Tequila es un pintoresco destino del estado de Jalisco donde es posible apreciar, en todo su esplendor, el encanto típico de los pueblos mexicanos: entre la cultura prehispánica y la arquitectura colonial

Vale la pena adentrarse en las calles de Tequila, aun cuando el tequila -con minúscula- no goza de buena reputación: es una bebida bien popular.

Pero con ese picante que define su sabor (venido del agave, una carnosa planta que puebla el desierto mexicano) es, desde hace siglos, un sello de las tradiciones culinarias locales.

Y en tal sentido, a quienes la cultura mexicana les despierte inquietud, Tequila -con mayúsculas- es un buen lugar para arrancar.

CON ESPÍRITU “SHOT”

En la zona céntrica de la ciudad, los negocios venden artículos relacionados con la bebida espirituosa por excelencia de México.

Desde botellas de las marcas más populares a nivel internacional hasta envases de fábricas chicas, bien regionales y artesanales. En los locales se exhiben barriles transformados en simpáticas cavas y adornos hechos con “la piña” o con hojas del agave.

Los resistentes podrán disfrutar las calles de Tequila mientras degustan la bebida: el PartyBus es un camión amarillo que vende tragos de varios tamaños.

Además, don Marcos Pacheco -un personaje conocido de Tequila que deambula por las calles más importantes del pueblo- pasa puntual con su carro en la esquina de Mundo José Cuervo, a partir de las 11.

Es imperdible su famoso trago “refrescanterejuino”, bebida tradicional de la región hecha a partir de la fermentación del maíz con un poco de piloncillo o turrón dulce. También otra especialidad, “las pachecadas”, mezcla del mismo tejuino pero con cerveza oscura, sal, limón y varios hielos.

PASO A PASO

La historia empieza con el Museo Nacional del Tequila, un espacio cultural ubicado en una bella casona del siglo XVIII, donde se vincula la historia prehispánica del valle con la época colonial, además de la cultura de los pobladores y su relación con el tequila.

Hay muestras permanentes de artistas locales que en sus pinturas, esculturas, fotografías y musicas relacionan el tequila con el arte.

Sin embargo, si se quiere conocer el proceso de producción de esta bebida, los recorridos ineludibles son las dos tequileras famosas de la ciudad: Casa Sauza y Mundo Cuervo.

La primera es una oportunidad para conocer el hogar donde se gestó uno de los pilares más relevantes de la Industria Tequilera: la dinastía Sauza nació y creció detrás de paredes de adobe que se pueden conocer en la visita guiada que se realiza de lunes a sábado.

El recorrido empieza en el pintoresco Rancho El Indio, donde un jimador –como se dice en México a los agricultores originarios- cosecha un agave. Luego sigue en la destilería La Perseverancia, donde se muestra a los visitantes el proceso para llegar al tequila.

La jornada termina con una degustación de los mejores tequilas recién preparados, como el Hornitos, Sauza, La Perseverancia, Tres Generaciones, Sauza Blanco, Sauza Conmemorativo, en La Quinta Sauza.

OTRAS VOCES

Las visitas a Mundo Cuervo se hacen sólo los domingos, por lo que conviene reservar con tiempo, ya que su destilería es muy popular. Esta es una de las fábricas de tequila más grandes desde 1795, cuando obtuvo la concesión total para producir y comercializar mezcal, la otra gran bebida mexicana.

Por la reputación que obtuvo la marca, en 1812 decidieron construir en el centro de Tequila la Destilería La Rojeña, desde donde todavía hoy se embotella y exporta el tequila Cuervo. Es por esto que la empresa se convirtió en un gran atractivo turístico para la zona.

Luego de los paseos habrá tiempo para darse una vuelta por la plaza central de Tequila, lugar óptimo para relajarse, ¡si es que no se está haciendo ninguna feria, festividad patronal o encuentro cultural! Y en ese caso, la ciudad se vuelve muy alegre.

A un costado de la plaza hay tiendas de souvenires donde se ofrecen degustaciones de bebida emblemática de este destino.

Además, a pasos está la parroquia local, con sus jardines, y en el medio, un hermoso quiosco. Al lado, un monumento homenajea a Sixto Gorjón, personaje célebre de Jalisco, líder político y defensor del pueblo del siglo XIX.

En estos jardines también hay esculturas que representan temas populares, lógicamente, relacionadas al tequila.