Toronto se ha convertido en uno de los principales hubs mundiales para startups, principalmente en el campo del fintech, tech, cleantech y biotech. La capital de Ontario ya no es una promesa; se trata de un poderoso polo de atracción para emprendedores de todo el mundo, que encuentran en esta ciudad un ámbito de negocios de gran dinamismo, un vigoroso ecosistema de startups, un sólido tejido inversor, gran talentoprestigiosas universidades con programas de investigación y una atmósfera cosmopolita y diversa que contribuye al intercambio de conocimiento y experiencias profesionales. Este propicio entorno para el emprendimiento también llama la atención desde América Latina, una región que tradicionalmente ha mirado sólo a Estados Unidos para impulsar negocios. Aunque todavía en una magnitud pequeña, muchos emprendedores latinos se han asentado en Toronto, Vancouver, Montreal o Waterloo para desarrollar sus proyectos, aprovechando las numerosas aceleradoras que trabajan en el territorio, la fuerza inversora y la estabilidad social, política y económica que ofrece el país, en contraste con su vecino del sur. Estos son cuatro ejemplos de startups con sello latino que han elegido Toronto para escalar en el mercado norteamericano.

Mauricio Meza, uno de los fundadores de Komodo, en la sede de DMZ en Toronto. Foto; XQuadra Media.

Los emprendedores mexicanos Mauricio Meza y Jorge Silva crearon en 2010 en Toronto la startup Komodo, bajo la que han desarrollado Tecla, una tecnología que permite a las personas con discapacidad motriz acceder a ordenadores y dispositivos móviles de una manera sencilla. Su integración dentro de DMZ, la incubadora de Ryerson University, les ha permitido establecer una sólida red de relaciones en el ecosistema de startup de Toronto y crecer de manera sostenible. Mauricio Meza considera que Toronto es una ciudad perfecta para desarrollar una startup: “Canadá y, sobre todo, Toronto tiene una cercanía muy grande con Estados Unidos, que es sin duda una gran ventaja. Para nosotros el hecho de que en Estados Unidos no vean a Canadá como un mercado diferente sino como parte del mismo, nos ha ayudado bastante”.

VETELIA

Vetelia fue fundada en 2013 en Guanajuato por Emilio Sosa y Juan Pablo García con el objetivo de desarrollar la bicicleta eléctrica “hibridus”, un aparato entre bicicleta y motocicleta fabricado 100% con material e ingeniería mexicanos. Desde entonces han revolucionado el sector y se han instalado en una senda de crecimiento imparable. Ha sido considerada como una de las quince empresas de más alto impacto en todo el país por Unrasonable México, un importante instituto de emprendimiento de Estados Unidos, que convoca a emprendedores de todos los continentes que quieren afrontar problemáticas cotidianas con propuestas innovadoras. Vetelia dio el salto a finales del pasado año a Canadá para materializar su siguiente objetivo: la producción de un automóvil eléctrico que impacte en la movilidad y el medio ambiente y que sea 100% mexicano.

LEGALBOX

LegalBox es una startup brasileña fundada en 2013 en Sao Paulo con el objetivo de ayudar a abogados a organizar su actividad de una manera eficiente y sencilla. Cofundada por Rafael Miranda y Renata Menezes, en 2016 decidieron dar el salto a Toronto para avanzar en el desarrollo de su plataforma. Se han integrado en Legal Innovation Zone, un espacio de co-working y la primera incubadora de tecnología legal con un enfoque en la construcción de mejores soluciones para los consumidores de servicios legales. LIZ está aliada con Ryerson University. La misión de Legalbox es lograr de la forma más sencilla el desarrollo de tareas legales a través de una plataforma basada en una web con una interfaz de usuario minimalista y flujos de trabajo específicos para cada área individual de práctica legal.

BE WEAR

Esta startup dedicada al diseño de ropa de seguridad fue fundada en 2015 en Toronto por el colombiano Carlos Zamorano, un ingeniero que también creó Wigilabs, una tienda de desarrollo de marketing digital con oficinas en varios países de América Latina. Be Wear nació para atender la creciente necesidad de seguridad y protección personal, pero de una manera que se integra de manera natural en los usos cotidianos. Su gama de productos y tecnologías cubren una multitud de usos, no sólo relacionados con alertas por incidencias de seguridad o emergencias, sino también en el campo de la seguridad personal, seguridad para niños y alto perfil de seguridad, así como un sistema inteligente de ropa a prueba de balas para las compañías del sector de seguridad.