Cienfuegos es, sin discusión, una de las ciudades más lindas de Cuba. Bien llamada la Perla del Sur, una canción del ícono de la música cubana Benny Moré, la inmortalizó en sus letras como “la ciudad que más me gusta a mí”.

“No imagino mi vida en otro lugar”, dice Ángel Luis Oliva, un cienfueguero orgulloso. “He estado en otros lugares del mundo, e incluso estudié en la Universidad de La Habana, pero nunca pude vivir en otra parte”.

Así le pasa a muchos habitantes de Cienfuegos. Destacadas personalidades del arte y las ciencias han permanecido en esta ciudad a pesar de encontrar en la capital de Cuba mejores oportunidades profesionales.

La ciudad que cantaba Benny Moré

Lázaro García, una de las figuras más importantes del movimiento de la nueva trova declaró a la prensa que Cienfuegos es la ciudad donde necesita vivir. El artista reconoce que además del amor y la familia, necesito el malecón, la gente, las edificaciones de la ciudad”.

Sin miedo a las desventajas del fatalismo geográfico, como él, otros artistas han enrumbado su carrera desde “la linda ciudad del mar”, epíteto con el cual también se le conoce a Cienfuegos.

Cienfuegos
Atardecer:  Muchas personas coinciden en que una de las vistas más hermosas de Cienfuegos son sus atardeceres. Foto: Glenda Bozo

Trovadores como Nelson Valdés y los hermanos Pedro y Roberto Novo o los escritores Marcial Gala y Atilio Caballero, por solo mencionar algunos de los más contemporáneos, han evocado en sus obras los encantos de la ciudad de Cienfuegos.

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Y en Cienfuegos me quedé…

A pesar de las atractivas propuestas de trabajo que genera Cienfuegos por industrias como la Refinería de Petróleo, la Termoeléctrica, La Fábrica de Cemento, o el todavía soñado Polo Petroquímico, no figura este territorio en las provincias más receptoras del país, en cuya lista según el Censo de Población y Vivienda de 2012, ocupaba el noveno lugar.

Por el contrario, es precisamente Cienfuegos, según esos datos publicados por la ONEI, uno de los lugares de menor migración hacia otras regiones.

Estos indicadores podrían traducirse en la conformidad de sus habitantes con el estilo de vida, desarrollo local, atenciones sociales y opciones de trabajo, en comparación con otros sitios.

Cienfuegos
Entre las curiosidades de la catedral de Cienfuegos resalta la asimetría de sus campanarios. Foto: Glenda Boza

Algunos estudiosos aseguran que en el caso de Cienfuegos la inmigración puede contribuir a su desarrollo económico teniendo en cuenta que es esta la segunda provincia con menor población del país y un alto nivel de industrialización.

Precisamente muchos de los “no nativos” que se han mudado hacia esta ciudad, lo han hecho tras mejores opciones de empleo.

Pedro Romero Figueroa, llegó en 2002, procedente de Santiago de Cuba, cuando por allá fueron a buscar fuerza laboral.

“Vine solo y tuve que albergarme. Llevo 16 años viviendo aquí y ahora finalmente me dieron una casa. Podré entonces traer a mi familia y dedicarme a la agricultura”.

A las labores del campo también se dedica Nelvis Barroso Batista, quien llegó hasta aquí buscando mejor atención médica para su hijo con insuficiencia renal.

Cienfuegos
Conocida también como ciudad de las cúpulas, uno de los edificios arquitectónicos más hermosos del centro de la ciudad es el Palacio de Goitizolo. Foto: Glenda Boza

“No es que allá en San Luis, Santiago de Cuba, no hubiera, pero aquí en Cienfuegos es definitivamente mejor. Mi vida cambió. No solo encontré tratamiento para mi hijo, sino que además aquí me dieron las tierras que siempre allá me negaron. Ahora soy independiente y feliz.”

Miles de historias podrían contarse como estas, de esa gente que se enorgullece del lugar donde nació, pero reconoce que “echar para adelante en Cienfuegos, a cualquier precio, ha sido lo mejor que les ha pasado en la vida”.

Cienfuegos celebra su bicentenario

En plena celebración de su bicentenario Cienfuegos se yergue majestuosa entre las ciudades de Cuba. Muchos epítetos remarcan su hermosura, pero ninguno tan cierto como “la linda ciudad del mar”.

Cienfuegos

Así lo reconoció la UNESCO en 2005, cuando declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad al Centro Histórico de Cienfuegos “por ser el primer y excepcional ejemplo de un conjunto arquitectónico representativo de las nuevas ideas de modernidad, higiene y orden, en el planeamiento urbano desarrollado en América Latina del siglo XIX”.

El malecón que bordea parte de su bahía; el Paseo del Prado más largo de Cuba; la arquitectura ecléctica que combina tradición y modernidad; y hasta las torres industriales, visibles a lo lejos; son elementos imposibles de olvidar cuando se habla o se le canta a Cienfuegos.

Incluso, sus dos cementerios, declarados Monumento Nacional y Patrimonio Funerario al aire libre, sirven de ambientación para fotos de bodas y fiestas de 15, sin dejar que las supersticiones opaquen la belleza y peculiaridad de estos camposantos.  

Carlos González Dávila, al frente de KToque estudio, uno de los negocios fotográficos privados más importantes de Cienfuegos, reconoce que también puede convertir en fotos alegres aquellas cuya locación principal son las hermosas bóvedas, las esculturas de mármol casi perfectas, y la aún perceptible belleza en las tumbas y las rejas herrumbrosas, desechas por el tiempo y el salitre.

Solo contemplándola, ya sea en fotos, videos o personalmente, es posible reconocer por qué en esta ciudad fundada por franceses y entre las más jóvenes y modernas de Cuba, Benny Moré cantó una vez, “en Cienfuegos me quedé”.

Artículo escrito por Glenda Boza. PanamericanWorld / Cuba