La actividad es constante en la Casa del Habano, ubicada en la céntrica avenida 23, esquina a P, en el Vedado. El dependiente no da abasto ante tantas preguntas y pedidos. Apenas son las 11 de la mañana de un día frío en esta Habana siempre cálida, pero ya a esa hora en el recinto se agrupan más de 20 extranjeros y también una pareja de cubanos que vive en Miami.

Todos quieren lo mismo: llevarse la mayor cantidad de Habanos, de diferentes marcas, al menor precio posible. No lo tendrán fácil, porque son caros; pero “más baratos” que en España, reconoce una señora que, con el acento, delata su nacionalidad. “Esto no para”, asegura el dependiente, con voz de cansancio, mientras explica, con paciente impaciencia, las características de un Cohiba y extiende luego a los cubanoamericanos su comprobante de compra, un requisito indispensable, porque luego, en la aduana estadounidense, tendrán que presentarlo para demostrar que no adquirieron más de 100 dólares en tabacos. Esta fue una de las primeras medidas que implementó la Administración Obama después del deshielo del 17 de diciembre de 2014. Ahora los estadounidenses y cubanoamericanos pueden llevar consigo tabaco y ron cubano, pero eso sí, “con moderación”.

La industria del tabaco es una de las más prósperas en Cuba. En 2015, Habanos S.A, una empresa mixta, propiedad de la estatal Cubatabaco y la española Altadis, del grupo inglés Imperial Tobacco Group PLC, reportó un crecimiento del 4% en sus niveles de venta que alcanzaron casi los 450 millones de dólares. Actualmente estos puros Premium—torcidos a mano— se comercializan en 165 países, menos en Estados Unidos, por causa del Embargo.

Además, Habanos cuenta con 140 tiendas especializadas, distribuidas en 106 ciudades de 61 naciones. La firma ostenta 27 marcas Premium, de ellas seis globales: Cohiba, Montecristo, Partagás, Romeo y Julieta, Hoyo de Monterrey y H. Upmann, las que generan cerca del 80% del total de ventas de Habanos.

Como sucede habitualmente desde hace 17 años, La Habana se convierte por estos días en capital de los puros Premium. El Festival del Habano se ha posicionado como el evento líder de los amantes de estos tabacos, quizás solo comparable con el Big Smoke, de Las Vegas. En esta edición, la número 18, los organizadores esperan la presencia de más de 1600 participantes (un nuevo récord), procedentes de 60 países, entre ellos, Estados Unidos. Vienen a degustar los puros, visitan las fábricas, las vegas en Pinar del Río y también hacen negocios, porque el Festival incluye una Feria Comercial.

Esta edición del Festival festejará los 50 años de la marca más emblemática de Habanos: Cohiba. Esta es una antigua palabra utilizada por los Taínos, pobladores originarios de Cuba, para definir a las hojas de tabaco enrolladas que ellos fumaban. Cohiba tiene cinco líneas, denominadas Clásica, 1492, Siglo VI, Maduro 5 y la Behike, la más exclusiva de todas.

El evento ha sido una pasarela de celebridades a lo largo de su historia. El año pasado, por ejemplo, la presencia de Paris Hilton y Naomi Campbell en La Habana causó furor en las redes sociales. Ahora los organizadores no adelantaron nombres de famosos que podrían estar, pero sí aseguraron la presentación de prestigiosos músicos como el cubano Chucho Valdés, la cantaora de flamenco española Estrella Morente y el compositor y cantante uruguayo Jorge Drexler, ganador de un Oscar y dos Grammy Latinos.

Las noches más importantes del Festival estarán dedicadas a dos marcas diferentes de Habano. En la Bienvenida será el momento para Hoyo de Monterrey, con su Reserva Cosecha 2012; mientras la Gala estará dedicada a Cohiba y tendrá la presencia de Valdés, Morente y Drexler

Al igual que en años anteriores, los organizadores realizarán el Concurso internacional Habanosommelier, que premia al “Maestro de Maestros”, o sea, al que sea capaz de lograr el maridaje ideal entre Habanos y las bebidas espirituosas y cocteles más conocidos del mundo.

Otro momento que promete ser muy interesante del Festival es la tercera edición del concurso internacional “la ceniza más larga”. En esta singular competición, los fumadores, en un gran ejercicio de paciencia, equilibrismo y fortaleza del cuello tratan de mantener la ceniza sobre el puro el mayor tiempo posible.

Los participantes en el Festival tendrán la posibilidad de entrar a la fábrica matriz de los Cohiba, ubicada en el Laguito, un lugar que, fuera de estos eventos, resulta verdaderamente complicado visitar. Además, se producirán los habituales tours por las áreas agrícolas de Pinar del Río. Las características especiales de la tierra en esa zona de Cuba influyen en que los Habanos cosechados en Vueltabajo sean tan especiales.

Entre las presentaciones más esperadas del Festival se encuentra el lanzamiento de la edición exclusiva de la marca Cuaba, que celebra sus dos décadas de existencia; mientras Montecristo, Romeo y Julieta y Trinidad mostrarán sus Ediciones Limitadas 2016 y la línea Habanos Añejados enseñará el Partagás Coronas Gordas Añejados y Hoyo de Monterrey Hermosos Nº4 Añejados.

El cierre tendrá, también como ha sido costumbre, una millonaria subasta de humidores. En ella, compradores de diferentes partes del mundo pujarán por estos artículos de lujo. Los organizadores volvieron a asegurar que los fondos recaudados serán donados al sistema cubano de Salud Pública.

Ninguno de los curiosos visitantes que trataba de encontrar los Habanos más baratos en la tienda especializada, en el corazón del Vedado habanero, aseguró conocer las características del Festival; pero esa tarde hicieron compras, cada uno, entre 50 y 80 pesos convertibles (CUC) [1 USD = 0,87 CUC]. “Esto no para”, repetía el vendedor, mientras contaba los billetes y entregaba el comprobante de venta. Así, día tras día, el negocio de extraer el aroma a los puros premium continúa su “saludable” curso, no solo en La Habana.