Desde la fotografía, la moda, el cine y el arte, hasta la programación de videojuegos, la gastronomía y el turismo cultural, la Economía Naranja ha generado más de 1,9 millones de empleos en 2015, produciendo ingresos sobre los US$124.000 millones anuales a lo largo de América Latina y el Caribe. 

 ¿Quiénes son las personas detrás de estos emprendimientos que están cambiando el rostro de la región? El protagonismo de las mujeres crece a pasos agigantados: la participación femenina en la Economía Naranja es mayor que en otros sectores productivos, por 13 puntos porcentuales .  

Economía Naranja para mejorar el crecimiento en Latinoamérica

El emprendimiento femenino comienza en México, con tejedoras que resguardan el patrimonio cultural con cada hebra de sus diseños. Pasa por Colombiadonde las cocineras se reinsertan a la sociedad potenciando los sabores de Cartagena. Y llega hasta el sur en Argentina, con desarrolladoras y animadoras argentinas que a través de los videojuegos motivan a niñas y adolescentes a estudiar carreras en ciencia y tecnología. 

Diez emprendedores latinoamericanos que debes tener en el radar

Estas son las historias de Carla de México, Martina de Argentina y Johana de Colombia, tres rostros detrás de la Economía Naranja latinoamericana

Carla, Martina y Johana son solo tres de los millones de rostros que dentro de la Economía Naranja potencian el desarrollo de su país y empoderan a más mujeres en la región de forma creativa e innovadora. 

CARLA FERNÁNDEZ: UN FUTURO TEJIDO A MANO EN MÉXICO

Para Carla Fernández , diseñadora, autora y empresaria, la moda no solo es un vehículo de expresión sino también de reinvención de las tradiciones culturales. A través de su marca de vestuario preserva y documenta técnicas textiles ancestrales. “Toda nuestra práctica de moda tiene que ver con la formación. Nuestra labor es compartir este conocimiento para que no se pierdan las artesanías ni el trabajo tradicional”, explica. 

La industria de la moda mueve US$2,4 billones globalmente, sin embargo, la automatización atenta contra las fábricas de confección y la mano de obra se desvaloriza a pasos agigantados. Contra toda esa corriente, Carla apostó por algo diferente: un futuro hecho a mano y sostenible. 

El ecosistema de Carla empodera a las comunidades indígenas, a través del comercio justo y el conocimiento. Realiza talleres para capacitar a las artesanas en confección y en administración, para que aprendar a valorizar su trabajo. Esto le ha permitido desarrollar un modelo de negocio que mezcla la tradición milenaria, con la alta costura y entrega ganancias exponenciales para toda la cadena productiva. 

“Sabemos que para que los artesanos puedan seguir siendo artesanos tienen que vender a un precio justo. Esto les permite quedarse en sus pueblos, no necesitan migrar a las ciudades a buscar otros trabajos, y así generamos un equilibrio social, un bienestar común”, explica Carla.

En México, la industria cultural genera 1,3 millones de empleos y aporta cerca de un 3,3% al producto interno bruto (PIB) del país. Sin embargo, su potencial es aún más grande. “México es una potencia cultural, pero tenemos que aprender a vivir de lo hacemos y eso lo podemos lograr a través de las industrias culturales y creativas”, dice Carla. 

Cinco mujeres que destacan en el ecosistema de startups de América Latina

MARTINA SANTORO: UN JUEGO QUE DESAFÍA LOS ROLES DE GÉNERO DESDE ARGENTINA

Para Martina Santoro, fundadora de la empresa de videojuegos OKAM Studio y presidenta de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentinos (ADVA), la industria de los videojuegos tiene un potencial enorme. América Latina y el Caribe es la región en la que esta industria ha crecido más rápidamente, con un valor de mercado que ya supera los US$4.000 millones.  

Solo en Argentina, ya hay más de 150 empresas en el rubro, con más de 2.000 profesionales locales, según datos de la ADVA . “Generamos empleo cualificado, para jóvenes y que se exporta en su totalidad”, explica Martina, quien ha trabajado en coproducciones con Disney y Cartoon Network. 

Una de las razones de este florecimiento es la influencia de las diferentes culturas en América Latina y el Caribe, que facilita nuestro trabajo con Estados Unidos y Europa, principales importadores de juegos latinos. “Somos una mezcla de identidades y nos ayuda, porque no nos tienen que explicar las referencias de la cultura popular o el tipo de humor, ya que siempre estuvimos expuestos a ellos”, comenta Martina. 

Aunque también, muchos de los videojuegos creados en la región aprovechan para promover su cultura, a través de personajes y países de la región. “Hay muchos juegos que basan sus historias en sus leyendas de su país y aunque no todos se fijen en eso, es un guiño para los usuarios del país y para quienes conocen más”, comenta. 

Sin embargo, para Martina uno de los roles actualmente más poderosos de la industria es la influencia que puede ejercer en las niñas para que elijan o exploren carreras ligadas a la ciencia y la tecnología. Por eso, parte de su trabajo es hacer charlas para incentivar desde la primaria a que más jóvenes se animan a desarrollar código y animaciones, posiciones que todavía son mayoritariamente ocupadas por hombres. 

“Hay mujeres que hace 40 años trabajan en la industria, pero falta que se viralicen. Contar sus historias ayuda a que las niñas puedan proyectarse sobre esas imágenes y que se sumen estos perfiles a tus opciones de carrera profesional”, explica. 

JOHANA BAHAMÓN: SABORES QUE ROMPEN BARRERAS EN COLOMBIA

Para Johana Bahamón, actriz, fundadora y gerente de la Fundación Acción Interna, la Economía Naranja —además de contribuir al desarrollo— genera nuevas oportunidades para quienes están marginados de la sociedad. Desde 2012, Johana comenzó a trabajar en un programa que transformó el concepto de las cárceles en Colombia. “Para nosotros, las cárceles no deben ser solo centros de reclusión, también pueden ser centro productivos”, explica. 

Johana desarrolló metodologías de intervención en las cárceles de Colombia, para ayudar a los reclusos a trabajar en su crecimiento interno y socialización. Además, creó oportunidades de empleo, para que las personas puedan trabajar mientras cumplen su sentencia, lo que les permite mejorar sus condiciones de vida y aprender habilidades que les ayuden en su futura reinserción social. 

Bajo este concepto, la Fundación Acción Interna ha beneficiado a más de 30 mil personas de 37 cárceles del paísUno de sus trabajos más destacados ha sido a través de la gastronomía, una industria que reporta más de US$3.800 millones en Colombia.

Así nació Interno, un restaurante ubicado dentro de la cárcel de mujeres de San Diego, en Cartagena, la ciudad más turística del país. El recinto es abierto al público y es atendido por las reclusas. Johana lo define como un espacio de reconciliación, donde se generan segundas oportunidades para las reclusas. 

En Colombia, no solo gastronomía alimenta la Economía Naranja, la industria audiovisual y de libros se encuentran a la cabeza en la generación de valor agregado. Hoy, las exportaciones de las industrias creativas sobrepasan los US$900 millones en este país y aún queda espacio para seguir creciendo.