El Mercado de San Juan, en Ciudad de México, está considerado un paraíso gastronómico para aficionados y profesionales de la cocina, ya que se pueden encontrar desde carnes exóticas de animales como venado, jabalí, cocodrilo y león, hasta todo tipo de verduras, frutas, embutidos, insectos y pescados.
El establecimiento cuenta con más de 300 locales, como las carnicerías que ofrecen desde un simple corte de res, hasta uno de avestruz, búfalo, pato, cordero, iguana, armadillo, entre otros, con licencia de las secretarías de Salud y de Economía.
El dueño del local 51 llamado “La orquídea”, Telésforo Velázquez, recordó que comenzó a trabajar en este mercado como “morrongo” (ayudante), al año de que fue inaugurado, y aprendió bastante bien como hacían los cortes.
“Los días que se vende más son de jueves a domingo, además contamos con servicio a domicilio. Esto nos ha ayudado a mantenernos ya que muchos prefieren que se les lleve a su casa”, afirmó.
Otros lugares para conseguir cortes exóticos son «La Casa de la Ternera Héctor”, “Teresita”, “El Gran Cazador”, “El Pastorcito” y “Los Coyotes”, este último también se ofrecen gusanos de maguey, hormigas chicatanas, escamoles, alacranes y chinicuiles.
“Tenemos aquí 40 años y vendemos todo tipo de insectos y carnes exóticas como el venado y jabalí. La mayoría viene de criaderos mexicanos y alguna otra de Nueva Zelanda”, detalló la dueña de “Los Coyotes”, Marisela Bernal Jiménez.
De insectos, dijo, «podemos vender a partir de 100 gramos. Por ejemplo, el escamol cuesta 700 pesos, el kilo de pierna de venado sale en 600, el de jabalí en 400 pesos».
En otra sección, junto al pollo, que aquí se ve más común que en cualquier otro mercado, se venden anguilas, mantarrayas, tenazas de cangrejo moro, atún, salmón frescos y variedades de pescado.
“El producto más barato aquí es un kilo de angula española, que cuesta 20 mil pesos», detalló el trabajador de la pescadería Piscis, José Antonio Flores.
En otros pasillos se pueden localizar embutidos, conservas y la más grande selección de quesos, tanto a nivel mundial como nacional.
El locatario de “Quesos San Juan”, José Ramón Juárez señaló que su negocio familiar lleva 60 años en el mercado, ofrece diversos tipos, pero sin dejar de lado la artesanía mexicana que incluye quesos de cabra del Bajío, de Guanajuato, de Puebla, de Veracruz, de Durango, entre otros.
“Tenemos quesos cremosos artesanales con una maduración mínima de 90 días para que el producto tenga buen sabor y fuerza para los buenos conocedores de lácteos. También tenemos queso manchego con la receta de más de 100 años, así como el típico queso oaxaca y sierra. Contamos una variedad de carnes frías, más de 50 tipos de baguetes y vino para acompañar”, describió.
En otra sección del mercado se pueden encontrar verduras bien acomodadas, frescas y de colores muy llamativos como tomate de milpa, pepino europeo, ejote francés, zanahoria, elote baby, delgado y pequeño, y lechugas coreana e italiana.
Además de yuca, malanga, ñame, echalot, ajo, chinchayote, azafrán de raíz, naranja agria y algunas verduras orientales como pa (rábano blanco), shi shuan (pimienta china) y tofu, el queso de soya.
En una vitrina se exponen productos orientales envasados como vinagre de arroz, pasta de ajonjolí, fideo transparente, alga para sopa, acelga china, lirio o el mochigome, una especie de arroz dulce.
Frente al café “Triana”, el cual es muy conocido por su sabor veracruzano, se encuentra el puesto de chiles secos mejor surtido del mercado, ya que provee pepitas, chipotles mecos, cascabel, morita, piquín, de árbol, guajillo, ancho, chipotle, chilcostle, catarina, mulato, pasilla y puya.
Ahí mismo se pueden adquirir diferentes especias como cardamomo, vainilla, pimienta blanca o nuez moscada entera y orégano yucateco, entre otros.
Pero al exterior del mercado también se ofrece una amplia gama de comida gourmet, desde hamburguesas y mixiotes de diversos cortes de león, cordero, jabalí y cocodrilo, entre otros, hasta postres como crepas de chicatana o chapulines.
En general, la visita el mercado de San Juan, ubicado en la calle Ernesto Pugibet 21, colonia Centro, es una experiencia sensorial que no se puede dejar pasar, pues a pesar de tener una fachada humilde, por dentro existen los platillos y alimentos más exquisitos y sorprendentes de la Ciudad de México.