La música cubana cautiva a los bailadores de todo el mundo. Manolito Simonet define muy bien este fenómeno: somos un país pequeño, pero un gigante musical. La sonoridad es inconfundible, porque, aunque muchos hayan tratado, es imposible copiar esa hibridación tan especial de diferentes géneros como el danzón, el son, la rumba y el mambo, con ritmos más contemporáneos. El resultado es una mezcla explosiva, llamada “timba”, ante la que nadie queda indiferente.

PanamericanWorld les propone acercarse a las historias de cinco grupos que son íconos de la música cubana.  Sus directores son personalidades de fama mundial y sus temas han puesto a bailar a personas de todos los continentes.

LOS VAN VAN, EL TREN DE LA MÚSICA CUBANA

Los Van Van
Formado por una leyenda de la música cubana, como fue Juan Formell, Los Van Van tienen más de 40 años de historia.

Formado por una leyenda de la música cubana, como fue Juan Formell, este grupo tiene más de 40 años de historia. Con casi una treintena de discos grabados, un Premio Grammy y más de 250 canciones en su arsenal, Los Van Van es considerado, justamente, la orquesta cubana más conocida en el mundo.

Formell fue un innovador, incomprendido al principio, como suele suceder con los genios de la música. “Introduje en la orquesta típica una guitarra eléctrica que mezclaba con la flauta de cinco llaves y eso viene desde la orquesta Revé y luego en Los Van Van. Entonces vino el montaje de voces, promoví el uso de los sintetizadores, la orquesta ha sido muy revolucionaria en ese aspecto de cambio de timbre, de sonido, de propuesta, o sea, lo primero que me planteé  fue cambiar los montunos con un complejo armónico totalmente diferente a lo que era la música tradicional cubana”, reconoció Formell, en una entrevista, en 2013. Ese mismo año recibió el Grammy Latino a la Excelencia musical.

Los temas de Los Van Van sobresalen no solo por los arreglos musicales, sino también por sus letras. “A veces escribo textos que son críticos; otras, crónicas, pero tienen un por qué. Eso sí, uso un lenguaje sencillo para que el bailador pueda disfrutarlo. Me gusta estar en la calle, porque allí aparecen las frases más ingeniosas. Y de una frase hago la historia y el montuno, fundamental, pues es lo que repite la gente y provoca al bailador. Esa es nuestra diferencia con la salsa de Nueva York o de Puerto Rico”, aseguró en otra entrevista Formell.

La orquesta ha sido una escuela, por la que han pasado importantes músicos que, luego, desarrollaron una exitosa carrera independiente, como los cantantes Pedrito Calvo y Mayito Rivera, el pianista Cucurucho Valdés y el compositor y arreglista César “Pupy” Pedroso.

En mayo de 2014, a los 71 años, falleció Juan Formell. Su hijo, Samuel, asumió la dirección del grupo y ha logrado mantener la sonoridad que siempre distinguió a Los Van Van. En los últimos años, la discografía del grupo se ha incrementado con exitosas producciones como “La Fantasía” y “Legado”.

Entre los temas antológicos de Los Van Van están: “Aquí el que baila gana”, “La Candela”, “Chirrín Chirrán”, “Sandunguera”, “Qué sorpresa”, “Qué cosas tiene la vida”, “Temba, Tumba, Timba”, “Amiga mía”, todos de la autoría de Juan Formell.

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ADALBERTO ÁLVAREZ Y SU SON

La muerte por causa de la Covid-19 de Adalberto Álvarez, el “Caballero del Son”, fue una enorme pérdida para la cultura cubana. Este artista tuvo más de cuatro décadas de historia y fue autor de temas imperdibles como “Y qué tú quieres que te den”, “Dale como es” y “A Bayamo en coche”.

Pianista, compositor y arreglista, el Maestro Adalberto creó, en 1978, el grupo “Son 14” con el que se dio a conocer en toda Cuba. Luego, en 1984, formó “Adalberto Álvarez y su Son”, orquesta con la que logró no pocos éxitos y grabó una veintena de discos. El Maestro fue una de las voces que más defendió la música popular cubana y el baile en pareja, como parte de la herencia cultural del país.

Varios de los temas de Adalberto han sido incluidos en el repertorio de artistas tan famosos como Oscar D’ León, Andy Montañés, Juan Luis Guerra y Gilberto Santa Rosa.

Bryan Álvarez, uno de los hijos del Maestro, asumió la dirección del grupo. «Él quiso que yo continuara y empezara a dirigir su orquesta junto a toda mi familia, a la que siempre pido su asesoría», declaró. Álvarez reconoció que mantendrá viva la música de su padre y aseveró que «en cada concierto, en su lugar en el escenario, estarán su micrófono y el güiro».

ELITO REVÉ Y SU CHARANGÓN

La Orquesta de Elio Revé es una de las más reconocidas de todos los tiempos en Cuba. El maestro Revé es venerado como el “Padre del Changüi”, por los aportes que hizo a este ritmo surgido en el Oriente cubano.

En 1997, un accidente terminó con la vida de Revé. Su hijo, Elito, quien era pianista y arreglista de la agrupación, asumió la dirección del “Charangón”. Durante las siguientes dos décadas, Elito ha logrado mantener el sonido del grupo y más recientemente ha incursionado en un discurso musical novedoso, en el que fusiona el changüí con sonoridades urbanas.

Entre los discos más exitosos de la agrupación está “De qué estamos hablando”, que recibió el Gran Premio del Festival Cubadisco, en 2011. Su última producción, titulada ¡Uea! ha sido muy bien recibida por los bailadores y la crítica especializada.

MANOLITO SIMONET Y SU TRABUCO

Manolito Simonet es uno de los grupos musicales cubanos más conocidos y bailados en el país.
Manolito Simonet es uno de los grupos de música cubana más conocidos y bailados en el país.

En 1993 entró en la escena de la música cubana una orquesta renovadora que, a día de hoy, es reconocida como una de las más populares del país. Su creador, el maestro Manolito Simonet decidió llamarla “Su Trabuco”. Por casi tres décadas este grupo ha logrado fusionar géneros tradicionales cubanos como el bolero, danzón y chachachá con otras sonoridades contemporáneas.

Simonet cuenta con gran prestigio internacional. Entre 2001 y 2004 fue jurado de los Premios Grammy. Además, sus composiciones han sido incluidas en el repertorio de otras orquestas cubanas.

Entre sus éxitos más importantes está el Gran Premio de Cubadisco, en 1999. La fama del “Trabuco” es tan grande que la orquesta tocó en la boda real del Príncipe Guillermo de Holanda y también en un cumpleaños de Felipe VI, rey de España.