A finales de 2012, se calculaba que unos 250 millones de usuarios latinoamericanos se conectaban a Internet, lo que representaba casi un 45% de su población. Hoy, estudios como el de la consultora eMarketer permiten estimar que ese número ha ascendido a más de 300 millones (es decir la mitad de su población hoy ya está conectada).

A nivel de crecimiento de usuarios, Latinoamérica es la segunda región del mundo -con un 9,8 por ciento, apenas por detrás de África y Medio Oriente- y es considerado el cuarto mercado en cuanto a penetración de Internet globalsólo por detrás de Norte América, Europa Occidental y Europa central y oriental.

A pesar de la fuerza de los datos, la realidad es que la mayor parte del tráfico generado en América Latina debe transitar a través de conexiones internacionales con Estados Unidos.

“La región tiene sus particularidades. Desde el nacimiento de Internet somos bastante dependientes para el tráfico nacional o internacional de las conexiones que tenemos a US. En muchos países el tráfico local de Internet se intercambia fuera de sus fronteras, te puede pasar que un byte o mail que vaya de una máquina a otra del mismo país tenga que pasar por Miami para ser intercambiada entre dos proveedores” explica Sebastián Bellagamba, Director Regional para América Latina y el Caribe de Internet Society.

El estudio Expansión de infraestructura regional para la interconexión de tráfico de Internet en América Latina de CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) afirma que aproximadamente el 14% del tráfico de Internet hacia Estados Unidos se vincula con nodos de comunicación entre países latinoamericanos, lo que aumenta loscostos del servicio y afecta a la velocidad de la conexión.

De acuerdo con datos del Centro de Tecnología y Sociedad de la Universidad de San Andrés (Cetys) los precios (expresados en dólares) de la Banda Ancha en América Latina y el Caribe son dispersos. En Panamá y Venezuela la conectividad básica no supera los $10 al mes; en Argentina, Jamaica y México, supera los $25, siendo la media de la región $20.

La brecha de los países de la región con respecto a los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OECD) sigue siendo amplia aunque los costos de Internet fijo en América Latina se redujeron más del 50% entre 2010-2013. En promedio una conexión de al menos 2,5 Mbps cuesta casi 3 veces más en Latam ($73,6 PPP -paridad del poder adquisitivo por sus siglas en inglés-) que en la OECD ($27,2 PPP). 1 Mbps de velocidades de descarga en Montevideo o San Pablo puede costar menos de $1 PPP (en plan de alta velocidad), $36 PPP en Guatemala y hasta $82 PPP en La Paz (Bolivia), pasando por los $39 de Paraguay. Para un hogar en la OECD, ese costo puede ascender a $0.51 PPP.

“La forma natural que tiene Internet de solucionar esto es implementar soluciones que te permitan intercambiar ese tráfico a nivel lo más local posible, lo más cerca del usuario. Cuanto más te acercas, más eficiente ese intercambio es”, indica Bellagamba.

Sebastián Bellagamba, Director Regional para América Latina y el Caribe de Internet Society.

El estudio de CAF destaca que se pagan unos 2 mil millones de dólares por costos internacionales de tránsito en ausencia de una infraestructura de interconexión de IXP regional. El desarrollo de una infraestructura de interconexión en América Latina lograría reducir los costos al usuario final y aumentar la velocidad de transmisión de datos.

“Hay países en la región que están en muy buena situación respecto de IXP, sobre todo Argentina y Brasil, cuyas redes de IXP son bastante avanzadas, Argentina contabiliza unos 13 y Brasil acaba de superar los 30 en territorio nacional. En el caso de Argentina uno solo está en Buenos Aires, hay otras 12 localidades en el interior del país que tienen su propio IXP, lo que te hace ser más eficiente aún porque el tráfico no tiene que pasar por Buenos Aires. Otros países no corren la misma suerte, algunos están en un estado bastante rudimentario tanto en Sudamérica como en Centro América” detalla.

De los estudios se desprende que los países sin litoral marítimo son los que tienen los costos más elevados. Por su parte, mercados más maduros –como Brasil, Uruguay y Chile- con más rango de oferta y segmentación del mercado por parte de los operadores ofrecen más opciones para los hogares. Mercados menos maduros con falta de inversión en redes de alta capacidad como Centroamérica cuentan con menos rango de oferta, lo que reduce el margen de adopción. A su vez, el precio de descarga favorece a los países en los que se ofrecen planes de mayor velocidad, ya que llevan implícitos un costo menor por unidad de descarga.

En este sentido, Internet Society acaba de anunciar que recibió financiamiento de la empresa Comcast para extender sus puntos de intercambio de Internet (IXP) en América Latina. Los fondos se utilizarán para lanzar un IXP en Paraguay, dar soporte al IXP recientemente lanzado en Bolivia y para capacitar técnicamente a los profesionales locales a cargo de la operación de los IXPs.

“Nos involucramos en el proceso de conformación del IXP en diferentes niveles, en algunos casos los ayudamos a construir directamente y en otros casos con asesorar un grupo local es suficiente. Paraguay y Bolivia son los dos países con el costo más alto de acceso a Internet en Sudamérica. Bolivia arrancó un IXP el año pasado, Paraguay tiene formalmente un IXP pero no funciona, procuramos ayudarlos a que sus modelos sean más exitosos y menos caros” aclara el ejecutivo.

Bellagamba explica que si bien en Latinoamérica no tienen estudios específicos sobre el impacto económico, el hecho de prescindir de enlaces internacionales no sólo hace más eficiente y por lo tanto más económica la conexión sino que ofrece otros beneficios.

En términos de costos y calidad de servicio no hay correlatos en todos los casos.

“En Uruguay han bajado bastante los costos de acceso a la Red y se han ampliado muchísimo las velocidades sin la necesidad de un IXP. Por otras circunstancias del mercado el acceso allí es uno de los más rápidos de la región y el precio es accesible” concluye.