Latinoamérica vibra al ritmo de tambores y trompetas cuando llegan los carnavales. Desde México a Argentina, pasando por los países andinos y Brasil, estallan fiestas multicolores que expresan la riqueza cultural de nuestros pueblos. Te presentamos los 10 imperdibles para tu lista.

Carnaval de Río de Janeiro

Posiblemente el más famoso a nivel mundial. Sus desfiles de escolas de samba en el Sambódromo son una explosión de ritmo, baile, plumas y lentejuelas. Los mejores diseñadores trabajan todo el año en las carrozas y fantasías de este espectáculo único, que también sale a las calles con los “blocos” animando cada rincón de la ciudad.

Carnaval de Barranquilla

Evento Patrimonio Cultural de la Humanidad en Colombia. Cuatro días en que Barranquilla estalla al son de tamboras, trompetas y maracas con la cumbia como banda sonora. El punto alto es la Batalla de Flores, desfile de carrozas con las reinas del Carnaval. Una fiesta que atrae a gente de todo el país.

Carnaval de Veracruz

“El más alegre del mundo”, en México el carnaval jarocho empieza quemando el mal humor en una gran hoguera. Luego vienen seis días intensos de música, desfiles con disfraces satíricos, letras picantes y mucho baile. Todo con la hospitalidad que distingue a los veracruzanos.

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Carnaval de Oruro

Uno de los más fascinantes por su mezcla de religión y paganismo. Este carnaval boliviano empieza con una procesión tras la imagen del Santuario de la Virgen de Socavón. Detrás, más de 60 conjuntos bailan sin parar durante 20 horas, con casi 20 estilos de danzas tradicionales luciendo vistosos trajes. Un espectáculo sobrecogedor declarado Patrimonio Inmaterial por la UNESCO.

Carnaval de Encarnación

El más grande de Paraguay es una versión local del carnaval brasileño, con desfiles de comparsas bailando samba y batucada. Para refrescarse de la ola de calor, nada mejor que una “batalla de espuma” donde todos se rocían con spray de afeitar o champú, dejando un rastro blanco por donde pasan los bloques.

Carnaval de Montevideo

Con sus 40 días de duración, el carnaval capitalino es el más largo del continente. Corsos, parodias políticas y sobre todo candombe son el fuerte de esta fiesta que integra a todas las clases sociales uruguayas en una misma celebración donde no paran las raquetas ni los tablados durante todo el verano.

Carnaval de Arica

Si de folclore andino hablamos, uno de los imperdibles es el de la ciudad chilena de Arica. Más de 20 conjuntos entre bolivianos y peruanos, con 15.000 bailarines en total, se reúnen para mostrar sus mejores coreografías fusionando danzas aimaras y quechuas para deleite del público que colma las tribunas. Todo un reencuentro intercultural en las alturas.

Carnaval mestizo en Ecuador

Son decenas, pero entre los más curiosos está el de Guaranda con sus “mingas” o trabajo comunal para preparar un gran banquete colectivo. Y si quieres empaparte de agua y espuma, el de Ambato es ideal para las “guerras” donde nadie se salva de acabar chorreando. En la sierra también están los del Chimborazo, con takis de fuego y danzantes en busca de la fertilidad de los campos para el nuevo ciclo.

Carnavales en Perú

Aquí se integra la religión popular andina con elementos europeos. Entre tantos, el Carnaval de Puno resalta por sus más de 150 grupos de bailarines y sus vistosos trajes llenos de lentejuelas, espejos y bordados, mientras los feligreses dan las gracias a la Virgen de la Candelaria. Juliaca y Cajamarca tienen fiestas coloridas donde se honra a la madre tierra por la cosecha recibida. 

Carnavales en República Dominicana

Cómo no cerrar con la alegría contagiosa de República Dominicana, donde coincide el Carnaval con su fiesta patria del 27 de febrero. Lentejuelas, muchos colores, carrozas, comparsas con niños incluidos y personajes como el Diablo Cojuelo delatan la influencia afrocaribeña. Un cierre apoteósico, casi al borde del ecuador de los 12 meses y listos para encarar un nuevo año.