En la “era de Usain Bolt”, el corredor panameño Alonso Edward, de 25 años, ha sido uno de los pocos hombres capaces de disputarles a los jamaicanos y estadounidenses un podio de premiación en un evento de velocidad.

Edward asombró a todos en 2009 cuando, con 20 años, obtuvo la medalla de plata en los 200 metros planos del Campeonato Mundial de Berlín. El día en que Bolt voló sobre las pistas al imponer un asombroso récord mundial de 19,19 segundos, Edward entró detrás del portento jamaicano con un tiempo de 19,81 segundos que todavía es la mejor marca de todos los tiempos para Centro y Sudamérica.

Esa carrera colocó a Edward en el centro de la atención mediática y, aunque desde entonces no ha podido acercarse al registro de Berlín, sí se ha mantenido en la elite de la velocidad durante los últimos cinco años.

Después de Berlín, Edward tuvo altos y bajos. En el siguiente Mundial, celebrado en Daegú, Corea del Sur, volvió a llegar a la final de los 200 metros; pero fue descalificado. Algo similar le ocurrió en los Juegos Olímpicos de Londres, donde quedó eliminado en las preliminares por una salida en falso. El panameño siguió fallando y en el Mundial de Moscú, en 2013, ni siquiera pudo incluirse en la final.

Afectado por lesiones e incapaz de correr con la misma rapidez los 100 y 200 metros, el panameño, que había maravillado al universo atlético en 2009, estaba en un bache del que nadie sabía si podría recuperarse.

La temporada 2014 fue decisiva para el futuro deportivo de Edward. El panameño triunfó en los 200 metros de la Liga del Diamante de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) y demostró que seguía siendo un formidable corredor. En total intervino en 5 de los 6 eventos de la Liga y alcanzó 19 puntos, uno más que el jamaicano Nickel Ashmeade. Su mejor actuación ocurrió en el mitin de Zúrich, donde ganó con tiempo de 19,95 segundos.

Un 2015 de diamante y fotofinish

La temporada 2015 volvió a ser buena para Edward, porque conquistó por segundo año consecutivo la Liga del Diamante de la IAAF en los 200 metros planos; además, logró la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Toronto y estuvo muy cerca de subir al podio en el Mundial de Beijing.

Esta vez Edward solo compitió en 3 de las 6 convocatorias de los 200 metros en la Liga del Diamante, pero sus resultados fueron suficientes para colocarlo en la cima del ranking. El panameño finalizó en la segunda posición en el mitin de Shanghái, en mayo, con registro de 20,33 segundos. Dos semanas más tarde repitió la segunda plaza en el certamen organizado por Estocolmo, aunque con mejor tiempo (20,04 segundos). Vino entonces una pausa por su participación en los Panamericanos y el Mundial. En septiembre intervino en la parada de Zúrich y allí ganó con 20,03 segundos. De esta manera concluyó con 16 unidades, cinco más que el sudafricano Anaso Jobodwana.

Edward y la saltadora de triple colombiana Caterine Ibargüen fueron los únicos latinoamericanos que pudieron ganar la Liga del Diamante de este año, porque, a última hora, el triplista cubano Pedro Pablo Pichardo fue superado por el campeón mundial, el estadounidense Christian Taylor.

En los Juegos Panamericanos de Toronto, Edward fue considerado uno de los favoritos y de cierta forma cumplió ese pronóstico, porque subió al podio de premiaciones, al concluir en la tercera plaza. El canadiense Andre De Grasse fue la gran figura de la velocidad en esa cita, porque ganó los 100 metros y se impuso en los 200 con tiempo de 19,88 segundos. Edward y el jamaicano Rasheed Dwyer finalizaron con 19,90, pero el fotofinish favoreció a Dwyer.

La delegación panameña en Toronto estuvo compuesta por 42 atletas, pero solo hubo dos medallas: el bronce de Edward y la plata del luchador grecorromano Alvis Almendra.

Luego, en el Mundial de Beijing, Edward mostró desde el primer heat eliminatorio que estaba en buena forma deportiva. En la semifinal hizo el cuarto mejor tiempo, con 20,02 segundos y, por tercera vez en su historia, se incluyó en una final mundialista. Todas las miradas estaban puestas en el nuevo duelo entre Bolt y el estadounidense Justin Gatlin, así que quedaba claro que las principales opciones del panameño estaban en la discusión del tercer puesto.

Desde que sonó el disparo de arrancada, Bolt tomó la delantera y paseó la distancia—a diferencia de lo que había ocurrido dos días antes en los 100 metros—con 19,55 segundos; Gatlin fue segundo, con 19,74 y lo más interesante se vivió en la disputa de la presea de bronce. Edward y el sudafricano Anaso Jobodwana entraron en la meta con idéntico tiempo de 19,86. Ante esta situación, los jueces recurrieron al fotofinish y nuevamente el panameño tuvo mala suerte, porque  Jobodwana hizo dos milisegundos menos y lo dejó sin medallas.

Para la temporada 2016, la principal aspiración de Alonso Edward será obtener una presea en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y, de seguro, también luchará por mantener su dominio en los 200 metros planos en la Liga del Diamante. ¿Podrá cumplir estos dos objetivos?