Jazzmeia Horn es la gran sensación de la escena jazz norteamericana. A sus 27 años ha irrumpido con la irreverencia del talento joven pero con la sabiduría de quien debe su conciencia musical a leyendas de la magnitud de Sarah Vaughan, Abbey Lincoln, Betty Carter o Cassandra Wilson.

Desde el respeto a los clásicos del jazz ha sabido crear su propia identidad musical, deudora de sus raíces africanas, que la emparenta también con otras artistas contemporáneas como la cantante neo-soul Erykah Badu.

De Horn han dicho que tiene un alma de la vieja escuela que evoca el clásico sonido de jazz de los años 50 y 60 al tiempo que imparte sabores más modernos como el gospel y el neo-soul. El legendario vocalista Jon Hendricks señaló recientemente que “Jazzmeia tiene una de las mejores voces que he oído en cuarenta años”.

Jazzmeia Horn y la llamada social

Jazzwise aseguró que se trataba de «uno de los debuts más poderosos de los últimos tiempos». John Garelick afirmó en The Boston Globe que “ella sabe cómo aterrizar en una sílaba y hacer que cuente de una manera que de vida a toda una letra”.

Lo cierto es que no se recuerda una irrupción tan impactante en mucho tiempo en la escena jazz. Con solo un disco en el mercado, “A Social Call” (Una llamada social), publicado en 2017, Horn ha sido merecedora de un interminable catálogo de elogios y críticas positivas.

La nueva música afrolatina es tendencia y ha venido para quedarse

Las más prestigiosas publicaciones de jazz han destacado su prodigiosa voz y su capacidad para generar nuevas atmósferas en las que cohabitan una visión moderna del género y un profundo respeto por la tradición vocal. El álbum fue nominado para un Premio Grammy en la categoría de Mejor Álbum Vocal de Jazz.

“A Social Call”, un disco panorámico en épocas, estilos y registros, fue grabado dos años después de que Horn ganara el prestigioso Thelonious Monk Institute International Jazz Competition, posiblemente el mayor galardón para los artistas de jazz emergentes. Los ganadores reciben un contrato de grabación con el histórico sello Prestige, filial de Concord Music Group.

Jazzmeia es el jazz clásico y el moderno

The New York Times dijo de la ópera prima de Jazzmeia que se trata de un viaje por el jazz actual. Eso incluye algunos de los R&B más inspiradores de los años 60 y 70, espirituales negros y, por supuesto, estándares. Sus influencias incluyen claramente a los cantantes contemporáneos, desde Cassandra Wilson a Erykah Badu, así como a los principales artistas de mediados del siglo XX.

El periodista de la prestigiosa Jazziz, Matt Micucci, asegura que la joven artista nacida en Dallas “se ha ganado una reputación por sus actuaciones llenas de narración, canto e improvisación brillante”.

Según All Guide Music, la cantante tejana es «una intérprete virtuosa al mando de un instrumento muy poderoso con habilidades vocales titánicas que se combinan con su profundidad de carácter y su propósito artístico».

La personalidad de la artista, expresada en sus canciones y en sus declaraciones, muestra además un compromiso social poco habitual en una escena que se siente bastante cómoda en la abstracción. Esa conciencia tiene que ver con sus raíces africanas, que están muy presentes tanto en su música como en su propia forma de vestir.

Horn explora en el jazz su herencia africana

En una entrevista a Fairfax Count Times, Jazzmeia Horn reconoció que «no sabía mucho sobre la cultura y antropología africanas porque los libros que me dieron en la escuela secundaria no tenían datos hermosos y positivos sobre los africanos y la forma en que se vestían». Esa ausencia de referentes en la infancia la ha querido compensar en la edad adulta a través de su arte.

En la misma entrevista declaraba que todas las canciones de «A Social Call» tienen un doble significado. “Todas fueron compuestas y grabadas antes de que yo naciera, pero la realidad detrás de la injusticia social que existía antes de que yo naciera se convirtió en parte de mi realidad el día en que nací. Canciones como «Tight» no necesariamente significan un hombre; podría significar aferrarse a un estado mental positivo”.

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Nacida en una familia de larga tradición musical, su madre era una cantante de gospel, su padre un baterista y su abuela una pianista de góspel. Horn soñaba con estar en un escenario desde los tres años, cuando cantaba en el coro de la iglesia bautista de su abuelo en Dallas.

Proveniente de un fondo musical que incluía no solo gospel, sino también soul, pop y R&B, Horn asistió a la Escuela Booker T. Washington para las Artes Escénicas y Visuales, “que es donde encontré y descubrí el jazz, o donde el jazz me encontró y me descubrió», señalaba hace unas semanas a The Boston Globe.

Después de escuchar un CD recopilatorio que le había regalado un amigo con una serie de vocalistas cñasicas, descubrir la voz de Vaughn provocó un terremoto en el alma de la entonces adolescente artista. Desde ese día supo que el jazz era el camino que quería explorar.

En 2017, lanzó su álbum de debut, «A Social Call», que Downbeat Magazine describió como un «equilibrio hábil entre el jazz de mediados de siglo y el neo-soul contemporáneo». Horn recibió al año siguiente su primera nominación al Grammy en la categoría de “Mejor álbum de Jazz vocal». En la ceremonia de entrega recibió una gran ovación por poner su toque creativo en «Moanin» de Bobby Timmons.

El siguiente paso para Horn es el lanzamiento de su segundo álbum este verano, del que ya anuncia que “no será tan político como el primero. En su lugar, hablaré sobre el amor y la liberación”, ha avanzado. Todas las canciones serán composiciones originales.

Incluirá también más poesía, una faceta que suele liberar sobre el escenario en sus concierto. «Estoy eligiendo el reino consciente para verte, elijo verte con mi ‘tercer ojo'», dice. Ella relaciona su poesía con el habla negra. «En la comunidad negra tenemos una tendencia a decir ‘te siento’ mucho, porque honra a una persona más que ‘te veo’ o ‘te entiendo’. No ‘entendemos’ a las personas, no ‘No nos paremos debajo de las personas, estamos con ellos». Es similar, dice, a decir» Sé feliz «.