La historia de cómo una libra de café, cultivado en las montañas de Chiriquí en Panamá, alcanzó un precio récord de 1.029 dólares comenzó hace veinte años. No fue de la noche a la mañana.

Detrás de cada taza que sirven en las cafeterías de especialidad de Japón, Estados Unidos y Taiwan hay un grupo de productores panameños que ha dedicado su vida entera al café. Con esfuerzo y compromiso han levantado una industria cafetalera que crece grande y fuerte cada año desde que se creó la Asociación de Café Especial de Panamá (SCAP, por sus siglas en inglés) a principios de la década del dos mil.

Wilford Lamastus Jr. forma parte de la cuarta generación del grupo de fincas Lamastus Family Estates que reúne a Elida Estate, una de las plantaciones donde se cultiva el cotizado café Geisha, El Burro Estate y Luito Geisha Estate, en la provincia de Chiriquí al oeste de Panamá.

Su padre, del mismo nombre, fue uno de los fundadores de la SCAP y organizador de la competencia Best of Panamá. Posteriormente adoptaron el sistema de subastas en línea para ofrecer a los compradores alrededor del mundo, las diferentes variedades de café catados y calificados previamente en la competencia por un grupo de jueces internacionales.

Café panameño: un antes y un después

Lamastus Jr. no llega a los treinta años de edad, pero describe con detalle y en orden cronológico los hitos que han marcado a la industria del café en Panamá y su producto estrella, el café Geisha.

“El récord no fue solo en Panamá, fue en el mundo. No podíamos creerlo, fue una fiesta, una celebración para la comunidad del café. Esto puso los ojos sobre el café de Panamá, fue la primera introducción del geisha panameño en el mercado internacional. De inmediato todos comenzamos a sembrar Geisha”, comenta Wilford.

Café Panamá
Las condiciones climáticas de la región de Chiriquí, así como la variedad de suelos volcánicos y el constante entrenamiento de los productores de la comunidad, han hecho que el café de Panamá sea de calidad excepcional. Foto: cortesía de Lamastus Family Estate

Luego del despegue de la SCAP, las competencias y las subastas, en 2004 la Hacienda La Esmeralda, ubicada también en Chiriquí, descubrió una variedad de café Geisha nunca antes vista.

Tan peculiar era su sabor que los dueños de la finca, de apellido Peterson, dudaron en incluirlo en la competencia de ese año. Pero al hacerlo se llevaron una gran sorpresa, el café alcanzó un precio de $21 la libra, un verdadero récord para la época (en las últimas subastas no superaba los 5 dólares por libra).

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El Geisha de Panamá, una variedad única

A partir de ese momento el precio del café Geisha comenzó a subir vertiginosamente en cada subasta. Los principales compradores estaban en Estados Unidos, Japón, China y Corea del Sur, por mencionar algunos países.

Sin embargo, Lamastus asegura que los asiáticos son hoy en día los más fieles seguidores del café Geisha y no escatiman a la hora de pagar por unos cuantos sacos para ofrecer a sus clientes.  En Japón una taza de café Geisha puede costar hasta 140 dólares.

Las primeras semillas de café Geisha llegaron de Costa Rica a Panamá en los años sesenta. Originalmente el grano procede de Etiopía. Esta variedad podía sobrevivir a ciertas enfermedades pero era tan poco productiva que pronto fue eliminada de la mayoría de las fincas.

Fue entonces cuando Peterson lo descubrió y decidió experimentar sembrando Geisha nuevamente en el lote más alto de su hacienda. La planta tarda un promedio de 6 a 7 años en crecer, pero de ella se obtuvo un grano de sabor muy especial. Suele tener notas florales, a bergamota, durazno y jazmín.

La posición privilegiada del café de Panamá

“La altura influye en la calidad del café. En las montañas altas de Chiriquí hay microclimas muy característicos con temperaturas ideales que favorecen la producción. En el caso del Geisha, Peterson cuenta que fue un golpe de suerte. Ese año el fenómeno de la Niña impactó en los sembradíos y contribuyó de manera positiva”, agrega Lamastus Jr.

Luego de aquel récord de 21 dólares la libra registrado en 2004, en 2006 el preció llegó a 50, en 2007 se ubicó en $130 la libra y en 2010 en $170.

La posición geográfica de Panamá es también un privilegio para los productores de café. Tan estrecho es el istmo que permite la cercanía de ambos mares, el Pacífico y el Caribe, así como el choque de los vientos en direcciones opuestas. Los ricos suelos volcánicos más las corrientes frías que bajan del norte y las calientes que llegan del sur, hacen que el clima de Chiriquí sea único.

Café de Panamá
Durante mucho tiempo, antes del boom del café, la familia Lamastus trabajó en otras actividades económicas para poder subsistir. Fots: cortesía de Lamastus Family Estate.

El nuevo récord del café panameño

En 2013 la Hacienda La Esmeralda vende la libra de café Geisha en 350 dólares, en la categoría natural, un nuevo proceso que los agricultores habían empezado a utilizar dos años antes, además del proceso de lavado.

Por su parte, el grupo de Los Lamastus que sembró semillas de Geisha en 2006 recogió los frutos de la cosecha en 2018 cuando la libra alcanzó $803, por un tipo de Geisha natural. La compañía taiwanesa Black Gold Coffee ofreció el precio más alto durante la subasta electrónica The Best of Panama.

“¿Hasta dónde vamos a llegar? Me pregunté. Ya estas cifras eran muy positivas para la industria del café en Panamá. Cada vez era más grande la motivación por producir un café de mejor calidad que cataban jueces internacionales todos los años”, recuerda Wilford.

La pregunta de Wilford fue respondida al año siguiente con un nuevo récord. Un comprador japonés pagó $1.029 por la libra de Geisha Elida Green Tip Coffee. Esta variedad además de obtener el precio más alto, también obtuvo el puntaje más elevado de la competencia.

Plinio Ruiz, presidente de la SCAP, declaró a los medios en aquella ocasión: “Es un éxito para nuestro país, aquí ganamos todos los panameños y podemos decir con orgullo que cultivamos en nuestra región el mejor café del mundo”.

Este año 174 cafés entraron a la competencia y más de 40 participaron en la subasta. Aunque el precio por libra que pagan los compradores está lejos de lo que realmente se ofrece en el mercado, el mensaje para Wilford es claro, la comunidad está unida y lista para continuar capacitándose en la producción del café. El empeño y la formación constante de los productores cafeteros ha sido clave en la fabricación de un café tan prestigioso como lo es el Geisha.


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