A Leonel Suárez Fajardo le regalaron su primer cronómetro a los 10 años. En ese momento, el inquieto niño de seguro no imaginó que, una década después, su vida estaría vinculada directamente con los resultados recogidos en ese instrumento de medición.

Después de practicar fútbol y voleibol sin grandes resultados, Leonel quiso probar suerte con el atletismo y esta terminó siendo una decisión trascendental.   Fue el entrenador Orlay del Río quien vio en él las condiciones físicas necesarias para convertirse en un atleta de pruebas combinadas.

Medallista olímpico en los Juegos de Beijing, 2008 y con dos preseas mundiales en su historial, Suárez, de 26 años, está considerado entre los atletas de la elite del decatlón. De reposo médico en la sala de enfermería de la Escuela Superior de Formación de Alto Rendimiento “Giraldo Córdova Cardín”, en La Habana, accedió gustosamente al diálogo con PanamericanWorld.

¿Cómo fueron sus inicios en el atletismo?

Era un niño muy activo, siempre estaba corriendo para todos los lados. Después de practicar algunos deportes, comencé con el profesor Orlay del Río en el área especial que había en la localidad de Centeno, en el municipio  de Moa, Holguín y ahí participé en varios Juegos de la Montaña, en pruebas de velocidad y campo.

¿Cuándo comenzó a dedicarse a las pruebas combinadas?

En las categorías inferiores pasé por diferentes especialidades, porque no despuntaba en ninguna. Hacía el combinado de saltos que comprendía saltos de longitud y de altura con una carrera de velocidad y una de trescientos metros. Fue en la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) “Pedro Díaz Coello” de Holguín cuando empecé la especialización en pruebas combinadas, con el entrenador Rodolfo Sánchez.

Después de participar en diversos campeonatos nacionales infantiles, en los que obtuvo títulos en el octalón y en pruebas individuales, Leonel fue  promovido en 2005 para la Escuela Superior de Formación de Alto Rendimiento “Giraldo Córdova Cardín”, en La Habana. Ese mismo año superó la barrera de los 7 mil puntos (7 267) y, dos años más tarde, los entrenadores consideraron que el holguinero estaba listo para ingresar a la preselección nacional de atletismo.

En 2007 sobrepasó los 8 mil puntos ¿Qué influyó en esa rápida progresión?

Entrené muy duro, a pesar de las limitaciones. Tratamos de fortalecer las pruebas en las que me sentía más cómodo como el salto de altura, la garrocha y la jabalina, además de mejorar los tiempos en la pista. Esta puntuación me dio la posibilidad de tener mayor participación internacional. En ese año asistí a  la Copa América de pruebas combinadas en la ciudad de Ponce, Puerto Rico, donde terminé en medalla de plata, con 7 843 puntos; aunque en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro concluí en la cuarta posición.

Llegó la temporada 2008 con triunfos internacionales y dos nuevos récords para Cuba en la especialidad ¿Sorprendido con la medalla olímpica de Beijing?

Era difícil alcanzar una medalla, teniendo en cuenta que la vanguardia del decatlón se concentra en los países del primer mundo. Pero en la competencia todos estábamos parejos. Tuve muy buenas pruebas como el salto de altura,  el disco, la jabalina, el salto con pértiga y la carrera de 1500 metros, estas últimas me tributaron la mayor cantidad de puntos. Ese metal de bronce equivale a un oro, si analizas que nunca antes un decatlonista cubano había obtenido un resultado importante a nivel internacional.

La actuación en la cita estival de Beijing le permitió incluirse en la elite del mundo. El siguiente cuatrienio sería el de la consagración, porque llegaron primeros lugares en varias competencias de pruebas combinadas, fue medallista en citas mundiales y campeón de los Juegos Panamericanos de Guadalajara, México, en 2011. Suárez estaba en la cúspide del atletismo cubano.

¿Qué campeonato mundial (Berlín, 2009 o Daegu, 2011) le dejó un mejor recuerdo?

Sin duda, la medalla de plata en Berlín 2009, ya que reafirmó que no fue sorpresa el bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing y fue antesala a los resultados que vendrían. En Daegu estaba más confiado, a pesar de que no estuve a tope, pero sabía que podía llegar al podio.

¿Alguna estrategia para mantener la estabilidad durante los dos días que dura la competencia?

En los últimos dos años hemos estado haciendo un trabajo para mejorar las marcas de la primera jornada de competencia, ya que es donde más puntos pierdo y después se hace difícil alcanzar a los que están en la vanguardia. Por eso los entrenamientos están orientados a perfeccionar la carrera de los 100 metros, el salto largo y la bala para tratar de obtener más puntos que me permitan poder llegar a un título., a partir de mis resultados en el segundo día, que es cuando alcanzo la mejor puntuación.

¿Cómo se siente el ambiente en una competencia de decatlón?

Es un clima agradable. Todos los atletas nos apoyamos, son dos días de intensa competencia, de estrés y presión. Nos damos ánimo.

¿Cómo es la rivalidad con los norteamericanos Trey Hardee y Ashton Eaton?

Es buena. En los últimos eventos deportivos hemos alternado en los tres primeros lugares. La rivalidad nos ha exigido mayor esfuerzo a cada uno y eso es crucial para logar los resultados. Con Hardee la relación es más profesional, porque es una persona callada y reservada, pero con Eaton me comunico bastante, es más sociable.

¿Cuánto ha influido el entrenador Gabino Arzola en su desarrollo como decatlonista?

Representa todo, es como un padre. Tenemos muy buena comunicación en los entrenamientos, si no estoy de acuerdo en algo se lo hago saber y nos entendemos. Es un ejemplo de entrenador y a él le debo todos mis grandes triunfos.

¿Cuál es el reto de entrenar una disciplina como esta en Cuba?

Es un reto enorme. El desarrollo del decatlón está en los países ricos por lo costoso de su práctica. Aquí existe una sola pista de entrenamiento sobre-explotada. El clima no es favorable, han faltado en algún momento de la preparación los recuperantes; sin embargo nos hemos sobrepuesto y ahí están los resultados.

Las lesiones lo han golpeado en los últimos años, por lo que su participación en eventos se ha visto limitada. La temporada  2014 no fue la excepción y Leonel quedó fuera de la delegación cubana al Mundial Bajo Techo de Sopot en Polonia. ¿Cuándo comenzaron los problemas físicos?

En la temporada 2012 todos los entrenamientos estuvieron bien. La principal dificultad que se presentó fue que me detectaron la hipertensión arterial y debido a esto y a la exigencia en torneos de envergadura tuve una molestia en la rodilla que salió a partir del salto de altura, una tendinitis rotuliana o una rodilla de saltador como se conoce. En 2013 la lesión continuó. Asistí a varios tratamientos de onda de choque, porque tenía calcificación en la rodilla y en el Mundial de Moscú apenas llegué a los 1.90 metros en el salto de altura. Para este año se decidió, por el equipo de doctores que trabajan con el profesor Rodrigo Álvarez Cambra y los médicos del equipo nacional de atletismo, llevarme al salón de operaciones.

Con apenas 15 días de operado y aún en etapa de recuperación, Leonel Suárez no pierde el optimismo y asegura que estará listo para los Juegos Centroamericanos de la ciudad mexicana de Veracruz en noviembre próximo.

¿No sería este un retorno prematuro?

Es una medalla que falta y trataré de recuperarme lo más pronto posible. En una semana me quitarán el yeso y los médicos evaluarán el estado de la intervención. De estar todo bien, comenzaremos los entrenamientos.

¿Qué opina de la nueva política de remuneración económica a los atletas cubanos?

Es algo muy positivo. Hay muchos atletas que se esfuerzan bastante para tener resultados en sus deportes. Esta medida es un incentivo económico necesario que estimula al deportista que va a dar lo mejor de sí en los entrenamientos y en las competencias.

¿Cómo lleva el peso de la fama?

Trato de pasar inadvertido, aunque me gusta el contacto con los niños y siempre aprovecho alguna oportunidad en Holguín para ir a la EIDE y dialogar con los atletas, contar mis experiencias y tratar de estimularlos a continuar la práctica deportiva.

¿Qué le falta por obtener en su carrera?

Creo que nada. Hace prácticamente siete meses nació mi niña Idsamaray Suárez Villareal que viene a completar todos esos resultados deportivos. Quizás mejorar algunas condiciones de vida, me quedan 6 o 7 años como atleta y no quisiera pasarlos becado en una escuela de entrenamiento.

El próximo primero de septiembre, Leonel Suárez cumplirá 27 años y aún sigue siendo el niño travieso que gusta de jugar con sus amigos, por eso en los ratos de descanso participa de los torneos de monopolio y juegos en la consola play station que se desarrollan entre los deportistas, no solo de atletismo. A pesar de las lesiones, Suárez no pierde el optimismo y mientras espera por el alta médica, prepara la exposición de su trabajo en opción al título  universitario de Licenciado en Cultura Física y Deporte.

Principales Resultados de Leonel Suárez

Medallista de bronce de los Juegos Olímpicos de Beijing,  2008

Medallista de plata en el Mundial de Atletismo de Berlín, Alemania, 2009

Medallista de bronce en el Mundial de Atletismo de Daegu, Corea del Sur, 2011

Posee el récord nacional de Cuba: 8 654 puntos, en 2009

Por: Y. Masó / M. Gómez. PanamericanWorld. La Habana