Cuba es famosa, entre otras cosas, por el exquisito aroma de su tabaco, la belleza natural de sus playas y el sabor único del ron extraído de la caña de azúcar; pero este archipiélago del Caribe también tiene fama mundial por la enorme calidad de sus peloteros y boxeadores, muchos de los cuales entrarían dentro de cualquier ranking de los 100 mejores de todos los tiempos.

El béisbol es el deporte nacional de Cuba, pero el boxeo ha sido la especialidad que ha aportado la mayor cantidad de medallas de oro en Juegos Olímpicos (37). Cuentan que el primer gimnasio de boxeo en Cuba abrió sus puertas en 1910, por lo que este deporte tiene más de un siglo de historia en el país. Si tenemos en cuenta la amplitud del período y la gran cantidad de figuras que han brillado, entonces resulta realmente complicado seleccionar a los más sobresalientes; pero en Panamericanworld nos arriesgaremos a proponer un listado de 10 peleadores que, por la fuerza de sus puños, se convirtieron en las mayores leyendas del boxeo cubano.

KID CHOCOLATE

Eligio Sardiñas, más conocido como “Kid Chocolate”, puede considerarse el boxeador cubano más completo de la primera mitad del siglo XX. Chocolate peleó por primera vez como profesional el 3 de marzo de 1928 y en su debut noqueó, en el cuarto asalto, a José Sotolongo. Después marchó, junto a su manager, Luis Felipe “Pincho” Gutiérrez, a Estados Unidos, donde obtuvo la mayoría de sus éxitos.

El Kid logró una gran fama en territorio norteño, por su extensa cadena de victorias. Uno de sus combates más recordados fue el que sostuvo contra Al Singer, en los terrenos del estadio Polo Grounds, el 29 de agosto de 1928.

La racha de triunfos se extendió hasta 45, hasta que el 7 de agosto de 1930, Chocolate fue derrotado por Jack Kid Berg. El cubano pudo recuperarse y, tras obtener nuevos triunfos, recibió la posibilidad de pelear por el título mundial de la categoría junior light-weight contra Benny Bass. Ese duelo se celebró el 15 de julio de 1931, en el estadio Barker Bowl de Filadelfia. Chocolate propinó una enorme golpiza a Bass en los primeros seis asaltos. Al comenzar el séptimo, los entrenadores tiraron la toalla al ring y, de esta manera, Chocolate conquistó para Cuba el primer título mundial de boxeo profesional. El otro título mundial de Chocolate lo obtuvo tras superar a Lew Feldman, en la división feather-weight, versión de la Comisión del estado de Nueva York. El Kid defendió con éxito dos veces esta corona, primero ante Fidel La Barba y luego contra el inglés Seamond Watson.

KID GAVILÁN

Gerardo González, el “Kid Gavilán”, es otro de los grandes del pugilismo cubanos que desarrolló la mayor parte de su carrera en Estados Unidos. Gavilán nunca tuvo un físico impresionante para ser un peso welter. Medía solo 5 pies y dos pulgadas y sus brazos eran cortos; sin embargo compensaba esto con un estilo de combate muy rápido, entraba, golpeaba y luego salía.

El debut de Gavilán en suelo norteamericano ocurrió el primer día de noviembre de 1946 y no pudo ser mejor, pues derrotó con facilidad a Johnny Ryan, tras solo 5 rounds. Los éxitos continuaron y todos pensaban ya en la corona mundial; pero para eso debía triunfar sobre Ray Sugar Robinson. El tan esperado combate quedó fijado para el 11 de julio de 1949 en Filadelfia. Cuentan los cronistas de la época que la lucha fue intensa sobre el cuadrilátero y se impuso la extra clase de Robinson.

Gavilán tendría que esperar dos años más. Ya no estaba Ray, porque se había retirado. Era el momento justo. El 18 de mayo de 1951, en un abarrotado Madison Square Garden de Nueva York, Gavilán venció por decisión en 15 asaltos a Johnny Bratton y se tituló campeón mundial de los pesos welter. El Kid defendió siete veces su corona y no pudo ser vencido. Incluso peleó para el público cubano en La Habana, frente a Billy Graham. Tras 15 duros asaltos, Gavilán retuvo el título. En total, Kid Gavilán efectuó 143 peleas como profesional, de ellas salió como ganador en 107, 28 KO, 30 derrotas y seis tablas. Nunca fue noqueado.

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JOSÉ “MANTEQUILLA” NÁPOLES

“Mantequilla” Nápoles está considerado como uno de los boxeadores cubanos más técnicos en la historia.  Como peleador amateur tuvo un récord de 114 victorias y solo sufrió una derrota. A partir de 1962 se radicó en México y allí continuó con su carrera como profesional.

El cubano obtuvo la corona mundial welter el 18 de abril de 1969, tras superar en trece asaltos a Curtis Cokes, en el Fórum de Inglewood. Después de tres defensas exitosas de su corona, Nápoles cedió ante Billy Backus, pero en el combate revancha venció a este pugilista y así recuperó el título que mantuvo hasta 1975. En total, “Mantequilla” logró, como profesional, 77 triunfos, 54 de ellos por KO, y perdió en siete ocasiones. En 1990 fue exaltado al Salón Internacional de la Fama.

TEÓFILO STEVENSON

Stevenson ha sido el mejor boxeador cubano de todos los tiempos y el peso completo amateur más famoso en la historia. La fuerza de su pegada era legendaria y no pocos lo comparaban con Muhammad Alí. Poco faltó para que se diera un combate entre estos dos grandes del cuadrilátero, pero el esperado duelo finalmente nunca sucedió.

En 1971, con apenas 19 años, Stevenson ya era miembro de la selección nacional cubana y, un año más tarde, obtuvo en Múnich el primero de sus tres títulos olímpicos. Después de sus brillantes demostraciones en Múnich, de su éxito en el primer Campeonato mundial de boxeo, celebrado en La Habana, en 1974 y su fácil triunfo en los Juegos Panamericanos de México, en 1975, Stevenson fue considerado el amplio favorito para retener su corona olímpica en la cita de Montreal, en 1976. En la ciudad canadiense, el cubano acabó con todos los rivales, pues propinó cuatro KO.

Cuatro años después, Stevenson intervino en los Juegos de Moscú, donde mostró toda su superioridad e implantó un récord difícil de igualar: diez combates consecutivos sin permitir que su rival llegara hasta el campanazo final. El tercer título olímpico le permitió igualar la hazaña lograda por el húngaro Lazslo Papp y, luego, al listado de tricampeones se añadiría otro cubano: Félix Savón. Stevenson ganó, en total, 170 peleas, apenas cayó en diez ocasiones y solo hubo un hombre que pudo derrotarlo dos veces, el ruso Igor Visotski.

FÉLIX SAVÓN

Este prodigioso atleta es el boxeador amateur con más títulos en la historia. Sus récords son impresionantes: tres títulos olímpicos, seis mundiales, tres panamericanos, tres centroamericanos. Es cierto que nunca fue un hombre muy técnico; pero Savón sabía combinar los jabs con los rectos de derecha, junto con los ganchos al estómago que destruían cualquier estrategia defensiva preparada por su oponente. También es cierto que nunca propinó golpes tan espectaculares como los de Stevenson; aunque no se puede olvidar que Savón vivió en la era de la extrema protección a los boxeadores, con cabeceras y guantes preparados para no dañar la anatomía de los atletas.

Savón peleó en la división de 91 kilogramos y comenzó su dominio olímpico en la cita de Barcelona, en 1992. Cuatro años después brilló en Atlanta y empató el récord de Stevenson y Papp en los Juegos de Sídney, quizás su competencia más complicada, porque, con 32 años, ya el cuerpo no respondía de la misma forma. Tras el triunfo en la ciudad australiana, el cubano quería seguir peleando, porque todavía le quedaban fuerzas; pero la reglamentación vigente en ese momento de la Asociación Internacional impedía que los boxeadores amateurs con 32 años o más siguieran sobre el ring. Sin desearlo, Savón tuvo que colgar los guantes.

MARIO KINDELÁN

Este brillante peleador fue capaz de ganar todos los títulos otorgados por la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA), en los diferentes niveles (campeón mundial juvenil, de mayores y titular olímpico).

Kindelán ganó dos coronas olímpicas, en Sídney 2000, donde venció al ucraniano Andriy Kotelnik, por 14-4 y, luego, en Atenas 2004, el cubano fue todavía más dominante y derrotó, en un muy publicitado duelo final, al británico Amir Khan. Por esto, la AIBA le otorgó la Copa Val Baker y, de esta forma, Kindelán se convirtió en el tercer cubano en recibir dicho reconocimiento, que antes habían obtenido Teófilo Stevenson y Roberto Balado. Además, Kindelán ganó tres Campeonatos Mundiales: en Houston, 1999, Belfast, 2001 y Bangkok, en 2003.

ROBERTO BALADO

Este súper pesado tuvo una corta, pero muy intensa y exitosa carrera boxística. Balado sobresalía por su gran movilidad sobre el cuadrilátero, una excelente técnica y también un gran golpeo, aunque este nunca fue su punto más fuerte. El nombre de Balado se hizo escuchar entre los amantes al boxeo por primera vez en 1987. Ese año se celebró el Mundial juvenil en La Habana y allí el fogoso peleador no tuvo grandes problemas para ganar la medalla de oro. Dos años más tarde, en 1989, hizo su debut en el equipo principal y fue uno de los cuatro cubanos que logró el título en el controvertido Mundial de Moscú. Dos años después retuvo la corona universal, en el Mundial de Sídney, en 1991.

El momento consagratorio de Balado llegó en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992. Allí sostuvo cuatro combates, en los que marcó 54 golpes y apenas recibió 9. Por esta gran actuación recibió el premio “Val Baker”, como mejor boxeador de la Olimpiada. Después de Barcelona, Balado ganó su tercer título mundial, en la cita de Tampere, en 1993. El 2 de julio de 1994, mientras el boxeador se dirigía a su habitual sesión de entrenamiento en la finca del Wajay, su carro fue impactado por un tren. No hubo una segunda oportunidad para el campeón.

HÉCTOR VINENT

Este peleador zurdo, de la división de 63,5 kilogramos, nunca recibió tanta atención mediática, como otros que aparecen en este listado; pero, sin dudas, puede ser considerado entre los mejores boxeadores cubanos de todos los tiempos. Su primera gran victoria fue el título olímpico en los Juegos de Barcelona, en 1992, donde ganó sus cuatro peleas, con 91 golpes propinados y apenas 13 recibidos. Cuatro años más tarde retuvo la corona olímpica, en Atlanta. Además, Vinent ganó tres campeonatos mundiales: Tampere, en 1993, Berlín, en 1995 y Budapest, en 1997. Una lesión en la retina lo llevó al retiro, cuando todavía estaba en muy buena forma física.

GUILLERMO RIGONDEAUX

En su etapa de boxeador amateur, Guillermo Rigondeaux fue, por mucho, el mejor hombre de su división (54 kilogramos). Ganó dos títulos olímpicos, en Sídney 2000 y Atenas 2004; además, conquistó dos campeonatos mundiales, en 2001 y 2005. En total efectuó 247 combates, de los cuales ganó 243 y solo perdió 4. Luego, el “Chacal”—que es el apodo que utiliza—optó por pasar al profesionalismo, donde ha tenido grandes éxitos (fue campeón absoluto súper gallo de la AMB) y también ha pasado por momentos complicados. Su récord como profesional es de 17 victorias, sin derrotas.

JULIO CÉSAR LA CRUZ

La “Sombra” es el boxeador cubano más completo del momento. Su estilo es muy peculiar, ya que pelea siempre con la guardia baja y sus rápidos movimientos y continuas esquivas desequilibran a sus rivales. En su lista de éxitos sobresalen las cinco coronas en Campeonatos mundiales, obtenidas entre 2011 y 2021, cuatro medallas de oro en Juegos Panamericanos (cifra récord) y los dos títulos olímpicos,  en los Juegos de Río 2016 y Tokio 2020.