La Copa Mundial de la FIFA 2026, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá, marcará un hito en la historia del fútbol internacional. Con un formato radicalmente ampliado que incluirá 48 equipos, 16 más que en Qatar 2022, este torneo será el más grande y ambicioso hasta la fecha. Pero, ¿quiénes son los verdaderos beneficiarios de esta expansión sin precedentes?
La FIFA y sus objetivos financieros
La FIFA, como organismo rector del fútbol mundial, se presenta como uno de los principales beneficiarios de esta expansión. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha defendido firmemente la decisión de ampliar el torneo, argumentando que generará aproximadamente 1000 millones de dólares adicionales en ingresos y 640 millones en beneficios extra.
Reinversión en el desarrollo del fútbol
Infantino asegura que estos ingresos adicionales se reinvertirán en el desarrollo del fútbol a nivel global. «Aumentar la cantidad de equipos que pueden participar incrementará la inversión en el desarrollo del fútbol, para asegurarnos de que los equipos puedan clasificar», declaró el presidente de la FIFA. Esta promesa sugiere que las federaciones nacionales, especialmente aquellas con menos recursos, podrían beneficiarse de una mayor inversión en infraestructura y programas de desarrollo.
Las confederaciones y la nueva distribución de cupos
Una de las consecuencias más significativas de la expansión es el aumento de cupos para cada confederación. Este cambio beneficia especialmente a las confederaciones que históricamente han tenido menos representación en el torneo.
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AFC (Asia), un salto cuantitativo
Asia es una de las grandes beneficiadas, duplicando su participación de 4 a 8 equipos clasificados directamente, más una plaza para el repechaje. Esta ampliación podría impulsar el desarrollo del fútbol en el continente más poblado del mundo.
CAF (África), mayor representación para el continente
África también ve un aumento sustancial en su representación, pasando de 5 a 9 plazas directas, más una adicional para el repechaje. Este incremento podría ser un catalizador para el crecimiento del fútbol africano.
CONMEBOL (Sudamérica), más de la mitad clasificada
La CONMEBOL, a pesar de ser una de las confederaciones más pequeñas, obtiene un beneficio significativo. Con 6 plazas directas y una de repechaje, más de la mitad de las selecciones sudamericanas podrán clasificar al Mundial. Esto podría reducir la presión en las siempre competitivas eliminatorias sudamericanas.
CONCACAF (Norteamérica, Centroamérica y Caribe), anfitriones y más
La CONCACAF no solo se beneficia de tener a tres de sus miembros como anfitriones automáticamente clasificados (Estados Unidos, México y Canadá), sino que también obtiene 3 plazas adicionales para la clasificación, más dos para el repechaje. Esto abre nuevas posibilidades para las naciones centroamericanas y caribeñas.
OFC (Oceanía), por fin, una plaza directa
Quizás el cambio más significativo sea para Oceanía, que por primera vez en la historia tendrá una plaza directa al Mundial, más una de repechaje.
UEFA (Europa), un dominio consolidado
Aunque proporcionalmente es la confederación menos beneficiada, Europa aumenta su participación de 13 a 16 equipos. Esto refuerza aún más la posición dominante del fútbol europeo en el escenario mundial.
Los países anfitriones: Estados Unidos, México y Canadá
Con 16 ciudades sede (11 en Estados Unidos, 3 en México y 2 en Canadá) y un total de 104 partidos, el impacto económico y turístico para los tres países sedes será significativo. La afluencia de aficionados de todo el mundo promete impulsar las economías locales y promover el turismo deportivo a una escala sin precedentes.
Los aficionados, más fútbol, más emociones
Los aficionados al fútbol de todo el mundo también se benefician de esta expansión. Con 104 partidos en total, 40 más que en la edición anterior, los fanáticos tendrán más oportunidades de ver a sus selecciones favoritas y descubrir nuevos talentos emergentes.
El formato, un equilibrio entre competitividad y oportunidad
El nuevo formato de 12 grupos de cuatro equipos, con los dos primeros y los ocho mejores terceros avanzando a dieciseisavos de final, busca un equilibrio entre la competitividad y la oportunidad.
Al mantener grupos de cuatro equipos y fechas dobles en la última jornada, la FIFA ha buscado reducir el riesgo de colusión que podría haber existido en el formato inicialmente propuesto de grupos de tres equipos.
El formato revisado garantiza que todas las selecciones jueguen un mínimo de tres partidos, proporcionando más oportunidades para que los equipos muestren su valía y los aficionados disfruten de sus selecciones.
Desafíos logísticos y preocupaciones
A pesar de los numerosos beneficios, la expansión del Mundial también presenta desafíos significativos y ha generado algunas preocupaciones.
Con una duración total de 39 días para la fase de competición, una semana más que en ediciones anteriores, surge la preocupación sobre el impacto que esto podría tener en los calendarios de las ligas nacionales y en el bienestar de los jugadores.
La Asociación Europea de Clubes ha expresado su preocupación por el aumento de partidos y su impacto en el calendario nacional. Aunque la FIFA ha mantenido el mismo período total de interrupción del fútbol de clubes, la reducción del tiempo de preparación de 25 a 16 días podría afectar la calidad del juego en las primeras etapas del torneo.
Un cambio trascendental para el fútbol mundial
La expansión de la Copa Mundial de la FIFA a 48 equipos representa el cambio más significativo en la historia del torneo. Mientras que la FIFA, las confederaciones menos representadas históricamente y las selecciones emergentes parecen ser los principales beneficiarios, el impacto de esta expansión se sentirá en todos los niveles del fútbol mundial.
El éxito de este nuevo formato dependerá en gran medida de cómo se implementen los cambios y cómo se aborden los desafíos logísticos y competitivos. Lo que es indudable es que el Mundial 2026 marcará el inicio de una nueva era en el fútbol internacional, con más naciones teniendo la oportunidad de brillar en el escenario más grande del deporte rey.