La posposición de los Juegos Olímpicos de Tokio para el verano de 2021 fue una noticia unánimemente aplaudida por la comunidad deportiva internacional. En el contexto actual, con la pandemia del coronavirus causando miles de muertes a diario, resultaba inviable efectuar la principal competición atlética del planeta.

No obstante, el cambio de fecha de la cita estival afectó los planes de varios campeones olímpicos que pensaban retirarse en pocos meses; mientras, otros  suspiraron aliviados, porque tendrán más tiempo para recuperarse de lesiones y llegarán en mejor forma a la capital nipona.

EL ÚLTIMO BAILE DE SIMONE BILES

La gimnasta estadounidense Simone Biles fue una de las reinas de la anterior cita, realizada en Río de Janeiro, en 2016. En la urbe brasileña ganó cinco medallas, cuatro de ellas de oro. Después estuvo alejada de los entrenamientos y retomó la actividad en 2018, con vista a competir en Tokio. Esa sería su última competencia, porque Biles ya había anunciado que luego se retiraría.

El día en que oficialmente el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Gobierno japonés anunciaron la postergación de los Juegos, Biles estaba en un gimnasio, donde se mantenía entrenando. Al llegar a su camerino recibió un mensaje de texto con la noticia. “Me senté y lloré, pero sabía que era la decisión correcta”, dijo.

“Físicamente no tengo dudas de que mis entrenadores me mantendrán en forma, pero mentalmente, otro año, creo que me afectará, así como a la mayoría de los atletas”, aseguró Biles.

La gimnasta con más medallas en campeonatos mundiales ha pasado por momento durísimos en su vida. Ella también fue víctima de los abusos sexuales de Larry Nassar, el ex médico de la selección de su país, condenado a cadena perpetua. El verano de 2020 marcaría el último baile de Biles en un colchón. Nadie dudaba que volvería a ganar en el suelo, donde ha brillado tanto que hasta un ejercicio lleva su nombre. No podrá ser. Su cuerpo y su mente tendrán que aguantar un año más.

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MIJAÍN LÓPEZ, EL GIGANTE QUE QUIERE SUPERAR A KARELIN

El cubano Mijaín López ha sido, por mucho, el mejor luchador del siglo XXI; pero quiere ser el más completo de todos los tiempos en Juegos Olímpicos. Para ello necesita un título más con el que sobrepasaría al mítico ruso Alexander Karelin, quien conquistó cuatro preseas, tres de ellas de oro, entre 1992 y 2000.

López cumplirá 38 años en agosto y, aunque ha dosificado su participación en eventos, sabe que su cuerpo está al límite. El cubano también había anunciado que, tras la cita de este verano, pasaría al retiro.

“Ya está decidido. ¿Por qué? Bueno, por la edad que tengo. Quiero descansar y porque ya hay que darle la oportunidad a las nuevas generaciones”, dijo en febrero de este año. Al conocer el cambio de fecha de los Juegos de Tokio, López aseguró que era lo mejor que se había hecho, porque “primero que todo está la salud de los deportistas”. Luego aclaró su futuro: “voy a continuar en los colchones”. Quiere su cuarto título olímpico. Tendrá 39 años cuando finalmente Tokio acoja sus Juegos. No será fácil prolongar el entrenamiento doce meses más, pero cuando un hombre de 130 kilogramos de peso y casi dos metros de estatura, que lo ha ganado todo en la lucha grecorromana, dice que buscará su corona, pues hay que creerle.

ALEX MORGAN, UNA CAMPEONA OLÍMPICA Y MADRE FELIZ

La estadounidense Alex Morgan ha sido el rostro del fútbol femenino por un largo tiempo. Tras conquistar otro título con su selección nacional, en el Mundial de Francia, Morgan planificó con su esposo, Servando Carrasco, salir embarazada, para tener su bebé tres meses antes de que comenzara la cita estival. Tiempo suficiente para recuperarse, había asegurado.

Ahora tendrá mucho más que esos tres meses. “Traté de verlo más desde la perspectiva del equipo, pero no pude evitar pensar en mí misma con todo el estrés que está causando el coronavirus, además de tratar de recuperar la forma en tan poco tiempo. Teniendo en cuenta todos los factores, voté por posponer. Esa es la mejor decisión para todos los atletas en todos los eventos”, aclaró.

Morgan fue campeona olímpica, en Londres 2012. En Tokio 2021, la selección estadounidense volverá a ser la favorita y una de sus estrellas, sin dudas, llegará en mejor forma deportiva.

UN CUBO DE AGUA FRÍA PARA EL CLAVADISTA JAHIR OCAMPO

En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, los clavadistas mexicanos Jahir Ocampo y Rommel Pacheco concluyeron en la quinta posición del trampolín sincronizado, a tres metros. Cuatro años después, la dupla sigue compitiendo y aspiraba a una medalla en Tokio. Para Pacheco, la decisión del COI de postergar los Juegos fue prudente. “Así evitamos el contacto y porque los atletas no podemos estar entrenando como es debido. Si se hubieran hecho los Juegos este verano, no hubieran estado al nivel que se requiere”, señaló.

Sin embargo, su compañero de competencia no quedó complacido con el cambio de fecha.  “La noticia me cayó como balde de agua fría. Sinceramente no pensé que se fueran a posponer tanto tiempo, pensé que sería solo por algunos meses; no lo veía así, hasta el otro año”, aclaró.

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MÁS TIEMPO PARA SANAR LESIONES ANTES DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS

El Comité Olímpico de Canadá fue de los que más presión ejerció sobre el COI para postergar los Juegos. El Team Canadá dijo en un comunicado que si la cita se mantenía para este verano, no enviaría atletas, para cuidar su salud, en medio de la pandemia del coronavirus.

La nueva fecha de seguro fue la mejor noticia posible para varios deportistas que, a la preocupación por la COVID-19, sumaban las de lesiones que limitarían sus opciones en Tokio.

Una de las que agradece la modificación es la gimnasta Ellie Black. Ella forma parte de la historia de los Juegos Panamericanos, porque en Lima 2019 conquistó cinco medallas y se convirtió en la primera mujer en ganar, de manera consecutiva, el torneo de máxima acumuladora. Black ha participado en dos Juegos Olímpicos, 2012 y 2016. En Río finalizó en la quinta posición entre las máximas acumuladoras y, para Tokio, parecía tener pocas opciones, por causa de una lesión en su tobillo derecho que la obligó a pasar por el quirófano. Ahora, con un año más de recuperación, podrían aumentar sus posibilidades.

Otra canadiense que atravesó por un momento complicado por las lesiones fue la corredora Melissa Bishop-Nriagu, de 31 años. En los Juegos Olímpicos de Río finalizó en la cuarta posición en los 800 metros planos y buscaba competir en Tokio; pero en 2019 tuvo problemas en el tendón de Aquiles y apenas pudo correr. “Si la COVID-19 no estuviera presente, creo firmemente que hubiera podido estar lista para julio. Para dado el momento actual en el que estamos, otro año puede ayudarme”, aseveró.