Veinte años después de su muerte, la Reina de la Salsa, la icónica cubana Celia Cruz, sigue haciendo historia, porque se convertirá en la primera afrolatina en aparecer en una moneda de 25 centavos de dólar.

Celia Cruz es considerada, justamente, como una de las mujeres más relevantes de la industria musical. Sus temas antológicos se escuchan y bailan no solo en Latinoamérica. En el Mes de la Herencia Negra, el programa American Women Quarters, del gobierno de Estados Unidos, dio a conocer que Cruz será una de las cinco primeras mujeres en ser homenajeadas con su rostro en una moneda, por sus logros y contribuciones.

Este Programa gubernamental se extenderá hasta 2025 y, en cada edición anual de las monedas, aparecerán cinco prestigiosas mujeres. En todos los casos, la moneda de 25 centavos mantendrá a George Washington en una cara; mientras, en la otra, estará el rostro de la mujer seleccionada.

Las otras personalidades elegidas junto a Celia para la edición que circulará en 2024 son: Patsy Takemoto, la primera mujer negra en ser Congresista de Estados Unidos; Zitkala-Ša, también conocida como Gertrude Simmons Bonnin, músico, escritora y activista por los derechos de los pueblos indígenas norteamericanos; la Dra. Mary Edwards Walker, quien trabajó como cirujana durante la Guerra Civil y fue una gran defensora de los derechos de las mujeres, al igual que la poetisa y abogada Pauli Murray.

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El azúcar de la Reina de la Salsa

Celia Cruz ha sido una de las grandes figuras de la música de todos los tiempos. Su extraordinaria voz, carisma único y una personalidad extrovertida, la convirtieron en un ícono reverenciado por varias generaciones y que fue capaz de conquistar escenarios en todo el planeta.

Comenzó su carrera en La Habana, en la década del cincuenta del siglo pasado. Como cantante principal de la agrupación “La Sonora Matancera” mostró que podía manejar muy bien diferentes géneros. Estuvo por más de 10 años en ese grupo, hasta que decidió emigrar a Estados Unidos, en 1960. Siempre llevó a Cuba en el corazón, aunque solo regresó una vez, casi al final de sus días, a la tierra en la que nació. Nunca ocultó su inconformidad con el sistema político que se implantó en el país, después de 1959.

En Estados Unidos, Celia lanzó su carrera en solitario. Durante las siguientes cuatro décadas, grabó más de 70 discos, recibió tres Premios Grammy y cuatro Grammy Latinos; también fue merecedora de la Medalla Nacional de las Artes, que entrega el presidente estadounidense. En 2016, trece años después de su muerte, Celia Cruz fue homenajeada en los Grammy con el Premio por la Obra de la Vida.

Entre sus canciones más tarareadas y bailadas están “La negra tiene tumbao”, que apareció en el disco de igual nombre, de 2001 y que fue nominada a los Grammy como mejor Canción y Grabación del año. Otro tema muy célebre es “La vida es un carnaval”, escrito por la cubana junto a Víctor Daniel y Sergio George y que fue incluido en el álbum “Mi vida es cantar”, de 1998.

En la selección de las mejores canciones de Celia Cruz no puede quedar fuera “Quimbara”, interpretada junta al dominicano Johnny Pacheco y que forma parte del álbum conjunto “Celia & Johnny”, de 1974. Otro tema imperdible es “Burundanga”, escrito por Celia y que cantó junto a la inigualable cantante española Lola Flores.

Su frase “azúcar”, que repetía en varios momentos de sus temas, ha quedado como marca imperecedera de una talentosa mujer que abrió el camino para muchos artistas latinos en la industria musical.