Latinoamérica, en distintas épocas de la historia, ha vivido migraciones alemanas, especialmente durante el siglo XIX, donde Venezuela fue uno de los muchos destinos del continente Americano, siendo en la actualidad uno de los menos conocidos en el mundo. Su llegada al país, a diferencia de muchos otros países vecinos, no fue a causa de la guerra o por persecuciones políticas o religiosas, sino más que todo para impulsar la migración e incrementar la colonia de agricultores que tanto necesitaba esta nación.

Sus tradiciones, y el impacto causado en la cultura venezolana, aún se mantienen décadas después; tradiciones como el Oktoberfest, y comidas típicas como sus salchichas y la cerveza, son algunos de los platos típicos alemanes que diariamente se observan entre sus habitantes.

La Colonia Tovar es un sitio mágico, dado su ubicación aislada del resto de las grandes ciudades de Venezuela; pero, sobre todo, por la historia y la forma en que se originó su asentamiento en el estado Aragua, lugar donde residen en la actualidad, con claras y notorias manifestaciones culturales que evidencian sus raíces germánicas, además de una obvia mezcla de cultura venezolana, atracción que causa visitas diarias desde todas partes del país.

En la actualidad, la Colonia Tovar es sinónimo de riqueza cultural, asentada a tan solo 56 kilómetros de Caracas, con acceso desde el estado la Guaira, Caracas, Los Teques y la Victoria, es sin duda un sitio que ha logrado prevalecer en el tiempo.

Agustín Codazzi, padre fundador de la Colonia Tovar

La Colonia Tovar fue creada, a diferencia de muchas ciudades que se formaron en Venezuela, por una iniciativa del entonces presidente, José Antonio Páez. La idea era simple: repoblar la zona e incentivar la siembra a nivel nacional con la ayuda de inmigrantes europeos, específicamente alemanes, quienes tenían tradición y vocación agrícola y minera.

Primera generación de Colonos en Colonia Toviar, antiguamente conocida como Palmar del Tuy. Foto: IAISPK

Por lo que, en 1840 se puso en marcha el intercambio cultural: Primero se seleccionó a un grupo compuesto por 389 inmigrantes alemanes, donde 239 eran hombres y 150 mujeres; y posteriormente el establecimiento apropiado para dicha colonia, a 60 km al oeste de Caracas, en los terrenos de Martín de Tovar.

Sin embargo, pese a que el viaje estaba financiado en pro del desarrollo agrícola del país, su ejecución no fue tan simple. La cuestión era trasladar a un grupo de un país a otro, además de la topografía del terreno, y para la difícil tarea el ministro del Interior de ese entonces, Ángel Quintero, seleccionó a Agustín Codazzí para que se encargará de cumplir el proyecto.

Agustín Codazzi fue un prominente cartógrafo italiano en Venezuela, que para entonces era reconocido por su excepcional conocimiento de provincias en el país. Sin embargo, realizar reconocimientos y ubicar el terreno ideal para el asentamiento de una nueva colonia, requería de la ayuda de un explorador, razón por la cual se suscitó la colaboración con el famoso alemán, Alexander von Humboldt.

La zona más prometedora, entre las distintas expediciones que hicieron Codazzi y Humboldt, se ubicaba en una zona montañosa en la parte más alta de Aragua, en los terrenos propiedad de Manuel Felipe Tovar. Una ubicación ideal por su clima frío, similar a las condiciones climáticas de Kaiserstuhl, Gran Ducado de Baden, Alemania.

Codazzi, como responsable de la expedición, debía elegir a los colonos y preparar el sitio para la llegada de sus nuevos habitantes. Para ello, bajo el mando de Alejandro Benitz, creó una empresa que se encargaría de seleccionar y trasladar a los alemanes desde la ciudad de Endingen, en Kaiserstuhl, hasta Aragua, Venezuela.

La antigua escuelita en 1916, en plena construcción junto a los primeros colonos alemanes de Venezuela. Fuente: IAISPK/Leopoldo Jahn.

Mientras tanto, entre los muchos preparativos para la llegada de los nuevos colonos, el 14 de octubre de 1841 se nombró oficialmente la nueva colonia como Palmar del Tuy (en honor a Felipe Tovar). Cabe recalcar, que a pesar de ser considerado el padre fundador de este tradicional e importante municipio, Codazzi partió de la comunidad en 1845, que de acuerdo a los rumores de la época, se debió a una mala administración. No obstante, a pesar de los rumores de la partida de Codazzi, en la actualidad aún quedan vestigios de la casa de Codazzi, llamada hoy Villa Jahn, una valiosa parte de la historia de la colonia que representa su fundación.

Desde la Guaira hasta Aragua, el recorrido de los primeros colonos de la Colonia Tovar

La travesía de los primeros 389 colonos alemanes a Venezuela se remonta a 1843, año que partieron de Alemania a Francia, hasta finalmente, tras tres meses de viaje, llegar el 4 de marzo de 1843 a las costas venezolanas.

El plan de Agustín consistía en que el grupo desembarcara en la Guaira, dado su estratégica ubicación con Palmar del Tuy, pero tras un desafortunado brote de viruela, el grupo fue trasladado y sometido a un mes en cuarentena en Choroní. No fue sino hasta el 31 de marzo de 1843, que el gobierno venezolano autorizó el desembarco para que continuaran con su viaje hacia Aragua, a 120 km de distancia.

En ese entonces, en Venezuela no existía ningún tipo de transporte, por tanto, el grupo fue obligado a recorrer a pie las ciudades de la Victoria y Maracay, donde fueron homenajeados y recibidos por el presidente Páez, hasta finalmente llegar a Aragua el 8 de abril de 1843.

Otra increíble tradición venezolana poco conocida son los Diablos danzantes de Yare, la primera cofradía venezolana y del continente americano.

Folklore y estilo de vida: un antes y un después

La Colonia Tovar es un paraje venezolano de gran belleza natural, que atrae turismo cada año, debido a su inusual historia y cultura. No obstante, sus tradicionales costumbres y viviendas alemanas  con su característico diseño fachwerk y calles estilo europeo que se pueden ver en la actualidad, difieren mucho de sus antepasados.

La culminación de la antigua escuela en 1934. Fuente: IAISPK.

Inicialmente, la colonia desarrolló la comunidad con fines de cultivo, que aún hoy día mantienen; su principal motor productivo era el café, para posteriormente dedicarse también a la siembra de vegetales, frutas y flores, que vendían a muchas partes del país, entre ellos la Victoria y Caracas.

Si bien sus habitantes estaban logrando los objetivos de su migración, y la población seguía creciendo, alcanzando para 1920, 850 habitantes, dentro de la misma comunidad se estaba suscitando un problema, la endogamia, generado por el cambio radical de cultura al que fueron sometidos los colones, lo que dificulto el idioma y la adaptación de las costumbres propias del país.

Para entonces, la Colonia Tovar para 1940 era una comunidad cerrada, de la que poco se conocía, pero gracias a la expansión del ferrocarril y creación de nuevos caminos pavimentados, la comunidad finalmente fue promulgada como zona turística en 1964.

Los inmigrantes alemanes en su búsqueda de adaptar sus estilos de vida, comenzaron a explotar la industria artesanal y hotelera para los turistas. Poco a poco fueron desarrollando su vida hasta ser lo que son hoy día, con la diferencia que muchas de sus antiguas tradiciones desaparecieron, así como la reforma de parte de sus viviendas originales, estando entre ellas la antigua escuela.

Las coloridas casas estilo alemán, además del cultivo y platos típicos como la cerveza artesanal, primera de su tipo en el país; adicional a su tradicional dialecto germánico, proveniente de Kaisersthul; y las representativas salchichas, es lo que se puede visualizar en la comunidad en la actualidad, siendo uno de los pocos rasgos de las antiguas tradiciones de los primeros colonos.

Obviamente con la apertura del sector turístico, la comunidad fue adaptando nuevas tradiciones alemanas, estando entre ellos el famoso Oktoberfest y, por supuesto, su tradicional Jokili, un festejo oriundo del sur de Alemania desde el siglo XVIII, y traída a Venezuela en 1974 por Pablo Dürr.

Si bien la Colonia Tovar ha sido escenario de muchos cambios, es sin duda un ejemplo de cómo las tradiciones se mantienen y se adaptan a los cambios generacionales de un país.

Manteniendo viva su tradición de generación en generación

A pesar de que ya han pasado casi 200 años desde la fundación de la Colonia Tovar, sus antiguos vestigios aún se pueden disfrutar entre los últimos descendientes vivos. No solo el municipio es un gran atractivo turístico, son los mayores productores de hortalizas en Venezuela, responsables del 80% de la producción de frutas y vegetales (melocotones, zanahorias, brócoli, etc.) que forma parte de la dieta del venezolano, en razón del bloqueo económico impuesto, que no permiten la importación de este tipo de productos perecederos.

Ahora bien, la quinta y sexta generación de estos colonos alemanes, procuran mantener sus antiguas tradiciones, así como su historia. Son totalmente autosuficientes, ya que viven de la agricultura y los manantiales naturales que provienen de la montaña, y que alimentan sus sembradíos.

En el lugar aún se logra comer las típicas salchichas alemanas, receta original que se preserva por los descendientes de los primeros colonos alemanes. Además, ofrecen recorridos por toda la colonia, ofreciendo de la mano de un descendiente directo, Martin Kansler, la historia de sus antepasados.

¿Qué hace tan especial la Colonia Tovar? Entre las fresas con crema, pintorescos paisajes, hasta platos típicos de la zona inspirados en sus raíces germánicas, como el repollo encurtido y vino artesanal con sabores audaces; la Colonia Tovar es sin duda un ejemplo vivo de la fusión de dos culturas muy diferentes entre sí, que sin duda ha logrado sacar lo mejor del otro para prevalecer en el tiempo.