PanamericanWorld sigue pendiente paso a paso de la Copa Mundial Femenina de fútbol que se disputará en junio y julio en Canadá. De las historias que pueden rescatarse de los preparativos de la gran cita destaca la de la saga Córdoba: Óscar Córdoba y Vanessa, padre e hija. El 18 de junio de este año se cumplirán 21 años del debut de Óscar en una Copa del Mundo con la Selección Colombia, y nueve días antes podría ser el debut de su hija Vanessa, cuidando el arco de la Tricolor de mujeres en Canadá.
Óscar Córdoba; exarquero de la Selección Colombia, dos veces mundialista y ganador con Boca Juniors, doble campeón de la Copa Libertadores, Copa Intercontinental y tres campeonatos argentinos.
Vanessa Córdoba, su hija, que comenzó en el deporte gracias a la equitación y que nunca antes pensó siquiera en seguir los pasos de su padre, hasta que una lesión la sacó del voleibol de playa, obligándola a tomar otro rumbo en su vida.
Vanessa tuvo el privilegio de ser aconsejada por uno de los mejores arqueros de la historia de Colombia, quien también comenzó en el voleibol y tenía claro que fue mucho lo que aplicó de uno al otro deporte. Conociendo a su hija y su disciplina no tuvo problemas en señalarle el nuevo camino que podía elegir.
La decisión fue totalmente responsabilidad de la adolescente de 16 años, quien asumió el fútbol como un reto personal, volver a comenzar una carrera deportiva y en un inicio lograr superar a su papá. No dudó en elegir la misma posición de su padre, debajo de los tres palos, fue casi una sorpresa para toda la familia.
Vanessa admira el saque de Oscar, pues casi que puede asegurar un gol, y esa fue una de las principales características de este guardameta que hizo historia en el fútbol mundial. Ninguna bola se puede dar por perdida, tanto cerca a la red, como delante de la malla sostenida por tres palos.
El deporte siempre va acompañado de sacrificio y los Córdoba son conscientes del camino que esta joven de 19 años tiene por delante. Él es consciente de su naturaleza, que a veces toman por errores de su carrera, pero sabe que era parte de él, y sin duda cometería el mismo error una y otra vez como el gol de Crespo al América de Cali.
Su familia siempre acompañó al arquero en su carrera y su hija recuerda una de esas veces que su padre dio la vuelta olímpica en la Bombonera, a ellos los bajaron a la cancha y ese es precisamente el primer recuerdo de la carrera de Oscar, y su mayor motivación en su carrera futbolística.
Óscar Córdoba; exarquero de la Selección Colombia, dos veces mundialista y ganador con Boca Juniors, doble campeón de la Copa Libertadores, Copa Intercontinental y tres campeonatos argentinos.
El primer entrenador que tuvo Vanessa Córdoba fue a su padre, lo intentaron al comienzo pero fue muy difícil pues Óscar no tenía la metodología de enseñar a niños, acostumbrado a jugar con curtidos profesionales. Después de una grave lesión a ella le costó recuperar la rutina de trabajo. Fueron tiempos duros que se manifestaron en el primer roce generacional entre el padre y la hija, entre el entrenador y la pupila. Cuando la guerra estaba a punto de estallar ambos tomaron la la decisión de contratar a un entrenador.
Ambos están de acuerdo en que tienen en común esa actitud de sacrificio, entrega y no abandonar, cuando uno ve la meta lejos ahí es donde no se puede abandonar y los Córdoba saben que es la fortaleza que seguramente ha permitido lograr todos sus objetivos profesionales.
Nadie mejor para aconsejar que un padre, y mejor aún si su experiencia habla por si sola, Óscar quiere que Vanessa disfrute este mundial femenino en Canadá: ‘uno entra con una presión a jugar un Mundial, que tiene que hacer las cosas bien, que tiene que ser el mejor, que el país está esperando mucho de uno… y es entonces cuando uno deja de disfrutar. Y si no lo disfrutas es muy complicado’.