Costa Rica, un país tradicionalmente conocido por sus playas paradisíacas y su rica biodiversidad, se ha posicionado como un serio contendiente para convertirse en el Silicon Valley de América Latina. La nación captó la atención de gigantes tecnológicos y del gobierno de Estados Unidos como un potencial centro neurálgico para la industria de semiconductores y tecnología avanzada en la región. Exploremos las cinco razones principales que respaldan esta audaz aspiración.

1. Apoyo estratégico de Estados Unidos

El respaldo del gobierno estadounidense es quizás el factor más significativo que impulsa la transformación de Costa Rica en un centro tecnológico de relevancia mundial. Estados Unidos, en su búsqueda por reducir la dependencia de China en la fabricación de microchips, ha encontrado en Costa Rica un aliado estratégico.

Ley CHIPS y financiamiento

La Ley CHIPS y de Ciencia, aprobada por el Congreso de EE.UU., no solo proporciona subvenciones millonarias para la construcción de instalaciones en suelo estadounidense, sino que también destina fondos para fortalecer las capacidades de países aliados. Costa Rica se ha beneficiado de esta iniciativa, recibiendo financiamiento para mejorar su infraestructura y capacitar a su fuerza laboral en tecnologías avanzadas.

Diplomacia de la cadena de suministro

Estados Unidos ha expresado la necesidad de «aliados más cerca de casa». Esta estrategia, conocida como «diplomacia de la cadena de suministro», busca establecer relaciones más sólidas con países latinoamericanos para contrarrestar la creciente influencia de China en la región. Costa Rica se perfila como un socio ideal en esta iniciativa, ofreciendo estabilidad política y una ubicación geográfica estratégica.

2. Infraestructura tecnológica existente

La aspiración de Costa Rica de convertirse en un centro tecnológico no parte de cero. El país cuenta con una base sólida gracias a inversiones previas y una trayectoria en el sector.

La presencia de Intel en Costa Rica desde 1997 ha sido fundamental para el desarrollo de la infraestructura tecnológica del país. Aunque la compañía cerró su planta de fabricación en 2014, la reapertura en 2020 debido a la escasez global de chips ha revitalizado la industria. Esta presencia a largo plazo ha creado una red de proveedores y una fuerza laboral especializada que ahora sirve como cimiento para futuras expansiones.

Diversificación de exportaciones

El cambio en el perfil de exportaciones de Costa Rica es un indicador claro de su transformación. Los dispositivos médicos han superado a productos tradicionales como el café y el banano como principal categoría de exportación. Este giro hacia productos de alta tecnología demuestra la capacidad del país para adaptarse y competir en industrias avanzadas.

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3. Políticas gubernamentales favorables

El gobierno costarricense ha demostrado su compromiso con el desarrollo del sector tecnológico a través de políticas proactivas y decisiones estratégicas.

El presidente Rodrigo Chaves ha anunciado una serie de medidas para atraer inversiones en el sector de semiconductores, incluyendo incentivos fiscales y reformas regulatorias. Además, la promesa de una red eléctrica operada con 99% de energías renovables es un atractivo adicional para empresas comprometidas con la sostenibilidad.

Declaración de interés público

La industria de semiconductores ha sido declarada de interés público y nacional mediante un decreto ejecutivo. Esta medida sigue el modelo exitoso aplicado anteriormente a la industria de dispositivos médicos, que experimentó un crecimiento significativo tras una declaración similar en 2012.

4. Talento humano y educación

La disponibilidad de talento calificado es crucial para el desarrollo de un centro tecnológico de clase mundial. Costa Rica está realizando esfuerzos significativos en este aspecto.

Programas educativos especializados

El país está implementando programas educativos enfocados en fortalecer la industria tecnológica, microelectrónica y de semiconductores. Algunas escuelas técnicas ya están incluyendo la inteligencia artificial en sus planes de estudio, preparando a la próxima generación de profesionales para las demandas futuras del sector.

Centro regional de capacitación

Se está estableciendo un centro regional con programas educativos diseñados específicamente para fortalecer la industria tecnológica. Esta iniciativa busca no solo satisfacer la demanda local de talento, sino también posicionar a Costa Rica como un hub de formación para toda la región.

5. Posicionamiento geopolítico estratégico

La ubicación de Costa Rica y su estabilidad política la convierten en una opción atractiva para empresas e inversores que buscan alternativas a la producción asiática.

Estabilidad democrática

Costa Rica es reconocida como una de las democracias más estables de América Latina. Esta estabilidad política y social proporciona un entorno seguro y predecible para las inversiones a largo plazo, un factor crucial para la industria de semiconductores que requiere compromisos financieros significativos.

Puente entre Norte y Sudamérica

Su ubicación estratégica permite a Costa Rica actuar como un puente natural entre Norte y Sudamérica. Esta posición geográfica favorable facilita la logística y el comercio, aspectos críticos para una industria global como la de semiconductores.

Desafíos y perspectivas futuras

A pesar de las prometedoras perspectivas, el camino de Costa Rica hacia convertirse en el Silicon Valley de América Latina no está exento de desafíos.

Otros países de la región también están compitiendo por atraer inversiones en el sector tecnológico. Además, la competencia con los bajos costos laborales de Asia sigue siendo un desafío significativo, como lo demuestra el cierre temporal de la planta de Intel en 2014.

Mantener el ritmo de la innovación tecnológica requerirá una inversión continua en infraestructura y educación. El gobierno y el sector privado deberán trabajar en estrecha colaboración para asegurar que Costa Rica pueda satisfacer las demandas cambiantes de la industria.

El auge de la inteligencia artificial presenta tanto oportunidades como desafíos. Por un lado, se espera que aumente la demanda de chips, beneficiando potencialmente a Costa Rica. Por otro lado, el país necesitará adaptarse rápidamente para mantenerse relevante en este campo en rápida evolución.

Costa Rica se encuentra en una posición única para capitalizar las tendencias geopolíticas y tecnológicas actuales. Con el apoyo de Estados Unidos, una base tecnológica sólida, políticas gubernamentales favorables, un enfoque en el desarrollo del talento y una ubicación estratégica, el país tiene los ingredientes necesarios para convertirse en un centro tecnológico de relevancia mundial.

Sin embargo, el éxito no está garantizado. Requerirá una ejecución cuidadosa, inversión continua y la capacidad de adaptarse a un panorama tecnológico en constante cambio. Si Costa Rica logra navegar estos desafíos con éxito, podría muy bien emerger como el Silicon Valley de América Latina.

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