BandEra Estudio huele a música, sabe a música. Un cuadro, con la foto de Mick Jagger, durante  su icónico concierto en La Habana en 2016, es lo primero que nos llama la atención apenas traspasamos la puerta del apartamento, convertido en estudio de grabación. La instantánea recogió el momento en el que el líder de los Rolling Stones devolvió a su staff una bandera que le lanzaron desde el público.

El fotógrafo que capturó esa imagen cargada de simbolismo es Alejandro Menéndez. No puede recibirnos en persona porque se encuentra a centenares de kilómetros de distancia, en Nashville, pero nos invitó a que estuviéramos en una sesión de trabajo de BandEra Estudio, uno de los proyectos más originales de la música alternativa en Cuba.

Alejandro viene del mundo del cine y el audiovisual. Estudió dirección de fotografía en la Facultad de Medios de Comunicación del Instituto Superior de Arte y es un seguidor del rock and roll. Cuatro años atrás, junto a Miguel Comas quien es guitarrista y director de la banda Sweet Lizzy Project y Wilfredo Gatell, pianista del mismo grupo, decidió crear BandEra Estudio.

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BandEra Estudio
Interior del estudio de grabación.

GÉNESIS DE UN ESPACIO PARA LA MÚSICA ALTERNATIVA MADE IN CUBA

“Cuba carece de la infraestructura necesaria para mantener un ecosistema saludable, creciente y funcional para todas las manifestaciones del arte. Particularmente con la música sucede una cosa: Cuba es una locura musical. Te puede gustar más o menos un determinado género, pero Cuba entera hace música y consume música”, aseveró Alejandro.

“Hoy no existen lugares para producir, ni mecanismos de promoción para la música alternativa, ni tampoco lugares para tocar. En este escenario creo que es desde los estudios independientes desde donde va a crearse una nueva infraestructura para la música”, aclaró.

“No nos veíamos en la mayoría de los mecanismos de representación musical del país, así que tuvimos la idea de hacer un estudio independiente en La Habana que produjera, promoviera y, a largo plazo, ayudara a generar infraestructura para el tipo de música que nos interesa a nosotros, que es el rock and roll”, explicó Alejandro.

En noviembre de 2016 comenzó a funcionar el proyecto. “Inicialmente estaban las bandas Sweet Lizzy Project, Miel con Limón, Tracks y después llegó Collector. Cuando abrimos el Estudio lanzamos una convocatoria para comenzar a recibir proyectos de todo tipo. La intención siempre ha sido colaborar sin parar.”

BandEra Estudio
Alejandro Menéndez (en la foto), fundó en 2016 con Miguel Comas el estudio de grabación BandEra Estudio.

“A finales de 2019 decidimos organizarnos mejor. El momento en Cuba es muy complicado económicamente. No podemos seguir abriéndonos, porque el país tiene talento por todas partes, pero no damos abasto, ni tenemos forma de hacer todo lo que quisiéramos. Entonces cerramos ese catálogo. Ahora vamos a contactar proyectos nuevos, pero desde los productores, más que desde las bandas. Esta es una de las cosas que pienso sostener y preservar hacia el futuro”, reconoció Alejandro.

DESAFÍOS PARA UN ESTUDIO INDEPEDIENTE DE MÚSICA ALTERNATIVA

“El principal obstáculo que hemos afrontado es la política cultural de Cuba, que no reconoce los estudios de forma legal y no le da personalidad jurídica a una banda sin que esta pase por el Instituto de la Música. En cualquier lugar del mundo cuando coges una guitarra, una batería, un bajo y dices que eres una banda nadie te puede decir que no lo eres y deberías ganar dinero si eres bueno”, explicó Alejandro.

“También existen otros obstáculos como el momento actual de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Ahora mismo no hay ninguna apertura de viajes. Una de las vías por las que el Estudio hace dinero es mediante la Experiencia en Airbnb; sin embargo, eso cada vez que se ha puesto más difícil. Si no existiera este obstáculo estaríamos listos para llevar equipamiento a La Habana y lo pondríamos en manos de artistas”, afirmó.

BandEra Estudio
La icónica imagen de Mick Jagger tomada por Alejandro Menéndez durante el concierto de los Rolling Stones en La Habana en 2016 preside el estudio de grabación.

LAS NUEVAS PISTAS PARA BANDERA ESTUDIO

“En 2016 empezamos a soñar, abrir puertas, crear puentes y aquí estamos. El Estudio no para de producir, se mantiene haciendo música y tiene mínimos ingresos. Cuatro años después seguimos soñando y creemos que podemos crecer”, aseveró Alejandro.

Este año, uno de los objetivos que se ha propuesto Alejandro es lograr la personalidad jurídica para BandEra Estudio. “Ya presenté la propuesta en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica, para que nos reconozcan como un estudio audiovisual vinculado a esa institución”, explicó. Además, “queremos tener un mejor sitio web, con espacios para sponsors de varias maneras”.

Desde Nashville, Alejandro tratará de impulsar un “benefit” para el proyecto. “Queremos hacer varios eventos acá que nos permitan acumular equipamiento y llegar a La Habana y ponerlo en el Estudio y repartirlo entre los músicos”, añadió.

BandEra Estudio
El grupo Tracks alterna presentaciones donde interpretan covers y también temas propios.

MÁS ESPACIOS PARA LA MÚSICA ALTERNATIVA CUBANA

“Hay muy poco rock en Cuba y lo mismo sucede con la música alternativa, aunque eso no significa que no haya fenómenos, como es el caso de Cimafunk”, explicó Alejandro. “Dentro del país no hay lugares para tocar. No obstante, ahora los que están produciendo cada vez lo hacen con más calidad y  tienen más interconexión. Esto no significa que tengan más visibilidad”.

“En Cuba hay espacio para todos y existe mucho talento. ¿Qué se necesita? Un mecanismo de producción, comercialización y visibilización de la música alternativa. Pudieran abrirse más lugares para presentaciones en vivo, para shows nacionales e internacionales. Cuba debería utilizar su música como un recurso fundamental, pero para eso tienes que actualizarte, abrirte al mundo”, aseveró Alejandro.

“Creo que Cuba va a seguir siendo, durante un tiempo más, un mecanismo de incubación de talento. Donde tienes buenos artistas que se van del país. Si logramos que esos que se vayan mantengan sus lazos musicales con Cuba, ese entorno crecerá, se expandirá. La música no tiene preferencias políticas, aunque a veces suceda que se ponga bajo una espada política u otra. La música es más grande que eso. La música es una cosa planetaria, es una de nuestras fuerzas y energías más grandes. La música no se para ante nada”, concluyó.