Ser una de las primeras bailarinas de la compañía Lizt Alfonso Dance Cuba (LADC) le hace estallar el corazón de alegría a Sandra Reyes. “Les debo mucho- asegura- aquí no solo me he formado como bailarina, siento que, además, soy mejor persona”, cuenta a PanamericanWorld esta joven.

Ella ha recorrido el mismo camino desde los 6 años de edad, pero todavía ama la idea de sentir las tablas vibrar bajo sus pies al ritmo de una de las compañías más prestigiosas dentro del ámbito danzario de Cuba y del mundo.

Al conversar con Lizt Alfonso, descubrimos cómo la gratitud de Sandra se repite en otros estudiantes y egresados de la academia. ¿Pura casualidad? No, sino que ha sido fruto del trabajo intencionado de la gestora de este proyecto al promover un estilo único y, al mismo tiempo, cultivar valores y principios entre sus bailarines para convertirlos en hombres y mujeres de bien.

“Es una tarea que debe empezar en casa, porque formar es responsabilidad de la familia. Sin embargo, lo hemos convertido en un sello de nuestra escuela también y a la comunidad le llama mucho la atención que, en una sociedad marcada por la pérdida de valores, existan jóvenes y niños como estos de aquí”, explicó la aclamada coreógrafa.

Aunque no todos hoy se desempeñen en el ámbito de la danza, la mayoría de los estudiantes que han pasado por sus aulas llenan de orgullo a esta mujer quien, con tan solo 23 años, decidió crear un espacio útil para enseñar a otros lo aprendido.

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En Cuba y en contextos internacionales, podríamos encontrar maestros, médicos o músicos agradecidos por la exigencia y disciplina inculcadas en una institución donde decir buenos días al pasar, pedir permiso y preocuparse por el otro, importa tanto como ejecutar un paso de danza con elegancia y precisión.

La compañía Lizt Alfonso Dance Cuba.

Foto: Abel Rojas / PanamericanWorld

Maestra de vida

Formar profesionalmente a bailarines con el estilo de danza fusión que la caracteriza pasó de sueño a realidad para Lizt Alfonso cuando fundó la escuela LADC en 1992, un año después del nacimiento de la compañía.

La institución, galardonada en 2016 con el International Spotlight Award (Premio de Honor Internacional) en la Casa Blanca, realiza un trabajo comunitario al instruir, mediante talleres vocacionales, a niños procedentes de toda La Habana y de provincias distantes de la capital, como Artemisa, Mayabeque y Matanzas.

Esta iniciativa, de reconocido impacto social constituye a su vez la cantera natural de la que se nutre el Ballet Infantil y el Juvenil, encargado de desarrollar el talento de una forma profesional desde edades tempranas. Durante el estreno del espectáculo Vida, en el 2007, en el Teatro Royal Alexandra de Toronto, Canadá, tuvo lugar el debut internacional de este Ballet integrado por niños y jóvenes que durante sus primeros años de preparación en la escuela demuestran poseer cualidades y aptitudes suficientes para prepararse como futuros bailarines.

En el corazón de la fundadora, el grupo de “los más pequeños” tiene un lugar especial y le agrada tenerlos cerca. Por eso recuerda como un éxito el año 2008, fecha a partir de la cual  comenzó a funcionar en la sede de la academia un Grupo Artístico-Docente, adscripto a la Escuela Nacional de Danza (ENA). Si un bailarín es incluido en este grupo tendrá asegurado el nivel profesional de formación.

Para ellos, el plan de estudio se diseñó de manera que, en sesiones contrarias, reciban las asignaturas correspondientes al nivel medio superior y las de la especialidad (Danza-fusión, flamenco, Ballet, Composición coreográfica, Danza moderna, Danzas Folclóricas, Estilización, Kinesiología y Apreciación de la música entre otras).

Durante tres años, este Grupo cuenta con la preparación de docentes de alto prestigio y participa en galas y espectáculos con su propio repertorio o junto al resto de la escuela. La compañía encuentra entre los graduados de dicho  nivel la garantía de un el relevo directo.

Alumnas que son maestras

Cuando Sandra Reyes piensa en este camino por el cual también ella transitó, varios sentimientos se encuentran: “Por un lado, me llena de nostalgia, porque todavía recuerdo cómo  todo empezó: puro entretenimiento de niños que venían a pasar solo un taller,  y por otro, me llena de orgullo haber sido perseverante.”

Hoy, Sandra, al igual que otras bailarinas de la compañía, funge también como docente en la escuela. La joven recuerda aquella época cuando se emocionaba al ver a sus maestras en escena y se llena de alegría al saber que, quizás, ella sea motivo de inspiración para las niñas de ahora.

“Este es un lugar que te forma en muchos sentidos. La Maestra Lizt se ha preocupado por nuestro comportamiento, formación cultural, cosas que te quedan para siempre, aun después de que acabes tu carrera como bailarina”, comentó Reyes.

Para la líder de la escuela LADC, por donde transitan más de 1200 niños cada año, conocer cuánto  ha marcado  a muchos de ellos, la llena de dicha. “Soy feliz de saber que pudimos enseñarles algo valioso–confesó Lizt-, me hace sentir como una Maestra de Vida”.

La compañía Lizt Alfonso Dance Cuba.

Foto: Abel Rojas / PanamericanWorld

Pues dicen mal, es Divina

Más de un motivo hace singular la propuesta de Lizt Alfonso. Su compañía, la primera de Cuba en actuar en los Latin Grammy Awards ha conquistado los escenarios de los teatros más importantes del mundo. Para algunos medios, se trata de una “Mezcla sensual de fuego y picante”; otros, la consideran “Impresionante” o “Simplemente espectacular”.

En nuestro caso, preferimos definirla como una experiencia única y, a sabiendas de que su estilo trasciende las raíces flamencas para fusionarlas también con las afrocubanas, nos permitimos compararla con aquella artista que fascinó a José Martí y fue inmortalizada en su poema La bailarina española. La compañía Lizt Alfonso Dance Cuba es “divina”.

Una de los elementos más singulares consiste en la posibilidad de contar con su propio grupo musical. De acuerdo con el director de la orquesta, Carlos Ernesto Varona, esta decisión los distingue, pues cada uno de los espectáculos tiene la peculiaridad de contar con una composición original para el mismo.

“Otra cuestión es que, como los músicos formamos parte de la escena, no utilizamos  atriles ni partituras, solo la memoria. Creo que pocas agrupaciones defienden esta coherencia con tanta devoción. Aquí música y danza son una: hacemos sintonizar el ritmo con cada movimiento de los bailarines y eso demanda tiempo de ensayo, mucha precisión.

La ventaja es que en la misma sede contamos con un estudio de grabación que nos permite perfeccionar el trabajo y devolverlo al público con la mejor calidad posible”,  añadió el también guitarrista profesional.

Según recuerda Claudia Valdivia, Regisseur de la compañía, un sello de la LADC en sus inicios fue que solo estaba integrada por féminas, pero con el tiempo, vieron la necesidad de incluir al cuerpo de baile personal masculino. “A lo que no hemos renunciado jamás es a la excelencia”, puntualizó Valdivia, otrora primera bailarina de la agrupación danzaria.

La compañía Lizt Alfonso Dance Cuba.

Foto: Abel Rojas / PanamericanWorld

En la compañía LADC es sabido que algunas coreografías tienen solo un protagonista y ese lugar lo ocupará el mejor.  En ese sentido, no pueden dejar de competir. Pero, en la opinión de Valdivia, es justo ahí donde ellos marcan la diferencia. “Defendemos que la competencia no es mala, nos impulsa a superarnos-consideró-, sin embargo, eso no implica que dejemos de ayudarnos entre todos”.

Tener la vista siempre puesta en el proyecto, levantar el concepto de equipo y de familia por encima de los intereses individuales “es lo más importante”, nos comentaron varios de los que hacen posible la danza en el LADC y allí, en esas esencias, es donde encontramos las verdaderas marcas de un estilo que los hace realmente únicos y genuinamente cubanos.

Espectáculos originales de Lizt Alfonso Dance Cuba

  • Entre palmas y cantares
  • Suite Lecuona
  • Viva la fiesta
  • Al Andalus: de gitanas y duende
  • Habaneras el vuelo de la Paloma
  • Destello de Luz
  • Sinceramente F G L (dedicado a Federico García Lorca) (1998)
  • Fuerza y compás (1999)
  • Elementos (2004)
  • Alas (2006)
  • Vida (2007)
  • Amigas (2011)
  • Cuba Vibra! (2012)
  • Latido (2017)

Por: Odett Domínguez Calvo  Foto: Abel Rojas / PanamericanWorld, La Habana