América Latina es todavía una oportunidad para el mundo de las startups. Mientras que en Estados Unidos o en Europa este tipo de compañías son mucho más habituales, en esta zona todavía se contempla como algo novedoso e incierto. En los últimos dos años se crearon más de 23.000 startups en la región, siendo Brasil el país que más tiene seguido de México y Chile. Se espera que en los próximos meses este número solo haga que aumentar y, por ese motivo, en este artículo repasaremos las tendencias que siguen estos negocios tecnológicos de nueva creación.

Uno de los que lleva tiempo entre nosotros y que poco a poco se va consolidando en algunos ámbitos es la realidad virtual y la creación de experiencias inmersivas. Lo que empezó siendo una apuesta por la industria de los videojuegos, se ha ganado un hueco en el ámbito industrial o del turismo, por poner dos ejemplos. Aun así, sigue siendo el sector del ocio donde la podemos ver con más asiduidad, con plataformas especializadas que proponen, por ejemplo, partidas de póker de gran realismo y con accesorios interactivos que servirán para trasladar al jugador a una mesa como si fuera un salón de juegos real.

La financiación y comercio electrónico

Desde hace ya algún tiempo nos acompaña el anglicismo fintech, que no deja de ser una nueva nomenclatura para definir las tecnologías financieras. La mayoría de la inversión de este tipo va destinada a la creación de compañías de banca y préstamos digitales. Son muchas las startups que se dedican a la gestión de activos y de pagos, así como de finanzas personales. Por ejemplo, desde tierras colombianas ya destacan algunos ejemplos de este tipo de empresas, que tienen el emprendimiento en el punto de mira.

Más enfocado a la relación entre compañías, también cabe destacar el sector SaaS, que responde a las siglas Software as a Service. Este modelo de negocio se basa en el desarrollo de un producto informático que hace disponible a través de internet. Este se almacena en la nube y, en la mayoría de ocasiones, requiere de una suscripción mensual o anual. Algunos casos prácticos ya reales son habilitadores del comercio electrónico como programas de gestión con el cliente, tratamiento de datos de las personas registradas o la propia contabilidad.

A pesar de la existencia de gigantes del comercio electrónico, sobre todo del mercado norteamericano y asiático, también hay pequeñas compañías de nueva creación que buscan seducir a los clientes alejándose un poco del consumo de masas. Sin dejar de aprovechar todo lo que aporta la tecnología, ofrecen productos y servicios que conlleven un impacto social positivo. Dos casos que ejemplifican lo comentado son startups de comida saludable o servicios que, lejos de digitalizar todos los procesos de la compañía, hacen que tenga un importante factor humano.

Atención al clima y a la salud

La salud es uno de los temas que más preocupan a la población y no es de extrañar que el healthtech presente un importante crecimiento en los últimos años. Esta tendencia apuesta fuerte por la telemedicina y por la atención a la salud mental de los pacientes, pero no solamente eso. También se hace una apuesta por el monitoreo a distancia de los pacientes, el uso de la realidad virtual en cirugías, dispositivos digitales que ofrezcan información directa a los profesionales o el tratamiento del big data. Entre las previsiones del 2023, cabe destacar la inteligencia artificial como posible creadora de soluciones rápidas y de efecto inmediato.

El clima es otro de los aspectos que inquietan a la población y a los gobiernos de los países de Latinoamérica. Son muchas las regiones que demandan soluciones inmediatas y la Climate Tech, como se conoce popularmente, es la tecnología que debería dar respuesta a estas demandas. Entre las luchas que se están librando es de especial mención la protección de los ecosistemas, medidas de preservación de los océanos, programas que ofrezcan una mejor regulación del agua y la energía en las viviendas, energías renovables como el hidrógeno verde o prácticas de agricultura inteligente y adaptable a los cambios.