La película “Todo sobre los Ricardo”, de Aaron Sorkin, producida por Amazon Studios, nos acerca a las vidas de dos íconos de la televisión en Estados Unidos, en la década de los cincuenta del siglo pasado: Lucille Ball y Desi Arnaz. Esta pareja produjo y protagonizó una de las comedias televisivas más recordadas de todos los tiempos, “I love Lucy”.

El filme de Sorkin ha despertado muchas polémicas; pero más allá de posibles problemas en el guion y actuaciones quizás no tan convincentes, esta obra tiene un gran valor, porque permite a las más jóvenes generaciones conocer un poco más sobre Arnaz, una de las figuras que abrió las puertas al talento latino en la televisión estadounidense.

Ricky Ricardo y Lucy, dos personajes icónicos de la televisión

En cuatro de sus seis temporadas, entre 1951 y 1957, “I love Lucy” fue el programa más visto en la televisión estadounidense. Las situaciones que atravesaba la pareja conformada por Lucy (Lucille Ball) y Ricky Ricardo (Desi Arnaz) atraparon al público, gracias, especialmente, al poder histriónico que mostraban en pantalla los dos protagonistas.

Sorkin es un guionista y director que gusta contar historias basadas en hechos reales. Entre sus producciones más recordadas está “La red social”, cordialmente odiada por Mark Zuckerberg, “Moneyball” y “El juicio de los siete de Chicago”. En su palmarés aparece un Oscar, por el guion adaptado en la película que narra el surgimiento de Facebook y tres Globos de Oro.

En “Todo sobre los Ricardo”, Sorkin nos sitúa en una tensa semana en la vida de Lucille y Desi, en 1953. El filme se centra en un momento en que la pareja atraviesa por varios problemas, tanto en la producción de la serie televisiva, como en el matrimonio, por una supuesta infidelidad. Además, Lucille recibió una acusación por supuestamente pertenecer al Partido Comunista, en un contexto en el que el Mccarthismo estaba en su punto álgido, en Hollywood.

Nicole Kidman interpreta a Lucille Ball. Sorkin trató de que la versátil actriz se pareciera lo más posible a Lucille, así que en maquillaje la cubrieron de prostéticos, lo cual pudo haber limitado su gestualidad. De cualquier forma, el resultado en pantalla es convincente. No sucede así con el español Javier Bardem en su rol de Desi. Los críticos han señalado que no hubo química con Kidman y que sus manierismos fueron excesivos. No obstante, este formidable actor brilla en las escenas de canto en la película.

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Desi Arnaz abrió las puertas para el talento latino en la televisión

Quizás “Todo sobre los Ricardo” no sea considerada entre las mejores producciones de Sorkin; pero, de seguro, para la comunidad latina en Estados Unidos es importante recordar a uno de sus pioneros en la televisión.

La vida del cubano Desidero Alberto Arnaz y de Acha II daría para una película, dedicada complemente a él. Nació en Santiago de Cuba, en una de las familias más adineradas de la ciudad. Su padre fue alcalde y su abuelo materno era un ejecutivo de la empresa de ron Bacardí.

Después de la Revolución de 1933—nada que ver con la de Fidel Castro, quien tenía siete años en ese momento—que derrocó al dictador Gerardo Machaco, la familia Arnaz partió hacia Estados Unidos.

En su nuevo país, Desi mostró interés por la música. Esto lo llevó a formar su propia orquesta, en la que cantaba y tocaba los bongós. Su talento llamó la atención y comenzó a trabajar en el show musical de Broadway, “Too many girls”. La casa productora RKO Pictures compró los derechos de esa obra, para llevarla al cine.

Desi viajó a Los Ángeles, en 1940, para el rodaje de la película sobre el show de Broadway y allí fue donde conoció a Lucille. Seis meses más tarde ya estaban casados. Arnaz actuó luego en otras películas y formó una orquesta musical. Después trabajó en CBS Radio, junto a su orquesta, hasta que llegó un punto de giro en su vida.

Dezi Arnaz y Lucille Ball, durante la filmación de «I love Lucy»

En 1951, Desi y Lucille presentaron la idea de una sitcom a CBS. No fue sencillo convencer a los ejecutivos de la televisora, pero lo lograron. El 15 de octubre salió al aire el primer episodio de una de las series icónicas de la primera mitad del siglo XX. En ella, Desi interpretaba al músico Ricky Ricardo. Muchos pensaron, en ese momento, que el fuerte acento latino del actor cubano y su estilo no agradarían al televidente estadounidense. Estaban equivocados.

“I love Lucy” fue un éxito comercial en sus seis temporadas. Arnaz sobresalió no solo por sus dotes histriónicas, sino también por su capacidad innovadora que lo convirtió en un pionero en la televisión estadounidense.

Entre las innovaciones de Arnaz estuvo la de filmar con tres cámaras, en sets adjuntos, ante una audiencia en vivo, en películas de 35 milímetros, que facilitaba la conservación de los episodios. Luego esta idea se convirtió en un estándar para las siguientes sitcoms. Además, Arnaz y Ball maniobraron para quedarse con los derechos de serie. Por tanto, cada vez que “I love Lucy” recibía una retransmisión, ellos obtenían parte de los ingresos.

Además, Lucille y Desi rompieron moldes en la televisión. El cubano presionó para que el embarazo real de Lucille apareciera como trama en “I love Lucy”. Incluso, llegaron a filmar un capítulo sobre el nacimiento de Ricky, el bebé de la pareja ficticia el mismo día en que, realmente, Lucille Ball tuvo a su segundo hijo. Este episodio causó un gran impacto en la sociedad estadounidense, a tal punto que tuvo una audiencia superior a 40 millones de personas.

El matrimonio entre Desi y Lucille terminó en 1960, después de 20 años. No obstante, ellos mantuvieron buenas relaciones tras la separación. Ambos habían formado la compañía Desilu, la cual produjo diferentes programas como The Andy Griffith Show, The Dick Van Dyke Show, The Lucy Show, Mission: Impossible y Star Trek. Después ambos vendieron sus acciones en Desilu y Arnaz formó su propia compañía productora, Desi Arnaz Productions. Arnaz falleció en 1986, por complicaciones derivadas de un cáncer de pulmón. Lucille murió tres años más tarde.

La historia de Desi Arnaz ha servido de inspiración para cubanos y otros latinoamericanos que llegaron a Estados Unidos como emigrantes. Con su talento y espíritu emprendedor, Desi salió adelante, sin abandonar los rasgos de su identidad.


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