Ya habíamos reseñado su arte hiperreal, y fue un artículo que nuestros lectores de PanamericanWorld visitaron y compartieron muchísimo, así que era una obligación saber más del joven que con tan sólo 19 años, ha despertado el interés de cientos de publicaciones y ha generado su propia ola en las redes sociales.

Redosking, como es conocido en el mundo artístico, o José Vergara por su nombre de pila, abrió para nosotros su mundo, un mundo que seguramente dará mucho qué hablar, no solo por su talento excepcional que salta a la vista, sino porque él simboliza lo mejor de una nueva generación que sin renunciar a las nueva tecnologías mantiene un lazo intacto con el mundo real.  También es parte de lo mejor que la herencia hispana está dejando en Estados Unidos; ese es nuestro personaje.

“Yo nací en México D.F. el 20 de agosto de 1994, y viví en este país durante 6 años, pero por problemas de inseguridad me mudé con mi familia para España, específicamente a  Madrid. Allí viví 12 años, lo cual me hace probablemente más español que mexicano”, nos cuenta este hijo de empresarios mexicanos. Sus padres en la actualidad viven con José y sus dos hermanos en un pequeño pueblo de Texas, en Estados Unidos; aquí se dedican a la administración de tres restaurantes.

Redosking nunca había asistido a clases de dibujo o pintura, aunque recuerda siempre haber tenido el interés, pero hubo un evento definitivo para definir su vocación, esas vueltas de la vida: “siempre he dibujado, lo he hecho toda mi vida, pero estando en España, cuando tenía 8 años me caí jugando en unos columpios, y me fracturé el brazo derecho, estuve mucho tiempo en el hospital, me hicieron muchas operaciones, y pues con todo el tiempo que tenía me puse a dibujar con la mano izquierda, y dibujé y dibujé, dibujaba la habitación, lo que veía, mi mundo, solo para pasar el rato”.

Pero el signo de los grandes artistas está allí, la dedicación, el empuje y todo lo que ha desencadenado que de un año a esta parte su mundo cambie. “Es una pasión, en mi tiempo libre es lo único que hago, aun en mi tiempo de estudio dibujar es lo que me gusta, en mis tardes libres viendo televisión, en un aeropuerto, en las salas de espera”.

El año pasado su entrada en el College,  y con ello su primera clase formal de arte, originó el encuentro con una técnica, con un estímulo, con la apertura de un camino: “Comencé a ver justo el año pasado mis primeras clases de arte, básicas, una de las tareas era usar lápices de colores prismacolor para hacer una cara, un rostro con creyones. Los compré para hacer la tarea y me encantó”.

Así inició esta etapa hiperreal, “Yo me sorprendí porque me gustó mucho el material, los resultados fueron muy buenos. Aún no había empezado con los ojos. A partir de allí empecé este tema, me hice la cuenta en Instagram, vi muchos dibujos de ojos, me quedé fascinado con lo buena que es la gente pintando, y decidí hacer los míos”.

“Estaba tan emocionado de dibujar un ojo, quería que quedara como la foto, lo más parecido posible, luego lo más realista posible. Para hacer el primer ojo hice muchísimos antes de hacer el bueno -Redosking recuerda- borré miles de veces, probé varias técnicas”.

En menos de lo que él esperaba ha conseguido que en Instagram lo sigan hasta la fecha 22.222 personas, casi 8 mil en Facebook y a penas está comenzando su perfil en Twitter. “Nunca me habían gustado las redes sociales, siempre he sido muy tradicional, prefiero salir al parque y dar un paseo que quedarme con el teléfono, pero me intereso saber lo que realmente era tener un perfil en una red social, y el año pasado me hice un Instagram. Y me encantó ver miles de artistas diferentes compartiendo su trabajo, intentando darse a conocer, y me encantó la manera en que comparten sus trabajos, sus técnicas. Les comentas y te responden y te ayudan como sea”.

Por eso José insiste en compartir paso a paso todos sus descubrimientos. Su público está creciendo con él, “Nunca pensé que iba a crecer tanto en tampoco tiempo, fue realmente un impacto para mí”.

“Me siento absolutamente halagado y feliz de que a la gente le guste mi trabajo”, nos comenta José.

Conversando imaginamos juntos cómo hubiera sido la relación de los grandes -un Da Vinci, Picasso, Dalí…- con las redes sociales. Le preguntamos si creía que las hubieran usado, a lo que asintió: “sí, creo que lo hubieran hecho, que hubieran tratado de llegar a más gente, hubiera sido muy grande”. Ellos lo inspiran tanto, como los grandes graffiteros. De ese mundo del arte urbano y del Hip Hop se enamoró en España.

En el caso de José esta forma de relación nueva con un público creciente, diverso e interactivo, hace que también su trabajo de artista responda a los intereses de éste. “Mis ojos tienen cada uno más de 3 mil likes. Ya me los encargan, y estoy vendiendo algún material”.

Sin embargo, aunque agradecido con su Universidad por el enfoque y las herramientas que le ha otorgado, Redosking quiere ir a alguna de las renombradas escuelas de Chicago o Nueva York.  También en una ciudad más grande puede llegar su primera exposición.

Siente que tiene muchas cosas en común con los chicos de su edad, pero a la vez su mundo tiene otros matices,  “Me gusta lo que le gusta a mis amigos, pero creo que también me salgo un poco del perfil”.

Se sabe hispano y honra a cada paso sus países de origen, México y España. Nos dice sin dudas que este es su camino, ya lo decidió. Como artista siempre estará en la búsqueda de estilo, y cuando lo encuentre, de desarrollarlo.