La economía naranja se refiere al sector de bienes y servicios basados en la propiedad intelectual que abarca a las artes visuales y escénicas, cine, editorial, moda, videojuegos, software, televisión, entre otros.

Aunque la economía naranja, impulsada fundamentalmente desde Estados Unidos y Asia, está considerada como un motor más de crecimiento dentro de la economía actual, los países latinoamericanos tienen todavía mucho que hacer para que alcance el peso e influencia que ya tiene en otros mercados.

Pero es un sector en claro crecimiento, en especial en México, que se sitúa en el primer lugar de exportaciones en Latinoamérica y el Caribe, alcanzando un valor de 5.200 millones de dólares durante el 2017, según los datos que maneja el BID.

Un informe de ProMéxico revelaba que México se ubica en la 14 posición en importancia en la industria creativa, lo que representa actualmente 3.5% del PIB nacional. Sin duda el pujante sector audiovisual mexicano ha sido determinante para ese crecimiento. Esta industria genera actualmente 1.3 millones de empleos en México.

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Las industrias creativas crecen en México

Según el Banco Interamericano de Desarrollo, en Latinoamérica y el Caribe, las industrias culturales y creativas generan anualmente 1.9 millones de empleos, e ingresos superiores a  175. 000 millones de dólares. Se prevé que para 2020 la creatividad será la tercera habilidad más demandada por las empresas a la hora de seleccionar a sus empleados.

La economía naranja es, por lo tanto, uno de los pilares sobre los que se basará el desarrollo económico de México en los próximos años.

Para Stella Aguirre, fundadora de Audiciones Latinas, la mayor fortaleza de la economía naranja son las mentes que están detrás de ella, “aunque no ha sido fácil sacar adelante al sector en un país en el que estos temas no son prioritarios en contraste con otros”, señala.

Pero es cierto que tradicionalmente México ha sido valorado en el exterior por la gran creatividad de sus profesionales, su importante músculo en sectores tan influyentes como el televisivo y musical y ahora, cada vez más, en áreas relacionadas con el diseño.

En 2016, por ejemplo, el valor bruto de la producción cinematográfica ascendió a $34924 millones de pesos y generó 28.434 puestos de trabajo. Cuando Guillermo del Toro recibió en 2018 el Globo de Oro fue preguntado por una periodista norteamericana sobre el origen de su incesante fuente de creatividad. “Porque soy mexicano», respondió. Su declaración dio la vuelta al mundo porque resumía en tres palabras el espíritu mexicano.

La economía naranja, cuestión de talento

“México está parado en una intención de crear un mapa de ruta para las industrias creativas, pero no existe una ley o institución enfocada exclusivamente en atender a este nicho. Afortunadamente el potencial de los creativos mexicanos es enorme y esto ha permito trazar un camino exitoso”, explica la Stella Aguirre, CEO de la plataforma mexicana que conecta al talento artístico profesional de habla hispana con reclutadores del gremio.

Según el analista Marco A. Paz Pellat, México tiene claras fortalezas para aprovechar las oportunidades que ofrece la economía naranja, entre las que destacan:

  • Capital humano especializado y de alto valor. Somos el noveno lugar mundial en desarrollo de talento en tecnología. Anualmente egresan 17 mil estudiantes de carreras afines a esta vertiente competitiva.
  • Costos competitivos de producción. De acuerdo con KPMG, la industria naranja mexicana es más competitiva que la industria de Estados Unidos en materia de desarrollo de software y de productos de entretenimiento digital.
  • Capacidades instaladas y ubicación. El país cuenta con instalaciones importantes en industria audiovisual en los estados de Baja California y Jalisco, además de su cercanía con Estados Unidos, el mercado más grande de estos bienes y productos.