San Basilio de Palenque es un rincón de África en Colombia. Un pueblo que fue fundado en 1603 por los negros que escapaban de la esclavitud colonial. El primer pueblo negro libre de América.
Esta nueva vida de independencia trajo consigo que esta población promoviera sus propias tradiciones culturales, gastronómicas, medicinales, lingüísticas y musicales.
Pero más de cuatro siglos después, aunque en Colombia exista un marco jurídico constitucional que reconoce a los grupos étnico, la multiculturalidad y el multilingüismo y exista una declaración de la Unesco que sitúa a San Basilio de Palenque como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, preservar este denso legado, -en especial la lengua- en el pueblo ya no es tan sencillo.
Esto se debe a múltiples factores; como la migración interna de los palenqueros hacia la vecina ciudad de Cartagena, epicentro turístico e histórico colombiano, -a 70 kilómetros del pueblo-.
También a las precariedades y pobreza material en las que sobreviven sus casi cuatro mil habitantes en San Basilio, según datos del censo del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas de Colombia (Dane), del 2005 y que por desgracia, hasta la fecha no han sido actualizados.
La lengua de Palenque tiene defensores musicales
Para alegría y orgullo de San Basilio de Palenque, desde que Kombilesa Mi apareció en la escena musical colombiana, en el 2011, la cultura de esta comunidad afro ha tomado más relevancia fuera del pueblo, debido a que esta agrupación ha incorporado su lengua ancestral en las letras que cantan y rapean. La lengua palenquera es ahora música.
Este idioma conjuga elementos del portugués y el español, con varios dialectos de África central, que hablaban sus pobladores antes de ser secuestrados y convertidos en esclavos cuando fueron traídos a América en los siglos XV y XVI.
La canción «Punto, por ejemplo», es una declaración rítmica del significado que tiene para ellos y queda comprobado al escuchar su estrofa: “Palenque es mi comunidad, la lengua no se acabará, es nuestra mayor identidad, musicalidad, ancestralidad, lucha y libertad”, que los intérpretes de Kombilesa Mi cantan en ambos idiomas.
“Mis amigos”, que es el significado en español de Kombilesa Mi, lo integran 9 jóvenes, cuyos nombres artísticos son: Lindo, Ukibe, Okoro, Mcpm, Kendri, Edwin, Orlys, Krmp y Afroneto
Su sonido principal, descrito por Afroneto, es el resultado de la sonoridad de instrumentos tradicionales como la tambora, tambor alegre, marímbula, llamador y maracas. “Esta raíz la fusionamos con algunos elementos contemporáneos para crear lo que hemos bautizado como rap folclórico palenquero”.
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Kombilesa Mi, un grito en contra de la discriminación en Colombia
Esta agrupación no solo ha heredado la historia y los sonidos de San Basilio de Palenque; sino que se ha propuesto quebrar los estereotipos hacia los negros en Colombia por medio de la música.
Con canciones de reivindicación colectiva, en palenquero y español, Kombilesa Mi invita a sus paisanos a que se sientan orgullosos de sus raíces afro y que recuperen la lengua palenquera. También son un grito en contra de la discriminación racial de las que han sido víctimas por siglos no solo los negros de San Basilio de Palenque, sino los más de 2 millones de afrocolombianos que viven en el país del café y las esmeraldas.
No más discriminación es el título de una de sus emblemáticas canciones, en la que básicamente se unen en una consigna: “Lo que quiero es que blancos y negros se vean con decencia”. Sus videos también son una expresión visual de sus raíces, en la que son recurrentes vestimentas africanas, cabellos crespos y escenarios que tributan a Palenque, el primer pueblo libre de América Latina.
En julio pasado presentaron su segundo trabajo discográfico: «Esa Palenkera», del que se desprende el sencillo «I Apiya Bo», o «Ya te encontré», en la que exploran de nuevo con el afrobeat, una delirante mezcla del jazz, highlife, y funk.
“Confiamos que nuestra música es un vehículo para enseñar nuestra lengua nativa a todos los colombianos y también una manera de que los nuestros jóvenes de la comunidad se sientan orgullosos de hablar palenquero y se pueda preservar durante el tiempo, añadió Afroneto.
Estrellas del Caribe también honra la lengua palenquera
La trayectoria de Estrellas del Caribe se cuenta en casi cuatro décadas, con ritmos en los que enaltecen el sonido de los tambores y su lengua palenquera.
Definir su concepto musical es remitirse al tambor, a la cumbia y a la champeta. O lo que en la voz de Franklin Tejedor, actual director de la agrupación “ a terapia criolla”, que se compone de “un sonido fresco, contemporáneo, con influencia afro como chalupas y cumbias y occidental, con la suma de la guitarra eléctrica”
Cada año, Estrellas del Caribe tiene un cupo garantizado en el festival de tambores que se organizan en Cartagena y en los Carnavales de Barranquilla, los más famosos de Colombia. Esta plataforma la emplean para interpretar sus temas en palenque y transmitir su legado cultural a miles de pobladores y turistas.
Y aunque tienen un largo haber musical, fue hasta el 2015 que pudieron grabar un disco homónimo con 8 canciones en un tiempo récord de 2 semanas, en la que recitan coros y estrofas de amor, desamor, fiesta y amigos, sin pasar por alto la historia de Palenque.
“Nuestro trabajo ha sido todo por autogestión. Pese a que nos acompaña un legado cultural importante, nunca hemos recibido apoyo estatal”, confirma Tejedor, que además de director, es tamborero y un defensor acérrimo de este proyecto musical.
Como máximo representante actual de Estrellas del Caribe, Tejedor ratifica que San Basilio de Palenque es la biblioteca viva de la cultura afrodescendiente en Colombia.
“No solo es música, es arte, sabiduría, gastronomía y lengua ancestral, por eso debemos proteger nuestro patrimonio oral”, destaca este joven de 28 años, quien reconoce que sobre sus hombros y el de sus compañeros recae la responsabilidad de salvaguardar Palenque.
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Louis Towers lleva Palenque en su champeta
La champeta es una mezcla de todo, es un fenómeno que transformó a la costa caribeña con un sonido tan particular que interactúa con sonidos africanos, antillanos e indígenas, Actualmente es uno de los géneros más sonados de la costa caribeña de Colombia.
Cuando el afro beat, hit life y la música tradicional de África llegó al país en los 70, este movimiento comenzó a tomar forma y uno de sus precursores fue Louis Towers, un palenquero que hasta la fecha no se ha apartado de sus raíces africanas, al punto de grabar en lengua palenquera algunos cadenciosos temas.
Hace tres años lanzó Ku Lengua Suto (o lo que se traduce como nuestra lengua), como un claro tributo a San Basilio de Palenque, su tierra natal.
Lo describe como un aporte que visibiliza “mi lengua entre mis propios hermanos palenqueros, como también otros colombianos y extranjeros que visitan constantemente el país, con el único objetivo de que se interesen en ella”.
Este CD es cantado tanto en español como el palenquero y en él quiso plasmar los
valores comunitarios de su pueblo “que están basados en la honestidad, la solidaridad y el espíritu colectivo”, subraya.
Ha sido uno de los grandes sueños de Louis Towers para enfrentar, entre tantas cosas, “el miedo de que la lengua de Palenque desaparezca y se pierdan las costumbres con las que crecí, la herencia que nos dejó Benkos Biohó”.