El turismo sostenible en el Caribe ha emergido como un motor de cambio. Durante 2024 se observaron avances significativos que, combinados con inversiones estratégicas y nuevas políticas de desarrollo, han sentado las bases para un modelo turístico más responsable, resiliente y diversificado.
Contexto y antecedentes
La recuperación del turismo tras la pandemia ha sido particularmente notable en el Caribe. Según el informe «Caribbean Tourism Performance Review 2023», la región registró un crecimiento del 14,3% en las llegadas de pernoctaciones internacionales durante 2023, alcanzando aproximadamente 32,2 millones de visitas, lo que ha permitido que varios destinos superen incluso los niveles pre-pandemia en ciertos indicadores.
Este repunte se debe, en gran parte, a la mejora en la conectividad aérea, a campañas de marketing estratégico y a la diversificación de la oferta turística, donde se han incorporado experiencias culturales y ecológicas de alta calidad. Sin embargo, el crecimiento también ha evidenciado la necesidad de consolidar infraestructuras y de implementar políticas de sostenibilidad que garanticen una explotación responsable de los recursos naturales y culturales.
Los cinco pilares del turismo sostenible
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha identificado cinco pilares esenciales para lograr un turismo sostenible con un enfoque territorial:
- Económico: Fomentar la inversión en infraestructura resiliente y diversificar la oferta para fortalecer la competitividad del sector.
- Ambiental: Implementar tecnologías limpias, energías renovables y sistemas de gestión de residuos para minimizar la huella ecológica del turismo.
- Social: Promover la inclusión y el desarrollo de comunidades locales a través de empleos dignos y capacitación.
- Cultural: Respetar y poner en valor la identidad y tradiciones locales como elementos clave del turismo.
- Gobernanza: Mejorar la coordinación entre actores públicos y privados para garantizar la sostenibilidad del sector.
Impactos económicos, ambientales y sociales
El turismo representa una fuente vital de ingresos para muchas economías caribeñas. En destinos como Cartagena, por ejemplo, el Ayuntamiento ha invertido más de 4 millones de euros en proyectos orientados a mejorar la calidad y la sostenibilidad turística, modernizando infraestructuras y desarrollando nuevas iniciativas que refuercen el atractivo de la ciudad durante todo el año. Estas inversiones no solo potencian la competitividad regional, sino que también generan empleo y dinamizan la economía local.
Impacto ambiental
Las prácticas sostenibles han permitido reducir la huella ecológica de las operaciones turísticas. La adopción de tecnologías limpias, el uso de energías renovables y la implementación de sistemas de gestión de residuos son algunos de los pilares que están transformando el sector. Proyectos en islas como Aruba y Curazao han demostrado que es posible combinar la actividad turística con la preservación de ecosistemas frágiles como arrecifes de coral y manglares.
Impacto social y cultural
El turismo sostenible promueve la inclusión y el fortalecimiento de las comunidades locales. Iniciativas como el aviturismo en Colombia han generado importantes beneficios sociales y culturales. Por ejemplo, el auge en el avistamiento de aves ha impulsado la economía de comunidades rurales, generando empleo a través de la capacitación de guías y la puesta en valor del conocimiento ecológico tradicional. Asimismo, se ha fortalecido la identidad cultural de la región al integrar tradiciones locales en la oferta turística.

Iniciativas innovadoras y ejemplos regionales
Cuba, inversión y retos en un entorno desafiante
A pesar de una crisis económica marcada por apagones y problemas de suministro, cadenas hoteleras como Meliá han reafirmado su apuesta por Cuba. La empresa ha incrementado sus inversiones en infraestructura hotelera, ampliando su cartera y modernizando sus instalaciones mediante la adopción de energías renovables y otras prácticas sostenibles.
República Dominicana, diversificación y marca turística
El país ha presentado una nueva estrategia de branding que enfatiza su diversidad cultural y natural, más allá del tradicional «sol y playa». Se han impulsado destinos como Miches, Samaná y Santiago, con el objetivo de captar nuevos segmentos de mercado y reforzar la imagen de la nación como un destino sostenible.
Ecoturismo en Honduras, un modelo de conservación
Honduras destaca por sus experiencias ecoturísticas en parques nacionales como Pico Bonito y la Laguna de Cacao. Estas iniciativas no solo fomentan la conservación ambiental, sino que también generan oportunidades económicas para comunidades locales.
Aviturismo en Colombia, conservación y economía local
Colombia se ha consolidado como un destino líder en aviturismo, impulsando la conservación de bosques y hábitats naturales mediante el turismo responsable.
Gestión del Sargazo en República Dominicana, innovación y sostenibilidad
El país ha desarrollado soluciones innovadoras para mitigar los impactos del sargazo, transformándolo en bioestimulantes y bioplásticos, lo que refuerza el compromiso ambiental y abre nuevas oportunidades de negocio.
Retos y desafíos persistentes
A pesar de los avances, el camino hacia un turismo plenamente sostenible en el Caribe aún enfrenta varios desafíos:
- Infraestructura Insuficiente: La modernización de infraestructuras es crucial para manejar el crecimiento de visitantes sin comprometer el entorno.
- Riesgo de Sobreexplotación y Greenwashing: El crecimiento turístico puede llevar a la sobreexplotación de recursos naturales y culturales, además de la implementación de prácticas de marketing engañosas.
- Desafíos Económicos en Entornos Vulnerables: La crisis económica en países como Cuba limita la capacidad del sector para implementar estrategias sostenibles efectivas.
- Coordinación entre Sectores: La colaboración entre el sector público y privado, así como el acceso a financiamiento internacional, son clave para consolidar logros.
Perspectivas futuras
Mirando hacia el futuro, se espera que el turismo sostenible en el Caribe siga creciendo de manera constante, integrando la protección ambiental, la innovación tecnológica y el empoderamiento de las comunidades locales. La implementación de los cinco pilares de la CEPAL será fundamental para garantizar un desarrollo turístico equilibrado, sostenible e inclusivo.
En definitiva, el Caribe se encuentra en una encrucijada donde la transformación hacia un modelo turístico sostenible no solo es posible, sino necesaria. Con iniciativas innovadoras, inversión estratégica y un compromiso firme con la preservación ambiental y cultural, la región está sentando las bases para un futuro prometedor en el que el turismo se convierta en una herramienta de desarrollo inclusivo y respetuoso con el planeta.
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