Fines de 2013 y el primer mes de 2014 parecían anticipar un año excelente para los exits (venta) de empresas tecnológicas latinoamericanas.

Entre septiembre de 2013 y enero y tan solo en Argentina, tres compañías hicieron ruido al ser adquiridas por tres grandes compañías internacionales: Eventioz por Eventbrite, WeHostels por StudentUniverse y Comenta.TV por Wayin.

Las adquisiciones argentinas completaban un escenario activo para los exits sobre todo en Brasil, donde dos o tres años atrás, un mercado activo encontraba a compañías tecnológicas brasileras comprándose entre sí, siendo adquiridas por empresas globales o comprando ellas mismas a otras compañías latinoamericanas.

Pero eso escenario no se replicó en 2014. Pocos y esporádicos fueron los exits en la región, con excepciones como por ejemplo la intensa actividad de la compañía de de delivery online alemana Delivery Hero en la región (adquirió la uruguaya PedidosYa, la colombiana ClickDelivery  y la mexicana TasteSpace entre otras) o Micropagos, la startup uruguaya adquirida por InSwitch.

Álvaro Garcia, uno de los fundadores de la exitosa Pedidos Ya.

Pero en primer término ¿por qué es importante para una startup pensar en el exit?

Si pensamos en las opciones de crecimiento para empresas tecnológicas de alto impacto la realidad es que lograr masa crítica de usuarios y tracción en América Latina es un proceso mucho más lento que en los mercados desarrollados.

Lograr un IPO por su parte, es un desafío apto para pocos: MercadoLibre o Globant son empresas que han tardado años en poder salir a Bolsa mientras que otras, aún con muchos años de trayectoria y mercados consolidados (caso Despegar) aún no lo logran.

Según Vanesa Kolodziej, co founder de Nazca Ventures, hay que crear compañías contemplando un exit en algún momento del ciclo de vida, porque es poco probable que las compañías de la región sobrevivan solo con sus dividendos.

“Si miramos las opciones de las startups, la cantidad de empresas que pueden por ejemplo hacer un IPO es ínfima. En algún momento se decía que si a un emprendedor se le preguntaba por su exit strategy tenía que decir “ninguna, tengo que estar con la compañía hasta el final” pero la dicotomía está en que se aprecia realmente al emprendedor cuando él ya ha realizado el círculo completo y eso implica haber vendido una compañía” explica.

En este sentido, Kolodziej insiste que las compañías tecnológicas en América Latina tienen que estar preparadas para venderse o caso contrario, fusionarse.

“Eso implica tener todas las cuestiones legales, operativas, fiscales en orden, significa tener una cultura abierta a los cambios y también hay que ser hiperpráctico, crear software que sea fácilmente integrable con otros software por ejemplo. Todas esas cosas tienen que ser sopesadas de acuerdo con el mercado en el que se esté” explica.

¿Qué pasó entonces en 2014 con la escasez de exits en la región? Según Kolodziej hay que poner primero un poco de perspectiva.

“Cuando uno analiza por qué no hay exits en América Latina no hay que perder de vista que no hay exits en general, en US tampoco hay tantos exits como uno piensa, lo que ocurre es que como hay una cantidad tan extraordinaria de compañías terminan por salir muchas aunque proporcionalmente sean pocas” resume.

En US, también abunda un fenómeno que en América Latina escasea, que se conoce como acqui-hired (compañías que se venden para absorber sus equipos de trabajo). Aunque años atrás le hecho de ser acqui-hired era considerado como un fracaso para una compañía e implicaba una connotación negativa, hoy es un buena alternativa para empresas latinoamericanas.

“En US hay cantidad de acqui-hired, en América Latina eso realmente no ocurre, hay pocas excepciones como la salida de Comenta.tv” explica.

A la falta de acqui-hired se le suma otro elemento. En los últimos años para muchas empresas globales la opción de comprar compañías locales se presentaba como la alternativa más adecuada para entrar en América Latina (por ejemplo el caso de Eventbrite al comprar Eventioz).

Eso significaba por ejemplo, ingresar a un mercado nuevo y de gran potencial en muy poco tiempo y con el apoyo de un partner local que ya conocía el terreno, la cultura y el mercado, un gran ahorro de dinero, de tiempo y de trabajo. El escenario hoy, sin embargo, parece otro.

“Hoy se les está haciendo muy sencillo a las compañías tomar iniciativas por su cuenta, cada vez es menos negocio comprar otras compañías, porque hay que incorporar una nueva cultura, entre otros obstáculos. Está estudiado que la proporción de M&A (mergers and acquisitions) que funciona es bajísima, es menos del 30%, también ese puede haber sido un factor decisivo” puntualiza Kolodziej.

En este sentido, luego de un 2012 y un 2013 de mucha inversión en la región, 2014 fue un año más bien de retracción y en el cual muchas compañías globales decidieron desembarcaron por sí mismas en la región.

“Uber entró él mismo a América Latina, lo mismo pasó con Airbnb, no desembarcaron comprando compañías. Me da la sensación que muchos de los que uno pensaría que iban a comprar compañías para entrar en la región abrieron sus propios caminos” explica Kolodziej.

La co founder de Nazca Ventures señala finalmente que la desaceleración del mercado en Brasil tiene importantes impactos en la situación general de la región.

“Si te fijas en las salidas de los años anteriores seguramente varias han sido en Brasil o compañías de Brasil comprando algún competidor regional o compañías brasileras comprándose entre sí. Hoy el mercado de Brasil está muy frenado en términos de inversión, no se ve tan en ebullición como dos o tres años atrás” indica.

¿Qué está pasando durante 2015? Una interesante mirada la aporta el abogado e inversor Juan Pablo Cappello al proponer dejar del lado el paradigma de construir empresas locales buscando la atención de las grandes multinacionales y apostar en cambio por las grandes compañías locales.

¿Por dónde debe pasar la apuesta de las startups latinoamericanas en su mirada? El desafío para Cappello pasa menos por los exits globales que por crear empresas que resuelvan problemáticas regionales y que apunten a ser adquiridas por grupos económicos locales que dinamicen de esta forma la economía latinoamericana.