Silicon Valley es sin duda el centro gravitacional del emprendimiento tecnológico, sin embargo, la meca de las startups ha visto surgir y consolidarse a ecosistemas emprendedores alternativos.  El caso de Chile.

Si bien varios centros o polos de emprendimiento intentan disputarle la corona en Latinoamérica, hay uno que sobresale por encima del resto: Chile. Unos cuatro años atrás, el gobierno chileno decidió poner fuerte acento en el país comoimán para los emprendedores tecnológicos del mundo, convencido que esa era la forma de gestar un cambio cultural en esa nación a favor de la actividad emprendedora.

La columna vertebral de esa decisión fue el lanzamiento del programa Start-Up Chile (que da inicio a su convocatoria 2014 el próximo 4/3), una iniciativa que ya ha tomado reconocimiento mundial y que en estos años ha conseguido superar sus propias expectativas: según comparte Horacio Melo, Director Ejecutivo del programa, se han postulado hasta ahora más de 10 mil proyectos provenientes de más de 100 países del mundo, de los cuales 750 ya han sido financiados. El dato más importante reside en que casi el 17% de los proyectos levantaron más de USD 150 millones en total de fondos privados posterior a su salida del programa.

¿Cómo resumirías en pocas líneas el funcionamiento básico del programa?

Atraemos a emprendedores de todo el mundo para que emprendan en Chile. Les damos 40 mil dólares sin tomar participación en la empresa, les otorgamos visa de trabajo por un año, y una serie de otras cuestiones que en cierto sentido les ayudan a llevar a cabo sus proyectos, desde oficina hasta contactos con empresas e inversionistas de US y Europa.

¿En qué beneficia al gobierno de Chile brindarle todas estas oportunidades a extranjeros?

HM El gran objetivo es gestar un cambio cultural en Chile que permita tener más emprendedores chilenos y construir un ecosistema más sano, significa también más inversionistas, más universidades tomando iniciativas alrededor del emprendimiento, etc. Si bien les damos el dinero y la red de contactos, les damos 4 mil puntos virtuales que ellos tienen que consumir estando en Chile haciendo cualquier tipo de actividad que promueva el emprendimiento en Chile: mentoreo a una startup local, organizar un hackathon (competencia de programación) o cualquier actividad que promueva el emprendimiento.

¿Con qué indicadores puedes evaluar el desempeño en estos casi cuatro años?

El programa ha postulado más de 10 mil proyectos que vienen de más de 100 países del mundo, un resultado muy positivo porque desde el principio quisimos ser lo más globales posibles y nunca hemos gastado ni un centavo en Marketing, un poco esto ha ocurrido por la visibilidad que ha tenido el programa en el mundo. Hemos financiado más de 750 proyectos de más de 65 países del mundo y se han organizado más de 3 mil actividades donde han asistido más de 150 mil personas a ver o participar de estas actividades, talleres, etc. A la fecha casi el 17% de los proyectos del programa han recibido más de USD 150 millones en total de fondos privados luego de Start-Up Chile. Es una muy buena señal que en el fondo muestra que los proyectos crecen y que aumentan su posibilidad de ser exitosos luego de pasar por aquí.

La visibilidad que le ha dado a Chile como polo de emprendimiento es central, Washington Post, The Economist, son algunos de los medios que han hablado de nosotros, ubican a Santiago de Chile como las ciudades top para impulsar proyectos a nivel global. Nosotros evaluamos el éxito en base a esos criterios: cambio cultural, éxito de los proyectos y la imagen de Chile como país pro-emprendimiento.

Por fuera de Latinoamérica ¿De qué países reciben emprendedores?

De US y Canadá (como ejemplo ver startups canadienses seleccionadas en edición 2011) hay un número de startups relativamente interesante, Alemania, España, Inglaterra, hasta China, Singapur y Zimbabwe, sólo por citar algunos.

Se dice en la industria que la cuestión de la visa y la burocracia frena a muchos emprendedores a ir a Silicon Valley. ¿Chile ha logrado facilitar esos procesos?

En general los emprendedores afirman que no es bueno que los estados promuevan el emprendimiento porque lo hacen mal, “mal” en éste contexto es ser burocráticos y lentos. La burocracia en sí tiene que ver con el tamaño de los estados así como con las grandes empresas. La gracia de Start-Up Chile es que es muy flexible y ha sido capaz de reducir esa burocracia considerablemente y relacionarse con los emprendedores de la manera que ellos necesitan.

¿Cuál es la visión que tienen de la región? ¿En qué países ven que se fortalecen más los ecosistemas y la actividad emprendedora?

En general hay muchas cosas buenas pasando. A mí me ha llamado mucho la atención la calidad de los emprendedores argentinos –creo que son muy buenos a pesar de que no hay mucho apoyo al emprendimiento por estos días, la buena noticia es que se están viniendo muchos y son muy buenos-. Brasil es un mercado enorme, siempre será muy atractivo por ese motivo. Lo que se puede hacer desde allí siempre es global. Colombia en lo que refiere a penetración de Internet y todo lo que están llevando a cabo en relación con el emprendimiento y la innovación también es muy interesante. Perú está haciendo un esfuerzo interesante por impulsar el emprendimiento y posicionarse de esa manera. México, pasa algo similar con Brasil. Viendo como un todo, es bien complementario lo que pasa en los países. Chile es una buena plataforma para hacer negocios, Argentina tiene muy buenos emprendedores como decía anteriormente. No me llamaría la atención ver casos de éxito de emprendedores argentinos lanzando desde Chile o emprendedores chilenos lanzando desde Brasil por el tamaño del mercado. Considero muy optimista el futuro de la región.

He leído que en Chile aún el involucramiento de las universidades con el emprendimiento es escaso ¿es así?

Las universidades se comprometen cada vez más y hay varias con iniciativas en acción bien interesantes alrededor del emprendimiento, van por buen camino. Cuando una empieza, el resto empieza a imitar. Empresas y universidades ya empezaron a acercarse a las startups.

¿Cuáles consideras que son los puntos a mejorar o fortalecer en el funcionamiento del programa?

Nuestro modelo es muy basado en cómo funcionan las startups, esto incluye varias modificaciones en estos años. Hoy los desafíos pasan por cómo mejorar la calidad de los proyectos en términos de apoyarlos más y mejor, es decir afinar el modelo de selección, y al mismo tiempo cómo seguir afinando el modelo de aceleración, me refiero a aumentar las posibilidades de que sean exitosos. En éste sentido queremos darles privilegios a aquellos que estén más avanzados entre los seleccionados en términos de tracción por ejemplo.

Start-Up Chile impulsa a los proyectos y en general, dinero para las primeras etapas de las startup no es lo que falta en la región, pero sí para el crecimiento posterior ¿cuál es tu evaluación?

Hay dinero suficiente, lo que falta es que esté enfocado en inversión ángel o venture capital. Unos cinco años atrás los inversionistas en Chile decían que ellos invertirían, pero que no había suficiente deal flow (Numero de potenciales inversiones que un inversor revisa durante un determinado periodo de tiempo) en el país para invertir. Hoy hay deal flowy sí se han visto cambios. En los últimos dos años han aparecido cerca de 10 fondos nuevos que están activamente invirtiendo en startups y en la región. Hoy en día el mercado lo dominan Kaszek Ventures (fundadores de la argentinaMercadoLibre) pero hay un movimiento latinoamericano de inversionistas que ven con buenos ojos meterse en la industria. En la medida en que los proyectos mejoren la calidad, el financiamiento va a aparecer. Lo que vemos es que si hay un proyecto que no consigue inversión en América Latina, la inversión llega de los Estados Unidos.