Viajar a las Bahamas es algo que empieza a disfrutarse incluso antes de aterrizar. Desde el avión se ve esa inmensidad de playas de fina arena, enclavadas en un alucinante mar azul turquesa, una de las aguas más cristalinas del mundo.

Con más de 700 islas y más de 2.000 cayos, Bahamas se ha convertido en uno de los destinos más apetecidos del Caribe. Ubicado en el océano Atlántico –muy cerca de Cuba, las Islas Turcas y la península de la Florida– este es un archipiélago paradisíaco para vivir unas vacaciones inolvidables.

En el aeropuerto de Nassau, su capital, la bienvenida la da una banda de música local. Un recibimiento que demuestra la amabilidad y la calidez de los bahameños, quienes llegan a 360.000.

Nassau se encuentra en la isla de New Providence. Esta es una ciudad pintoresca, divertida y vibrante y con una predominante arquitectura victoriana, producto de una herencia inglesa que se mantiene viva. Aunque Bahamas declaró su independencia en 1973, aún forma parte de la llamada Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth).

En resumen este es un lugar para descubrir por su historia, sus playas, sus museos, su comercio, su vida nocturna y una oferta hotelera en la que figuran los más importantes resorts del Caribe.

Al recorrer la ciudad, el turista se encuentra pronto con la Plaza del Parlamento, un punto central que tiene como gran eje de encuentro una estatua imponente de la Reina Victoria. A su alrededor están los edificios de la Administración Colonial, el Parlamento y el Tribunal Supremo.

En un recorrido básico no puede faltar una visita a los famosos paseos artesanales en el Straw Market (Mercado de la Paja). La presencia de artesanos y grandes joyerías lo convierten en una alternativa interesante.

También está el Fuerte de Charlotte, un monumento arquitectónico de finales del siglo XVIII construido para defender la zona colonial. El baluarte fue acondicionado con numerosos cañones que nunca llegarían a dispararse.

LA ISLA PARAÍSO DEL ATLÁNTICO

Más que un complejo hotelero, Atlantis Paradise Island es una verdadera fantasía que ofrece una gran variedad de planes de aventura y de entretenimiento para toda la familia.

Está, por ejemplo, Aquaventure, un parque acuático con torres inspirados en la Atlántida, toboganes de agua, museos marinos, paseos en lancha, túneles bajo tierra y prácticas extremas como el buceo y los rápidos.

Para los que les gusta el alpinismo está Climbers Rush, con 12 superficies para escalar, entrenamientos y hasta talleres grupales en los que el foco está puesto en el trabajo en equipo.

Una de las mejores experiencias que ofrece Bahamas se vive en Dolphin Cay, un acuario marino de siete millones de litros cúbicos de agua, donde es permitido nadar e interactuar con delfines y leones marinos.

Y, para relajarse, está Mandara Spa, un lugar en el que entran en acción terapias tradicionales con elementos curativos, propios de la herencia indígena del archipiélago.

O, si lo suyo es tentar la suerte, qué mejor que el Casino Atlantis, el más grande del Caribe. Con un diseño innovador y esculturas de cristal del artista Dale Chihuly, cuenta con 4.645 metros cuadrados en los que conviven 80 juegos de mesa y más de 800 máquinas tragamonedas. Además está su campo de golf de 18 hoyos, con seis lagos y una imponente vista al mar.

Dicen que en cuando un pirata dormía, no soñaba con ir al cielo, sino con volver a Nassau, el atracadero favorito de corsarios y forajidos. Hoy en día, la conquista de esta isla paradisiaca sigue estando en la lista de sueños de los visitantes del Caribe.

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