Si buscas en Google la «Mejor plantilla de lanzamiento de una startup«, encontrarás una gran cantidad de resultados que recomiendan una estructura muy similar a seguir, que generalmente tiene entre 7 y 10 diapositivas.

¿Por qué hay tanta gente recomendando la misma plantilla de presentación de una startup?

Porque si le preguntas a los inversores profesionales, los capitalistas de riesgo, te dirán que tienen que revisar y comparar cientos de lanzamientos de startups cada mes, y la forma más eficiente de hacerlo es mantener una hoja de cálculo y calificar cada lanzamiento con las mismas métricas, que corresponden a los temas de cada una de esas diapositivas en la plantilla estándar.

De esa manera, todo lo que tiene que hacer el VC es mirar hacia atrás en los lanzamientos de un mes, ordenarlos por métricas y llamar a los tres mejores equipos para una reunión.

Si está seguro de que a tu startup le está yendo tan bien que definitivamente obtendrá un puntaje entre los tres primeros en esas métricas, tal vez eso sea todo lo que necesitas hacer.

Pero casi siempre es recomendable hacer más que simplemente facilitar que un VC lo clasifique en una hoja de cálculo. Tienes que apelar a sus emociones y que se olvide de la parte de su cerebro más racional.

¿Qué implica la respuesta emocional de un capitalista de riesgo frío y calculador que pagó un buen dinero para no tomar decisiones de inversión emocional?

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Historias increíbles

Desde que los humanos desarrollaron la capacidad de comunicarse a través del habla, la narración de historias y nuestra necesidad de responder a una gran historia se ha conectado a nuestro ADN. Incluso los poderosos capitalistas de riesgo pueden quedar desarmados ante el alcance de una gran historia.

Dales una trama que puedan reconocer

Necesita un principio y un final, y algún tipo de momento en la historia donde se desarrolle una crisis y se supere; lo que los escritores llaman un «arco narrativo».

Un arco narrativo crea una tensión en la mente de la audiencia que solo se libera cuando el narrador cierra la historia, haciendo que la audiencia preste atención hasta el final.

Al público de un misterioso asesinato no le importa que el asesino y el motivo sean desconocidos al comienzo de la historia: todo el punto del arco narrativo de un misterio es alternar entre el presente y el pasado para establecer la sorprendente identidad del asesino y su motivo.

El arco narrativo de un crimen se entiende tan bien que el público realmente espera con anticipación ser guiado a través de una estructura narrativa muy bien definida.

Por lo tanto, puede ayudar usar una estructura narrativa de trama que su audiencia pueda reconocer, como el viaje del héroe, un misterio de asesinato o incluso un romance.

Lamentablemente, esa popular plantilla de plataforma de lanzamiento de startups a la que nos referíamos no tiene ningún momento de tensión o liberación; sin acumulación, clímax o anti-clímax, y muy raramente una heroína o un genio malvado.

Entonces, si bien reconocemos el arco narrativo, se ha despojado de todo lo que podría atraer la atención de una audiencia.

Involucre los sentidos y la memoria para recordar las emociones.

Una historia se queda en la memoria de su audiencia cuando involucra nuestros sentidos y recuerdos, por lo que las grandes historias a menudo incluyen oraciones que comienzan con: «Tómese un momento para recordar cómo se sintió la primera vez …» y «¿Ama / odia el sonido? / sentir / probar… «.

La neurociencia muestra que cuando cuentas una gran historia, la actividad neuronal en la mente de la audiencia comienza a imitar la del narrador. Literalmente, es algo que se puede observar en un escáner cerebral.

Entonces, si quieres atraer las emociones de tu audiencia, no es suficiente simplemente volver a contar algo que has memorizado, tienes que revivir todas esas emociones y recuerdos tú mismo.

Las emociones que realmente sientes son emociones que tu audiencia también sentirá, pero se necesita práctica para recordarlas lo vivamente para que sean memorables.

Cómo ser sorprendentemente bueno

La narración de historias comenzó como una forma de ayudar a las personas a recordar información importante de supervivencia para pequeños grupos de humanos primitivos: dónde buscar comida y refugio, cuándo migrar a otro lugar, cuándo enfrentarse a una tribu competidora…

Una gran historia siempre le enseña al público algo sobre sí mismos y sobre el mundo que los rodea. Pero la mayoría de nosotros pasamos la mayor parte de nuestro tiempo pensando que ya nos conocemos, y creemos que ya entendemos la mayor parte del mundo que nos rodea. Algo que aún no sabíamos sería sorprendente, ¿verdad?

La sorpresa es una gran técnica para contar historias porque a través de miles de generaciones prehistóricas, nuestros cerebros evolucionaron para enfocarse en cosas sorprendentes.

Tanto las amenazas (un depredador saltando de una rama) como las oportunidades (si superas las picaduras, puedes encontrar mucha miel en una colmena de abejas) fueron sorpresas, y nuestros cerebros evolucionaron para retener información que nos sorprende.

Pero una gran historia no solo ofrece hechos sorprendentes. A menos que ya te apasione mucho un tema, los hechos por sí solos no son tan memorables como cuando se pliegan en un arco narrativo.