La final de la Copa Mundial de la FIFA 2026, que se disputará el 19 de julio en el imponente MetLife Stadium de Nueva Jersey, no solo coronará al campeón del torneo más prestigioso del planeta, sino que también marcará un antes y un después con la incorporación de un espectáculo de medio tiempo al estilo del Super Bowl. Esta decisión, anunciada por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, promete fusionar el fútbol con el entretenimiento masivo, un movimiento que genera tanto entusiasmo como debate entre los aficionados.
La noticia llega como parte de una alianza estratégica entre la FIFA y Global Citizen, una organización dedicada a combatir la pobreza extrema y promover causas sociales. Este acuerdo, que abarca cuatro años, no solo incluye el Mundial 2026, sino también el Mundial de Clubes 2025, cuya final también se jugará en el MetLife Stadium. La idea es clara: transformar la final del torneo en un evento global que trascienda el césped y se convierta en un espectáculo cultural.
Un guiño al Super Bowl y a la cultura estadounidense
La inspiración detrás de este cambio es innegable. El Super Bowl, el evento deportivo más visto en Estados Unidos, ha convertido su show de medio tiempo en una tradición icónica, con actuaciones memorables de artistas como Michael Jackson. La FIFA, al adoptar este formato, busca aprovechar el mercado norteamericano, donde el fútbol (o «soccer») aún compite por atención frente a deportes como el fútbol americano, el baloncesto y el béisbol. Con Estados Unidos como uno de los tres países anfitriones del Mundial 2026, junto a México y Canadá, este giro parece un esfuerzo calculado para captar a una audiencia más amplia y diversa.
El precedente ya está establecido. En la final de la Copa América 2024, celebrada en Miami, Shakira irrumpió en el medio tiempo del partido entre Argentina y Colombia con una actuación de 20 minutos que dejó al mundo boquiabierto. Aunque algunos puristas del fútbol criticaron la interrupción, el experimento fue un éxito en términos de audiencia, con millones de espectadores sintonizando el show en todo el planeta.
Ahora, la FIFA planea llevar esta fórmula a un nivel superior en 2026, con la promesa de un espectáculo «digno del mayor evento deportivo del mundo», según palabras de Infantino.
Coldplay y la curaduría del espectáculo
Uno de los detalles más intrigantes del anuncio es la participación de Coldplay. Chris Martin, vocalista de la banda británica, y su mánager, Phil Harvey, están colaborando con la FIFA para definir la lista de artistas que actuarán en la final. Aunque no se ha confirmado si Coldplay encabezará el show, su involucramiento sugiere que el evento tendrá un enfoque internacional y contemporáneo.
La especulación sobre quién podría subirse al escenario ya está en marcha. ¿Serán artistas globales como Taylor Swift, Bad Bunny o Dua Lipa? ¿O apostará la FIFA por una mezcla de talentos locales de los países anfitriones, como un mariachi mexicano, una estrella pop canadiense y un ícono estadounidense? Lo único seguro es que el show busca apelar a los 3,500 millones de personas que, según estimaciones, sintonizan la final del Mundial.
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Más allá del estadio: Times Square se suma a la fiesta
El espectáculo no se limitará al MetLife Stadium. La FIFA también planea «tomar» Times Square, en Nueva York, durante el fin de semana final del torneo. Este espacio icónico se convertirá en un carnaval futbolístico, con eventos musicales y actividades que acompañarán tanto el partido por el tercer lugar como la gran final. «Será una celebración histórica en el corazón de Nueva York», prometió Infantino. Esta ambiciosa propuesta subraya el deseo de la FIFA de hacer del Mundial 2026 una experiencia inmersiva, tanto para los asistentes al estadio como para los millones que lo vivirán desde casa o en las calles.
¿Un cambio bienvenido o una distracción innecesaria?
La introducción de un show de medio tiempo no está exenta de controversia. Para los tradicionalistas, el fútbol es un deporte continuo, donde los 15 minutos de descanso entre tiempos son sagrados para los jugadores y entrenadores. Extender este intervalo —aún no se ha aclarado si será de 20, 30 o más minutos— podría alterar la dinámica del partido y afectar el rendimiento de los equipos en la segunda mitad. «¿Qué sigue, comerciales cada 10 minutos como en la NFL?», bromeó un usuario en X tras el anuncio.
Sin embargo, los defensores del cambio argumentan que el fútbol debe evolucionar para mantenerse relevante en un mundo saturado de entretenimiento. El Mundial 2026, con sus 48 equipos y 104 partidos, ya es una apuesta por la expansión. Un show de medio tiempo podría ser el toque final para convertirlo en el evento deportivo más espectacular de la historia.
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