En un escenario global donde la música cubana ha dejado huellas profundas, está muy bien posicionada una figura que reinterpreta y reinventa los ritmos tradicionales. Cimafunk, el nombre artístico de Erik Alejandro Iglesias Rodríguez, no es solo un músico, sino un fenómeno cultural que ha sacudido la escena internacional con su fusión única de ritmos caribeños, funk, Afrobeat y hip-hop. Este cubano de 35 años ha logrado lo que pocos artistas de su país han conseguido: llevar el sonido afro-cubano a festivales icónicos como Coachella y marcar así un hito en la historia musical de Cuba.
¿Quién es Cimafunk?
Nacido el 7 de abril de 1989 en Pinar del Río, Cuba, Erik Iglesias creció en una familia de médicos. Sin embargo, desde joven sintió que su destino no estaba en la medicina, sino en la música. Inspirado por sus raíces africanas y la rica herencia cultural de su país, Erik adoptó el nombre Cimafunk como un homenaje a los cimarrones, esclavos fugitivos que se refugiaban en las montañas, simbolizando libertad y resistencia. Así comenzó su viaje como Cimafunk, un artista comprometido con llevar la identidad afrolatina a los escenarios del mundo.
La fusión de ritmos y cultura
Cimafunk no se conforma con seguir las reglas de la música tradicional. Su propuesta es una fusión audaz de géneros que rompe barreras, mezcla culturas y crea un sonido fresco y vibrante. Desde que lanzó su primer álbum «Terapia» en 2017, Cimafunk ha demostrado su capacidad para combinar elementos del funk estadounidense con los sonidos afrocubanos y caribeños. Canciones como “Me Voy” no solo se han convertido en himnos dentro de Cuba, sino que también han capturado la atención de audiencias internacionales.
El camino al éxito internacional
El ascenso de Cimafunk ha sido meteórico. Su primer gran paso hacia la fama internacional ocurrió en 2019 cuando fue incluido en la lista de Billboard como uno de los artistas latinos a seguir. Ese mismo año, comenzó una gira por Estados Unidos que lo llevó a actuar en escenarios icónicos como el Blue Note de Nueva York. Además, compartió escenario con figuras tan influyentes como Chucho Valdés, Omara Portuondo y la Orquesta Aragón.
Sin embargo, uno de sus mayores logros llegó en 2024, cuando se convirtió en el primer cubano en actuar en el festival de Coachella. Su presentación no solo fue un espectáculo de energía y ritmo, sino también una declaración de la fuerza y versatilidad de la música cubana contemporánea. Cimafunk llevó consigo a su banda, The Tribe, y juntos ofrecieron un show eléctrico que resonó entre los asistentes, consolidando su estatus como un artista de renombre mundial.
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La filosofía de Cimafunk: música para el cuerpo y el alma
El nombre de su más reciente álbum, “Pa’ Tu Cuerpa” (2024), refleja perfectamente la filosofía detrás de su música. Para Cimafunk, sus canciones son una experiencia tanto física como espiritual. En sus propias palabras, sus actuaciones en vivo son “sanadoras”, donde el público puede desconectar de las preocupaciones diarias y sumergirse en una experiencia de pura energía y bienestar.
Este concepto de la música como una forma de curación ha sido clave para su éxito. Según el propio Cimafunk, en cada concierto busca que el público no solo baile, sino que también viva una experiencia liberadora, donde se conecten cuerpo y alma a través del ritmo.
Innovación y colaboraciones: el sello único de Cimafunk
Uno de los aspectos que más destacan en Cimafunk es su habilidad para innovar sin perder su esencia. Desde su debut, ha sabido evolucionar, siempre manteniéndose fiel a sus raíces cubanas. Su música es una constante exploración de ritmos y géneros, y su proceso creativo está marcado por la experimentación. Cimafunk prueba sus canciones en vivo antes de darles su forma definitiva, asegurándose de que cada tema conecte con su audiencia de manera auténtica.
Además, ha contado con la colaboración de grandes nombres del funk y la música afrolatina, como George Clinton, Monsieur Periné y Trombone Shorty, quienes han añadido capas de profundidad a su música. Estas colaboraciones han permitido que Cimafunk siga creciendo como artista, sin perder de vista la esencia de lo que lo hace único: su capacidad para mezclar géneros y crear un sonido que es tan moderno como profundamente arraigado en la tradición cubana.
El prometedor futuro de Cimafunk
El éxito de Cimafunk en el ámbito internacional no muestra signos de detenerse. Con nuevas giras y planes para nuevos videoclips y producciones musicales, Cimafunk sigue consolidándose como uno de los artistas más innovadores y emocionantes de la música contemporánea. Más allá de sus éxitos comerciales, su verdadero legado reside en su capacidad para reinterpretar y revitalizar la música cubana, llevando su mensaje de libertad, alegría y sanación a audiencias globales.
Aunque su música es lo que lo ha catapultado a la fama, Cimafunk es mucho más que un músico. Es un artista con una visión clara de su identidad y su lugar en el mundo. Su conexión con la cultura cimarrona y la negritud no es solo una bandera que enarbola, sino una realidad que vive y respira en cada una de sus composiciones. En un mundo donde las barreras culturales a menudo dividen, Cimafunk crea puentes a través de su arte, uniendo a personas de todas partes con el poder de la música.