En una pizarra del taller donde tiene su sede la mipyme Espoleta Tecnologías hay una cifra, resaltada en color rojo, el 76. Esa es la cantidad de intentos que hicieron estos emprendedores hasta lograr lo que querían: construir una estación meteorológica, la primera de su tipo con carácter comercial en Cuba. La llamaron modelo Vórtice y con ella esperan impactar en varios sectores de la economía en el país caribeño.

El Big Bang de Espoleta Tecnologías

Un año atrás, Carlos Valdés y Orestes Chávez decidieron darle un giro a su vida profesional. Ambos salieron del grupo privado para el que trabajaban y emprendieron un nuevo camino, en el que no hubiera barreras que frenaran su desarrollo. Poco después, dos jóvenes emprendedores, Alex Manuel Rivera y Lázaro O´Farrill, se incorporaron al equipo de lo que hoy es Espoleta Tecnologías.

PanamericanWorld estuvo en la sede de esta mipyme, una de las 1.500 aprobadas hasta ahora por el gobierno cubano. Para Orestes, esa idea ha sido una de las más revolucionarias puestas en práctica, porque “ayuda a la apertura, a las posibilidades de expandir la creatividad de los cubanos”, aseguró.

En Espoleta Tecnologías, cada miembro atiende una de las disciplinas que, de conjunto, tributan al desarrollo tecnológico de esa mipyme. Orestes se centra en temas de electrónica y de investigación; Carlos trabaja en el área del diseño y lleva la organización documental del grupo; mientras, Alex Manuel trabaja con la automática y Lázaro es el encargado del desarrollo de firmware y software.

Nuestro corresponsal en Cuba conversa con el equipo de Espoleta Tecnologías en la sede de esta mipyme, en La Habana. Foto: Abel Rojas / PanamericanWorld

“Nos sentamos a desarrollar una carpeta de potenciales proyectos que resultaran de impacto”, rememoró Carlos. “Terminamos con una carpeta de 18 proyectos. Se la presentamos a un cliente y este nos dijo que quería trabajar con uno en específico: una estación meteorológica. Ya estaba el cliente, que quería un producto. Ya estaba conformado el equipo. Teníamos el taller, las herramientas y las ganas de emprender. Ahí empezó todo”, reconoció Carlos.

Estos cuatro emprendedores comenzaron a investigar las características de las estaciones meteorológicas que se producían en el mundo. “Esto nos llevó a un resultado interesante: existen tres grandes categorías, las domésticas, las profesionales y las de rigor científico. No queríamos hacer algo de aficionados, ni tampoco teníamos los conocimientos para producir un equipo de rigor científico. Entonces decidimos desarrollar un equipo profesional. En el mundo existen más de 1000 tipos de estaciones meteorológicas y ninguna es cubana. Hasta hoy”, aclaró Carlos.

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En el Vórtice del emprendimiento

¿Qué problema impulsó el desarrollo de la estación meteorológica?, preguntamos. “Un problema perenne en la modernidad es el cambio climático. Han ocurrido muchos eventos, pero hay poco dinero para apoyar ese monitoreo del cambio climático”, advirtió Orestes.

“En el planeta va a seguir lloviendo. Seguirán perdiéndose cosechas, aumentará la temperatura y esto provocará pérdidas de productos alimenticios. Varios procesos industriales sufrirán por la modificación de variables meteorológicas”, explicó Carlos. El modelo Vórtice puede ayudar a prevenir algunos de esos daños.

No fue fácil llegar a la concepción y realización de la estación. En la pizarra del taller el número 76, en rojo, es un recordatorio de cuán complicado ha sido el camino. Afuera del taller “están las jabas llenas de plástico, que contienen los errores que cometimos. El camino fácil es una ilusión”, reconoció Orestes.

Vórtice es una estación meteorológica capaz de medir ocho variables meteorológicas, a partir de sensores: humedad, temperatura, presión, velocidad y dirección del viento, precipitaciones, detección de descargas eléctricas e iluminación ambiental. De esos ocho sensores, cuatro fueron desarrollados por los miembros de Espoleta; mientras, los otros cuatro son importados.

El modelo Vórtice de estación meteorológica mide ocho variables y tiene una autonomía de 15 días. Foto: Abel Rojas / PanamericanWorld

La estación funciona en escenarios interiores, como, por ejemplo, en laboratorios de una industria y también en exteriores, en campos de cultivo. “Es un equipo compacto”, aseguró Orestes. Vórtice monitorea y almacena el comportamiento de las ocho variables en una tarjeta microSD; además, el equipo tiene una red WiFi y posibilita el acceso, en tiempo real, a los datos a través de una aplicación móvil, explicó Alex Manuel.

Uno de los problemas que afrontaron estos emprendedores con la estación fue el de la fuente de energía. “Empezamos a buscar la solución y encontramos una que ofrece 15 días de autonomía”, aseveró Carlos.

“Nuestro producto es tres veces más barato que otros que existen en el mercado. Siempre tendrá soporte técnico, reparación, piezas de repuesto, un servicio postventa. Eso le da mucha seguridad al cliente”, aclaró Orestes. Además, ofrecemos una garantía de un mínimo de 10 años para cada estación, reconoció Carlos.

El modelo Vórtice puede ser útil tanto al sector estatal como al privado en Cuba. El Instituto Nacional de Meteorología mostró interés por el equipo. Otros ministerios e instituciones también pudieran sacar provecho de las prestaciones de la estación. Vórtice podría ayudar a los campesinos cubanos, no solo para un conocimiento y seguimiento en tiempo real de variables metodológicas que son claves en las cosechas, sino, además, como un mecanismo para ahorrar agua y energía eléctrica en el momento de regar las plantaciones.

Emprender en Cuba hoy

“Es difícil emprender en Cuba en el sector de las tecnologías. El feedback económico demora en aparecer. Quieres desarrollar un producto. Tienes el cliente; pero ¿y si no logras entregar ese producto?”, reconoció Alex Manuel.

Espoleta Tecnologías fue de las primeras mipymes reconocidas de manera oficial. Los cuatro emprendedores que, a día de hoy, conforman el grupo aseguran que quieren seguir creciendo, aunque centrados en un mismo tema: la tecnología sensorial.

“No vamos a hacer nada que pueda hacer cualquiera. Ni que sea fácil de hacer. Queremos realizar productos de alto valor agregado, únicos y oportunos”, aseveró Orestes.

“El mero hecho de estar aquí te lo dice todo. Es fácil tirar la toalla. Tenemos una loma de plásticos de cosas que nos han salido mal. Hemos descubierto 76 maneras de cómo no hacer una estación meteorológica. Te equivocas y vuelves a probar”, concluyó Carlos.

La pizarra en el taller de Espoleta Tecnologías, en La Habana, muestra cuán complicado ha sido el desarrollo de Vórtice, su estación meteorológica. Foto: Abel Rojas / PanamericanWorld

“Regrese dentro de un año, periodista. Estamos solo en el principio de la historia y la estación meteorológica va a evolucionar”. Ese fue el mensaje de despedida de los miembros de Espoleta Tecnologías. Retornaremos y, ojalá, la mente creativa de estos emprendedores siga explotando nuevas ideas.


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