¿Cuáles han sido los mejores directores cubanos de cine? Difícilmente encontremos un consenso total entre las propuestas de críticos cinematográficos y la elección de grandes audiencias. Un elemento sí es indiscutible: el público cubano es un gran consumidor de cine y, sobre todo, de las producciones nacionales.

Por tanto, cada nueva entrega de un director local suele convocar a miles de personas a las salas. Además, el interés que despierta esa obra no puede analizarse solo a partir de la cantidad de proyecciones ni por los que pagaron la entrada, ya que ni siquiera las más estrictas medidas de seguridad logran impedir que una copia digital de cualquier obra audiovisual nacional se distribuya rápidamente a través de las redes informales de intercambio de información que han proliferado por todo el país.

En PanamericanWorld les proponemos acercarnos a 10 figuras imprescindibles del cine cubano. El listado está dividido en dos secciones, una para los directores que siguen produciendo nuevos filmes y otra para íconos del celuloide, que dejaron una obra imperecedera.

FERNANDO PÉREZ

Varias de las obras de este genial director están entre las mejores de todos los tiempos de la filmografía cubana. Su primer largometraje, “Clandestinos” (1987), todavía despierta emociones; mientras, su acercamiento a la vida del Héroe Nacional, José Martí, en “El Ojo del Canario” fue muy aplaudida por el público y la crítica.

En las creaciones de este cineasta es posible apreciar, desde una poética audiovisual especial y con una muy intencionada y bien planificada banda sonora (fruto en varias ocasiones del maestro Edesio Alejandro), un acercamiento a temas universales (amistad, amor, soledad, esperanza), a través de personajes que viven en Cuba. Otras obras suyas que no podemos dejar de ver son: “Madagascar” (1994); “La vida es silbar” (1998); “Suite Habana” (2003) y “Últimos días en La Habana” (2017).

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GERARDO CHIJONA

Es uno de los directores que más filmes ha dirigido en los últimos años. Comenzó haciendo documentales, pero luego pasó a la ficción. Entre sus creaciones imperdibles podemos citar a “Adorables mentiras” (1991); “Un paraíso bajo las estrellas” (1999); “Perfecto amor equivocado” (2003); “Boleto al paraíso” (2010); “Esther en alguna parte” (2012, la última película protagonizada por Reinaldo Miravalles, probablemente el mejor actor cubano de todos los tiempos) y “Los buenos demonios” (2017).

ERNESTO DARANAS

En el documental “Últimos gaiteros en La Habana”, dirigido junto a Natasha Vázquez, Daranas mostró un gran talento para contar historias en el audiovisual. Su ópera prima en ficción fue con “Los dioses rotos” (2008), una película inspirada en la vida del proxeneta cubano más famoso de la historia, Alberto Yarini. Esta obra llenó los cines en Cuba y ganó varios premios en el Festival internacional de cine de La Habana. Luego, Daranas arriesgó más y con “Conducta” (2014) mostró la relación especial que establece una profesora con sus alumnos. Su más reciente creación, “Sergio & Serguéi”, recrea escenas de la Estación Espacial Soviética Mir en 1991 y la Cuba de esa época.

LESTER HAMLET

Hamlet pasó de editar y dirigir vídeos clips a la ficción. Su primera gran producción, “Casa vieja” (2010), una adaptación de la obra teatral de Abelardo Estorino, fue muy bien acogida por la crítica y el público. Después dirigió “Fábula” (2011), basada en un ensayo de Alberto Garrandés, con guion de Alejandro Brugués. Otra de sus obra es “Ya no es antes” (2017), a partir del texto de Alberto Pedro “Fin de semana en Bahía”, donde se adentra en lo complejo de las relaciones familiares y amorosas entre personas separadas por la emigración.

LEYENDAS CUBANAS DEL CELULOIDE

TOMÁS GUTIÉRREZ ALEA

“Titón”, como le decían sus amigos, es reconocido como uno de los mejores directores cubanos de cine en la historia. Escribió y dirigió más de 20 largometrajes, documentales y cortos. No pocas de sus obras son icónicas y suelen ser estudiadas en las escuelas de cine. En la lista de filmes imperdibles aparece, en primer lugar, “Memorias del subdesarrollo” (1968), con Sergio Corrieri y Daysi Granados en los roles protagónicos; además, no podemos olvidar a: “El Mégano” (1955), “Las 12 sillas” (1962), “La muerte de un burócrata” (1966) y “Fresa y Chocolate” (en codirección con Juan Carlos Tabío, 1993). Falleció en 1996.

HUMBERTO SOLÁS

Esta es otra figura clave en el desarrollo del cine cubano. Su primer largometraje, “Lucía” (1968), es considerado como una de las obras cumbres del cine iberoamericano. Otros filmes sobresalientes de Solás fueron: “Un día de noviembre” (1972), “Cecilia” (1981),  “Un hombre de éxito” (1986), “El siglo de las luces” (1991), “Miel para Oshún” (2001) y “Barrio Cuba” (2005). En 2005 recibió el Premio Nacional de Cine. Fue el creador y presidente del Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara, nombrado, tras su muerte, ocurrida en 2008, Festival Internacional de Cine “Humberto Solás”.

JUAN CARLOS TABÍO

El pasado 21 de enero falleció esta figura imprescindible en la historia del cine cubano. Tabío dirigió varias de las comedias más célebres de la década del ochenta del siglo pasado en Cuba, desde “Se permuta” hasta “Plaff o demasiado miedo a la vida”; pero, sin dudas, fue la codirección junto a Tomás Gutiérrez Alea de “Fresa y Chocolate”, nominada al Óscar en 1993 como mejor película extranjera, la que le dio mayor prestigio ante el mundo.

En 2014 recibió el Premio Nacional de Cine y fue nombrado miembro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood. Otras creaciones importantes de este cineasta fueron: “Guantanamera” (1995, también una codirección con Titón); “Lista de espera” (1999) y “El cuerno de la abundancia” (2009).

ENRIQUE PINEDA BARNET

El 2021 ha sido un año fatídico para los amantes del buen cine. El pasado 18 de enero falleció Pineda Barnet, un hombre que tiene un lugar seguro en cualquier selección de los mejores directores cubanos de cine.

Este destacado creador, Premio Nacional de Cine en 2006, desarrolló una amplia carrera como guionista, actor y director de documentales y largometrajes de ficción. Su obra más conocida, sin dudas, fue “La bella de la Alhambra” (1989), a partir de la novela del escritor Miguel Barnet “Canción de Rachel”, donde brilló la actriz Beatriz Valdés. Esta película obtuvo el Premio Goya como mejor filme extranjero.

DANIEL DÍAZ TORRES

Este formidable director comenzó su carrera como documentalista. Durante un lustro realizó casi un centenar de ediciones del icónico Noticiero ICAIC latinoamericano, una creación de Santiago Álvarez que hoy se estudia tanto en las escuelas de cine como de periodismo, no solo en Cuba.

Después, Díaz Torres pasó a la ficción, primero con el filme «Jíbaro», de 1984 y, luego, con la polémica sátira «Alicia en el pueblo de Maravillas», de 1991. En esa década dirigió dos comedias más, «Kleines Tropicana», en 1997 y «Hacerse el sueco», en 2000. Su última realización, «La película de Ana», de 2012, recibió varios premios, en el Festival internacional de cine de La Habana y otros eventos en el extranjero. Además de director fue guionista y profesor universitario. Murió en 2013, víctima de un cáncer.

JULIO GARCÍA ESPINOSA

Fue un gran director de documentales y largometrajes. En 2004 obtuvo el Premio Nacional de Cine y dejó obras muy destacadas que lo situaron entre los mejores cineastas del país. Entre sus creaciones inolvidables podemos citar: “El Mégano” (1955), “Aventuras de Juan Quinquín (1961), “Reina y Rey” (1994). Falleció en 2016.

¿Quedaron fuera grandes directores cubanos de cine? Indudablemente. Figuras como Alberto Roldán y Pastor Vega también se ganaron, con su talento creativo, un lugar en la centenaria historia del séptimo arte en Cuba.