En la última década, los deportes electrónicos, conocidos como eSports, han dejado de ser un pasatiempo de nicho para convertirse en un fenómeno global. América Latina no ha sido la excepción a esta tendencia y hoy se posiciona como una región clave en el panorama mundial de los videojuegos competitivos. Desde el crecimiento de las audiencias hasta el desarrollo de eventos de clase mundial, los eSports están redefiniendo el entretenimiento y abriendo nuevas oportunidades económicas en la región.

El auge de los eSports en América Latina

América Latina alberga una población joven, conectada y apasionada por la tecnología, lo que la convierte en terreno fértil para el crecimiento de los eSports. Con más de 290 millones de gamers en 2024, se espera que esta cifra alcance los 325 millones para 2025, según proyecciones de consultoras especializadas. Además de los jugadores activos, la audiencia de eSports ha crecido significativamente. El año pasado hubo más de 122 millones de espectadores, un incremento del 20% en menos de cinco años.

Este rápido crecimiento está impulsado por una combinación de factores, como la mayor penetración de internet, el acceso a dispositivos móviles y la organización de eventos competitivos.

Países como Brasil, México y Argentina lideran el camino. Brasil, con más de 32 millones de entusiastas de los eSports, no solo domina el mercado regional, sino que también está dejando su huella en la escena global. Por su parte, México se destaca como un puente entre los mercados de Norte y Sudamérica, mientras que Argentina ha producido jugadores y equipos que compiten al más alto nivel internacional.

Las claves del interés creciente

Mayor acceso a la tecnología

Uno de los principales impulsores del crecimiento de los eSports en la región es el acceso cada vez más amplio a internet de alta velocidad y dispositivos tecnológicos asequibles. Los smartphones, en particular, han democratizado el acceso al gaming, permitiendo que más personas participen en juegos y competiciones. Esto es especialmente relevante en países donde los computadores de alto rendimiento son prohibitivamente costosos. Además, el avance en infraestructura de conexión, como redes de fibra óptica y 5G, está ayudando a cerrar las brechas de conectividad en algunas regiones.

Eventos y ligas de renombre

La organización de torneos y ligas ha sido fundamental para consolidar la popularidad de los eSports. Eventos como la BLAST Premier Rivals en Monterrey, México, han puesto a América Latina en el mapa de los videojuegos competitivos. Este tipo de competencias no solo atraen a los mejores jugadores del mundo, sino que también generan un impacto económico significativo en las ciudades anfitrionas. Los eventos también cuentan con el respaldo de grandes marcas y plataformas de streaming, lo que amplifica su alcance global.

Un ejemplo de éxito es el crecimiento de ligas locales como el CBLOL (Campeonato Brasileño de League of Legends) y la Liga Latinoamérica de Valorant, que no solo promueven la competición, sino que también descubren nuevos talentos en la región. Además, estos torneos suelen incluir actividades para los fans, como meet and greets con jugadores, paneles de discusión y demostraciones de juegos.

Diversidad en los juegos

Títulos como League of Legends, Counter-Strike y Free Fire dominan la escena regional, pero también hay espacio para otros juegos como Valorant, Fortnite y FIFA. Esta diversidad permite que los eSports lleguen a audiencias con diferentes intereses, ampliando su atractivo. Por ejemplo, los juegos de disparos en primera persona (FPS) tienden a atraer audiencias más competitivas, mientras que los juegos deportivos como FIFA conectan con seguidores de deportes tradicionales.

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Crecimiento de las comunidades

La fuerte cultura social de América Latina también juega un papel clave. Las comunidades gamers se han consolidado en torno a plataformas de streaming, redes sociales y eventos presenciales, creando un sentido de pertenencia que fomenta la participación y el compromiso. Plataformas como Twitch y YouTube Gaming han servido como puntos de encuentro digitales, donde los fanáticos pueden interactuar directamente con streamers y jugadores profesionales.

En países como Brasil y México, también han surgido grupos locales que organizan torneos comunitarios, fortaleciendo las relaciones entre los jugadores y creando un espacio inclusivo para nuevos participantes. Estas comunidades también han sido clave para aumentar la visibilidad de las mujeres en los eSports, rompiendo barreras de género y promoviendo la diversidad.

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Desafíos y oportunidades

Barreras tecnológicas

A pesar de los avances, aún existen disparidades en el acceso a internet de calidad, especialmente en áreas rurales y regiones menos desarrolladas. Esto limita la participación de muchos jugadores y espectadores potenciales. Resolver este problema será clave para garantizar un crecimiento inclusivo. Gobiernos y empresas privadas podrían colaborar en proyectos de infraestructura para mejorar la conectividad en zonas desatendidas.

Inversión y patrocinio

Históricamente, América Latina ha recibido menos inversión en eSports que otras regiones como Norteamérica, Europa o Asia. Sin embargo, esto está cambiando gracias al creciente interés de marcas locales e internacionales. Patrocinios de bebidas energéticas, tecnología y ropa deportiva son cada vez más comunes, lo que está impulsando el desarrollo de la industria.

Un área de crecimiento potencial es el patrocinio de torneos locales y equipos emergentes. Marcas que buscan conectar con audiencias jóvenes pueden encontrar en los eSports una plataforma única para generar lealtad y reconocimiento.

Profesionalización del sector

El talento en América Latina es indudable, pero su desarrollo a menudo se ve limitado por la falta de infraestructura y programas de entrenamiento profesional. Crear academias y ligas locales podría ser un catalizador para que los jugadores latinos compitan en igualdad de condiciones con sus contrapartes internacionales.

Además, la industria de los eSports no solo ofrece oportunidades para jugadores, sino también para roles en áreas como gestión de eventos, marketing, retransmisión y diseño de videojuegos. Instituciones educativas podrían incorporar programas relacionados con los eSports para preparar a la próxima generación de profesionales.

Un futuro prometedor

Las proyecciones son alentadoras: se espera que los ingresos de los eSports en América Latina crezcan a una tasa anual del 27.2% hasta 2030. Además, el mercado de apuestas en eSports, valorado en USD 1,500 millones en 2023, podría duplicarse en los próximos cuatro años, demostrando el enorme potencial económico de este sector.

Más allá de los números, los eSports también están redefiniendo las oportunidades laborales en la región. Desde la gestión de eventos hasta la creación de contenido, el ecosistema ofrece un amplio abanico de posibilidades para las nuevas generaciones. Además, la inclusión de tecnologías emergentes como la realidad virtual y aumentada podría transformar la experiencia de juego y abrir nuevas vías de interacción.

Impacto social y cultural

Los eSports también tienen el potencial de unir comunidades y fomentar el entendimiento intercultural. Alrededor de torneos y eventos, jugadores y fans de diferentes países comparten experiencias y colaboran, creando lazos más allá de las fronteras. Este aspecto social podría ser aprovechado para promover valores como el trabajo en equipo, la inclusión y el respeto mutuo.

eSports, ¿moda pasajera?

El interés por los eSports en América Latina está lejos de ser una moda pasajera. Con una audiencia joven, una pasión desbordante y un creciente apoyo de inversores y patrocinadores, la región está lista para consolidarse como un referente global en el mundo de los deportes electrónicos. A medida que se superen los desafíos y se aprovechen las oportunidades, los eSports no solo transformarán el entretenimiento, sino que también contribuirán al desarrollo económico y social de América Latina.

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