El Sistema de Parques Nacionales de Estados Unidos cumplió 100 años de historia el pasado mes de agosto. Es uno de los grandes emblemas del país y reúne en la actualidad 412 reservas naturales que, entre parques y monumentos nacionales, suman 340.000 kilómetros cuadrados de paisajes espectaculares, protegidos y accesibles, desde los glaciares de Alaska, hasta los grandes cañones del oeste americano, las grandes llanuras y los activos volcanes de Hawái.

YELLOWSTONE, EL MÁS ANTIGUO

Antes de la Organic Act del 25 de agosto de 1916 (ley firmada por el presidente Woodrow Wilson que oficializó la creación del National Park Service) ya existían parques nacionales en Estados Unidos. El primero de todos fue el de Yellowstone (Idaho, Montana y Wyoming), creado en 1872. El simpático hogar del Oso Yogui es, sin embargo, uno de los lugares más peligrosos (potencialmente) del mundo: se trata en realidad de un súper volcán (acoge el 50% de los géiseres activos del planeta) que, de entrar en erupción, llegaría a provocar un cambio climático de enormes proporciones.

GREAT SMOKY MOUNTAINS, EL MÁS VISITADO

Este parque nacional ubicado entre los estados de Carolina del Norte y Tennessee fue el más visitado en 2015, por delante de otros más conocidos como Yellowstone, Yosemite o el Gran Cañón. Recibió 10 de los 307 millones de visitas que registró el pasado año el National Park Service en su conjunto. Algo que refrenda uno de los grandes principios del sistema: gestionar los espacios naturales del país para que sean accesibles y disfrutados por todos sus ciudadanos, como un derecho fundamental más de todos los estadounidenses.

GRAND CANYON, EL MÁS ESPECTACULAR

Hay pocos lugares en el mundo que, a pesar de haber sido vistos previamente en fotografías en cientos de ocasiones, impresionan igualmente al viajero cuando los tiene delante por primera vez. Uno de ellos es el Gran Cañón del Colorado, en Arizona, una descomunal red de desfiladeros de película (el parque nacional abarca casi 5.000 kilómetros cuadrados) que, curiosamente, tuvo a un español como primer visitante europeo: García López de Cárdenas, en 1540.

WRANGELL-SAN ELÍAS, EL MÁS EXTENSO

Con más de 53.000 kilómetros cuadrados, extensión similar a las de Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco sumadas, el parque nacional y reserva de Wrangell-San Elías, en Alaska, es el más grande de los 58 que actualmente integran la red estadounidense. Incluye hábitats costeros, grandes extensiones de tundra (como el valle de Bremmer, en la foto) y la segunda montaña más alta del país, el monte San Elías (5.489 metros). Dos carreteras recorren el interior del parque, que también puede contemplarse en vuelos panorámicos.

DEATH VALLEY, EL MÁS CALUROSO

La depresión salina de Badwater, en el parque nacional del Valle de la Muerte, al sureste de California, es el punto más bajo, seco y caluroso de Norteamérica. Alcanza temperaturas medias de hasta 56ºC durante los meses de verano, se encuentra a 86 metros por debajo del nivel del mar y durante los días más sofocantes del año no se suda al pasear por su blanquecina superficie: el sudor se evapora antes de hacerse palpable sobre la piel.