El Estudio Figueroa-Vives es uno de los espacios independientes para la promoción del arte con más historia y prestigio en La Habana. Desde 1995, el reconocido fotógrafo José A. Figueroa y su esposa, la curadora Cristina Vives, decidieron convertir su apartamento, en el Vedado, en un lugar especial para promocionar lo mejor del arte contemporáneo.

Hoy, su hija, Cristina Figueroa conduce el proyecto. PanamericanWorld conversó con esta emprendedora cubana quien confesó que el trabajo con sus padres incluye mucho diálogo y que el hecho de confluir diferentes generaciones ha enriquecido el acercamiento que tienen hacia la obra de los artistas.

GÉNESIS DEL ESTUDIO FIGUEROA-VIVES

Cristina Figueroa creció en un mundo donde los muebles de su apartamento fueron sustituidos por obras de arte, así que no tardó en comprender que no tenía otra forma de vivir que no fuera rodeada de arte. Estudió Historia del Arte en la Universidad de La Habana y, tras graduarse, comenzó a trabajar en la Casa de las Américas, donde todavía se mantiene como especialista.

Cristina Figueroa
Cristina Figueroa dialoga con el periodista de PanamericanWorld en La Habana, Miguel E. Gómez. Foto: Abel Rojas / PanamericanWorld

En 2014, la familia decidió convertir el Estudio Figueroa-Vives en un espacio público e incorporó un programa de exposiciones, cambiaron las salas, los artistas. Allí ofrecen charlas, reciben a numerosos grupos de universidades, coleccionistas, museos, galerías y a todas las personas interesadas en entrar a observar las obras expuestas.

Esta emprendedora cubana nos cuenta que ha llevado su trabajo en el Estudio de forma paralela al que realiza en Casa de las Américas y que su proyecto independiente ha tenido la valentía de mantenerse contra todas las dificultades.

El Estudio Figueroa-Vives ocupa dos espacios. Está la casa, donde pueden apreciarse disímiles obras de arte, todas creación del fotógrafo José A. Figueroa; mientras, en el piso inferior están las exhibiciones abiertas al público.

En nuestra visita pudimos apreciar las matrices e impresiones de Belkis Ayón, agrupadas bajo el título “Torres y Tumbas”, con motivo de los 20 años de la muerte de la artista. Además, había obras de Alexandre Arrechea, Ignacio Barrios, Alejandro Campins, Javier Castro, Humberto Díaz, entre otros.

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EL DIÁLOGO DE CRISTINA FIGUEROA CON LOS ARTISTAS

Cristina aseguró que ellos no estaban encerrados buscando obras de artistas para ponerlas en la pared y ver quién se las llevaba. “Vivimos por el arte y si se puede vivir del arte, mucho mejor”, dijo.

Cristina Figueroa
Todas las manifestaciones artísticas se muestran en el Estudio Figueroa-Vives. Estas son obras de Alexandre Arrechea. Foto: Abel Rojas / PanamericanWorld

“Estamos abiertos a todas las expresiones del arte. En el Estudio tenemos grabado, vídeo, pintura, fotografías, instalaciones. Los artistas son los que mandan. Muchas veces aquí es el laboratorio. Ellos deciden probar algo nuevo y lo muestran aquí por primera vez para ver cómo funciona. Si el artista se siente seguro, se lleva la obra y la exhibe en una galería fuera de Cuba, en un museo o se busca un curador para una exposición y le muestra su trabajo. Pasó por aquí por la prueba de fuego”, reconoció.

Cristina Figueroa reconoció que está todo el tiempo asistiendo a exposiciones, conectando con artistas, visitándolos, “aunque tenemos un trabajo más concentrado con algunos artistas. Muchos de los cuales conocemos desde que eran estudiantes, de la Escuela Nacional de Arte, el Instituto Superior de Arte o autodidactas. Esto ha hecho que los artistas se conviertan en parte de la familia. No se trata de “vamos a buscar qué artista está más ahora en el boom” y a invitarlo, sino que los artistas con los que tenemos obras permanentes en el Estudio son amigos. Hemos acompañado su obra en todo momento, en sus altas y bajas. Hemos estado al lado de ellos cuando están en un proceso creativo de mucho conflicto”, aseveró Cristina.

¿EXISTE MERCADO PARA EL ARTE CUBANO?

De acuerdo con Cristina, el arte cubano, por su fortaleza conceptual, ha logrado posicionarse en el mercado internacional. “Hay muy buen mercado que funciona en dos niveles: internacional, donde muchísimos artistas cubanos están muy posicionados, cuentan con la representación de galerías internacionales, exhiben en ferias, museos. Luego está el otro nivel, dentro de Cuba, que es cuando vienen los coleccionistas extranjeros”, explicó la emprendedora cubana.

Estudio Figueroa-Vives
De acuerdo a Cristina Figueroa, el arte cubano, por su fortaleza conceptual, ha logrado posicionarse en el mercado internacional. Estos son grabados y matrices de Belkis Ayón. Foto: Abel Rojas / PanamericanWorld

“El mercado natural del arte cubano es el estadounidense, por su cercanía física, pero también por una tradición y una historia. Por todas las limitaciones que han existido, a partir de las nuevas medidas que complejizan más la llegada de los visitantes de Estados Unidos, entonces el arte cubano se está abriendo más al mercado europeo”, añadió Cristina.

RETOS Y SUEÑOS PARA UNA EMPRENDEDORA CUBANA DEL ARTE

Para Cristina Figueroa los retos de una emprendedora cubana del arte están en dependencia de lo que se proponga hacer. “Creo que hay dos niveles de retos. El primero es conceptual, totalmente personal y el otro es por el lugar donde estás creando. Tienes que dialogar con un espacio que no está preparado para las ideas y propuestas de emprendedores dentro de la cultura. Hay veces que tienes todas las ideas y propuestas, pero, ¿cómo llevarlas a cabo? ¿dónde encuentro la forma de visibilizarlas? Por eso las redes sociales son tan importantes para nosotros.

No tenemos  un espacio en otros centros de arte. Todavía hay un divorcio con las instituciones estatales que no debería existir, porque, al final, estamos hablando el mismo lenguaje, el del arte. Somos un espacio en Cuba, que está defendiendo el buen arte. Pero como existe el divorcio, entonces tenemos que enfrentarnos nosotros solos y ver hasta dónde nos dejan llegar”, aclaró Figueroa.

Estudio Figueroa-Vives
Algunos de los espectaculares murales que cubren las paredes del Estudio Figueroa-Vives. Aquí pueden verse otros grabados y matrices de Belkis Ayón, agrupados bajo el título «Torres y Tumbas». Foto: Abel Rojas / PanamericanWorld

 “Los sueños siempre están presentes. Si paras de soñar, mueres. Hay una cosa rara en mí y es que los voy cambiando. Siempre tienes un sueño fijo: lograr ser exitoso en lo que te gusta. Me siento muy afortunada. No siento que trabajo. Me gusta tanto lo que hago que lo puedo hacer a toda hora. Parte de los sueños que tiene toda persona que hace lo que le gusta es seguir haciéndolo mejor cada día y tener el reconocimiento que lleva ese trabajo. Puede ser un reconocimiento internacional, nacional, personal, familiar, de los propios artistas con los que has trabajado. La idea es seguir trabajando y que vengan las cosas porque me las merezco, porque las he trabajado y luchado”, concluye Cristina.