutas, que para quienes amamos el turismo al aire libre son imprescindibles.  Y a cada paso una vista más despampanante que la anterior, ese es el Gran Cañón del Colorado, una experiencia”.

Es maravilloso escuchar esta historia de la boca de Eric, cuya empresa Backpackers Tours atiende un cuarto de todos los turistas anuales que suben al Monte Roraima en Venezuela, quizás una de las experiencias abismales que más puede asemejarse al Grand Canyon.  Por eso también Eric y su familia conocen bien lo importante que es el buen servicio, la accesibilidad y que le presten todas las condiciones al turista para poder solo ocuparse del deleite visual de uno de los espacios más maravillosos de la Tierra, un imprescindible en todas las listas de viaje. Lo bueno de esta historia es que nos enseña que esta ruta de aventura puede ser hecha por todos los miembros del clan familiar.

Próxima parada la travesía por el mundo Navajo, la meca de los fotógrafos: El Cañón del Antílope, allí sí optaron por un servicio de guías, “A mí me gusta la fotografía -dice Eric-, el juego de luces y rocas, y esto fue absolutamente maravilloso en el Antelope Canyon; fue una experiencia que nos dejó a todos fascinados”.

 

En el Monument Valley  “puedes realmente sentirte como John Wayne, son unas montañas increíbles. Cuando crees que ya viste lo mejor, cada lugar de esta geografía norteamericana te vuelve a sorprender, así fue también Moab, en el Parque Nacional de los Arcos, o Arches National Park. Es un lugar especial para los chicos, puedes recorrer en carro todo el parque y llegar a esos maravillosos puentes naturales.  En este recorrido nos encantaron las vistas desde las autopistas (Highway 12, Highway 24), es como estar en una película”.

 

La familia Buschbell se embarcó entonces hacia el Bryce Canyon, que forma parte de los hermosos bosques de Santa Clarita, de paso a la continuación de la aventura en el Zion National Park.

“En el Zion hicimos una caminata un poco más fuerte. Puedo decir que valió la pena. Hay que moverse más, el mapa dice que es un recorrido extremo, no creo que tanto así, pero si implica mayor trabajo físico. Estuvimos unos 6 días en total en estos parques.  Y regresamos a Las Vegas, donde pudimos recargarnos, volver a ver la ciudad, disfrutarla y prepararnos para seguir la ruta. Pasamos por un pueblo muy especial, con ese aire excéntrico, Beatty City, un sitio interesante en el camino hacia Death Valley”.

El sitio más bajo, el más seco, el más caliente de la Tierra (Badwater), se encuentra en este lugar. En especial, visitarlo en pleno verano como hicieron los Buschbell tiene sus advertencias. Eric dice que documentaron temperaturas de 55° C/ 131°F, pero quisieron sentir la experiencia. Por breve tiempo observaron excursionistas haciendo el recorrido a pie, totalmente envueltos, algo sumamente arriesgado.  “Conociendo las recomendaciones para ir al Death Valley, tomamos nuestras precauciones, hicimos doble revisión de las condiciones del vehículo, el estado de los neumáticos, cargamos con 10 litros de agua adicionales, nos preparamos bien.  El Titus Canyon es tan angosto que uno solo puede entrar de este al oeste, no pueden pasar dos carros por esta vía, sacas la mano y puedes tocar la roca.  Allí realmente quedas con la boca abierta, yo disfruté mucho los colores de las rocas.  Y pasamos este camino, que internet refiere como rústico, pero ya sabes, después de venir de la Gran Sabana nosotros sí sabemos de caminos de tierra desafiantes. Esto era cosa de niños”.

“Un atardecer maravilloso, impresionante, lo disfrutamos allí”, nos dice Eric, con ese español de giros venezolanos y acento alemán, quien celebró en el Death Valley el cumpleaños número 12 de Joel, el menor de sus hijos. Jessica la mayor tiene 15.  Yari, su esposa, es la aventurera que secunda cada una de estas maravillosas experiencias.

“En Mono Lake tuvimos la oportunidad de dejar a los chicos durmiendo en el hotel y levantarnos muy temprano Yari y yo. A las 5 de la mañana vimos levantarse el sol en este espacio impactante, antes de partir al Yosemite National  Park, junto a las Secoyas o RedWoods, estos árboles milenarios, inmensos, maravillosos”.

Se mantuvo en todo el viaje esa sensación de buena organización. Si bien todos tenemos al alcance ahora los sistemas de navegación GPS, los parques nacionales de EE.UU. cuentan con excelente señalización y lo mejor, podemos encontrar precios muy solidarios en los alojamientos cercanos. “Un hotel para cuatro personas cuesta entre 70 y 150 dólares, ese es el rango. Cuando fuimos a San Francisco también los precios fueron geniales, allí nos tocó celebrar el 4 de julio, la experiencia de esa bella ciudad y los fuegos artificiales, fue genial”, comentó Eric.

Hicieron la travesía como exige el ritual: pasaron por el Golden Gate, el tour a Alcatraz y luego en el retorno pasaron por Monterey, California. Allí el grupo familiar tomó un tour en una embarcación para observar ballenas, este fue un punto crucial del viaje: “Ver ballenas de 15 metros de largo, ver sus colas, un poco movido el bote, luego seguimos por el borde de la costa hasta Santa Barbara, para llegar de retorno a Los Angeles, Miami y finalmente la Gran Sabana. Luego de ver otras maravillas del mundo, imponente nos recuerda que ella es única y aún muy virgen.

Eric, ¿cuáles son los consejos para quienes quieren viajar?:

1.  Lo primero es conocer nuestras fantasías, qué vuela en nuestra imaginación, lo cual nos va a ayudar a decidir qué tipo de destino y de qué forma queremos llegar a él.

2.   Luego el elemento primordial del viajero debe ser la planificación, que le permita abaratar precios y decidir las rutas. Investigar que hay en el sitio que visitaremos.

3.   Prepagar algunas de las cosas con anticipación, como alquiler del carro, algunos hoteles, puede ayudar a ahorrar también.

4.   Pero una vez que planificó, es la hora de relajarse, de dejarse llevar, el plan muchas veces no se seguirá al 100%, usted debe saberlo, y disfrutar de como se planteen las cosas.

5.   Póngale doble importancia a lo que funciona y es bonito, y réstele importancia a lo que no funciona, o no resulta como usted quiere.  En definitiva póngale atención a su familia, un viaje pone de manifiesto miles de oportunidades para la convivencia.