Andrea y Mabel González, además de hermanas, son cofundadoras de Nuestro Flow, una plataforma de proyectos de carácter social que busca sensibilizar a la sociedad sobre el racismo en Colombia.

Ellas no son afrodescendientes. De hecho, cuando iniciaron esta iniciativa en el año 2016 tenían pocas referencias sobre ejemplos de racismo en Colombia o la experiencia de las comunidades negras, que en el país cafetero son más de 5 millones de personas, equivalente al 10% de la población.

Fueron sus vivencias como mujeres, migrantes y latinas, lo que las hizo reflexionar sobre los estereotipos que se construyen en torno a la nacionalidad, la cultura y el color de piel; el racismo colombiano.

Racismo colombiano, una incómoda realidad

En 2007, Andrea, luego de graduarse de la universidad, se fue a Nueva York a estudiar inglés. En varias ocasiones le propusieron matrimonio debido a su nacionalidad, “ya que las colombianas somos vistas como figura sexual que buscan casarse para obtener los documentos americanos”, señala.

Luego se mudó a Buenos Aires. En Argentina, su país seguía siendo relacionado con prostitución, drogas y Pablo Escobar. En 2013 volvió a Bogotá. 

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Mabel, en cambio, nunca ha sido objeto de discriminación desde que reside en Montreal.  Al contrario, destaca que en Canadá hay toda una legislación en torno a la igualdad racial y de género.

Ambas, con experiencias opuestas y separadas por miles de kilómetros, tuvieron la misma motivación por construir un espacio en el que se impartieran “las lecciones aprendidas” y se visibilizaran esos estereotipos cotidianos, que en Colombia, por desgracia, son habituales hacia los afros.

El negro está de moda en Colombia

Sin mucho presupuesto, pero convencidas en la necesidad de este tipo de entornos, las hermanas González presentaron su idea en varias convocatorias internacionales.

Ambas tenían un plus. Andrea se desenvuelve perfectamente en inglés y Mabel hace lo propio con el francés. El primer concurso que ganaron fue el Social Business Creation, de la Universidad de Montreal, de la que recibieron formación presencial y virtual para el desarrollo de la idea.

Con la multinacional Cemex México triunfaron en la categoría Impacto Social, con la que otra ronda de asesorías y un incentivo económico sumó para su negocio.

El Negro está de moda
«Buscamos modificar el simbolismo negativo que hay en torno a la palabra negro», señalan las responsables de «El negro está de moda».

“Sin esos apoyos hubiera sido difícil y demorado la construcción sostenible de este modelo social. Creo que de haber tenido capital pero no la formación, ya hubiéramos fracasado”, reflexiona Andrea, quien es la cara en Colombia del proyecto.

Luego de tales logros, lanzaron El negro está de moda, una plataforma digital cuyo objetivo es transformar los conceptos negativos que hacen parte del lenguaje cotidiano de los latinos.

“Buscamos modificar el simbolismo negativo que hay en torno a la palabra negro como un llamado de reflexión hacia la discriminación racial en Colombia”, subraya Andrea, quien ostenta los títulos de arquitecta y de trabajadora social.

Expresiones arraigadas en la colectividad, como “Trabajo como negro para vivir como blanco” o “este trabajo es muy negrero” y frases como lista negra, mercado negro o la oveja negra, se les dio una mirada opuesta, positiva. 

En este “mercado negro” propuesto por Mabel y Andrea, no hay armas, drogas ni medicinas fraudulentas. En cambio, crece un ecosistema de colaboración entre las comunidades afro para ofrecer sus productos y servicios.

El negro está de moda
Andrea y Mabel González son las fundadoras de «El negro está de moda». Foto: Nuestro Flow

Mientras que en otros simplemente no existen. “Los curules para los negros en el congreso siguen siendo una pelea. Es un gran tejido de falta de oportunidades que sufren estas comunidades, sobre todo en terrenos como la educación superior, el emprendimiento, la ciencia y la tecnología”.

La lista negra del emprendimiento

Sin embargo, en esta etapa, concluyeron que no bastaba con poner de moda un par de frases ya que se cercioraron que en el país las poblaciones negras siguen siendo encasilladas en la música, el canto y el deporte.

Con este diagnóstico, sumado al apalancamiento de SocialLab y a la formación recibida por la Universidad de Montreal, El negro está de moda lanzó en junio del 2017, un modelo piloto de su lista negra: un concurso de emprendimiento para mujeres afro.

Andrea González cuenta: “Invitamos a las mujeres afro de todo el país a inscribirse con su emprendimiento. Elegimos 5 ganadoras que recibieron formación empresarial con varios especialistas, para que estructuraran sus negocios y puedan salir a flote”.

Bebidas del Chocó, dos líneas de ropa, una fábrica de muñecas y un modelo de ventas web fueron impulsadas.

Actualmente, las 5 afortunadas continúan con el crecimiento de su modelo de negocios. Tres de ellas ya están en Bogotá y son los casos de éxito que en los próximos meses serán parte de la segunda convocatoria de La lista negra.

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La oveja negra, una heroína para las minorías en Colombia

Candelaria es la imagen con la que Nuestro Flow decidió permear su mensaje en otros espacios como escuelas, universidades e instituciones públicas y privadas.

El negro está de moda.
Grafismos desarrollados por las creadoras de «El negro está de moda» para hacer sus mensajes directos e impactantes.

Se trata de una niña del Quibdó, que fue obligada a desplazarse a Bogotá. Se fortaleció con su capa y máscara amarilla, que simbolizan sus raíces negras y su buena vibra con la vida y su acogida ante todos los públicos, sin discriminar género o color.

En redes sociales lleva mensajes disruptivos que exhortan a la reflexión y a la empatía, no solo hacia las poblaciones afrodescendientes, sino también hacia otras minorías étnicas, la tierra y el ambiente.

Recuerda las lecciones de líderes negros como Audre Lorde, Barack Obama, Marian Edelman y Mary Grueso. Defiende causas sociales y lucha por los derechos de los niños.

En este contexto, Andrea asegura que Candelaria ha sido herramienta para prevenir el bulliyng en escuelas de Bogotá y de otras regiones como Pasto, Tumaco y Cali. “Ha sido una bandera para los maestros, quienes han incluido los mensajes de este personaje en sus cuartillas educativas”.

Con Uramberas, la marca de muñecas de Nazly Blandón, una de las emprendedoras ganadoras de la lista negra, crearon la versión real de Candelaria. La muñeca ya está en la repisa de cientos de hogares y colegios. 

El nuevo reto: Diversidad cultural empresarial

Candelaria fue la imagen de la campaña institucional para combatir la discriminación al interior de la Unidad para las Víctimas de Colombia. Su imagen ha sido fundamental para que Nuestro Flow imparta talleres sobre igualdad y diversidad cultural en toda Colombia.

El negro está de moda
Diferentes objeto creado para promover la plataforma «El negro está de moda». Foto: Nuestro Flow

Actualmente, de la mano de ACDIVOCA Colombia, las emprendedoras plantean presentar una serie animada digital con Candelaria y 4 personajes más que representan las otras minorías que conviven en Colombia: raizales, indígena, palenqueros y gitanos.

El éxito de Candelaria ha llevado a sus creadoras a abrir otro camino. “Estamos en una etapa de crear conciencia y sensibilización de la discriminación y el racismo a nivel organizacional. Queremos enviar un mensaje a las empresas del valor de la diversidad para enriquecer sus negocios”, añaden las González.

Coinciden en que es primordial la promoción nuevas narrativas para construir una sociedad justa y equitativa.  Reconocen que es un terreno inexplorado, pero del que esperan “sembrar grandes ideas para continuar rompiendo estereotipos de discriminación”.


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