El fenómeno de los podcast ha llegado con una enorme fuerza a Cuba. Decenas de creadores utilizan este formato para socializar sus ideas con una audiencia cada vez más ávida por consumir este atractivo nuevo tipo de programa radial, que puede ser escuchado en cualquier momento. El emprendedor Carlos Lugones sentía curiosidad por los podcast cubanos; pero no encontraba un lugar donde pudiera acceder fácilmente a todos. Ante este problema decidió crear CubaPod, una plataforma de podcasting que se ha convertido en un espacio “donde todas la voces se expresan libremente y llegan a muchos cubanos”, le contó a PanamericanWorld.

Carlos comenzó a programar cuando tenía 12 años. Ahora este Ingeniero en Ciencias Informáticas tiene 26 y nos confiesa que el software “corre por sus venas”. “Uno va pasando por etapas: primero comienzas a crear proyectos sencillos, luego regalas mucho software gratuitamente, luego haces software de autor para negocios privados dentro y fuera de Cuba, eventualmente te cansas de crear algo para que otro se lo quede y comienzas a crear tus propias plataformas. La industria hoy día es mucho más placentera cuando creas algo propio y por ti mismo lo monetizas”, aclaró.

“En 2019 fundé una empresa de comercio electrónico en Estados Unidos, pero por cuestiones de diferencias personales con el equipo terminé renunciando a mi puesto de CTO, justo un año después. Entonces comencé una vida nueva: hoy tengo tres empresas fuera de Cuba y una plataforma de podcasting para cubanos. He tenido demasiados fracasos y por fin comienzo a ver algunos de mis proyectos funcionar: descubrí que puedes tener la mejor idea del mundo, pero si no te rodeas de las personas adecuadas, nunca verás la idea fructificar. Tampoco importa la idea en sí, sino la forma en que la llevas a cabo y la ejecutas”, explicó.

El núcleo de la plataforma CubaPod vigila, minuto a minuto, los casi 100 podcasts que conforman su catálogo. Foto: Abel Rojas/PanamericanWorld

Génesis de una comunidad de pódcast cubanos

Carlos identificó que en Cuba era visible un notable crecimiento en la creación y difusión de pódcast; pero no existía un espacio común donde pudieran estar todos. Entonces se dio a la tarea de crear un listado con los pódcast que conocía y programó un bot que publicaba en Twitter cada episodio de esos podcast cubanos. La idea gustó y, luego, extendió el bot hacia Telegram. El listado de contenido fue creciendo, por lo que el emprendedor decidió construir un sitio web que posteriormente se convirtió en una plataforma. Así surgió, en marzo de 2020, CubaPod.

“Cuatro meses después tenemos casi 100 pódcast, más de 1500 episodios, más de 4600 audios comprimidos, alrededor de 1000 usuarios en el bot de Telegram, responsables de más de 3500 descargas únicas. Hoy tenemos una comunidad creciente, con muchos deseos de seguir creando y con una cultura de podcasting más fortalecida”, aseveró.

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Así funciona la plataforma de pódcast cubanos

El núcleo de la plataforma CubaPod vigila, minuto a minuto, los casi 100 podcasts que conforman su catálogo. Cuando encuentra un nuevo episodio, lo publica en Twitter, comprime los audios en tres niveles de calidad, los sube a Telegram y notifica a los suscriptores del podcast por medio del bot.

“CubaPod resuelve un gran problema: el acceso a los pódcast. Por medio de las diferentes versiones comprimidas de un mismo episodio, el usuario tiene la opción de elegir la que desea y puede ahorrarse en algunas ocasiones hasta un 80% de consumo de datos móviles o incluso más. Un episodio que pesa 50 mb puede quedarse fácilmente en 8 mb. Con esto garantizamos que los podcásters cubanos (dentro y fuera de la isla) lleguen con más fuerza al público nacional. Esa es la principal ventaja”, aclaró Carlos.

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Lugones proyecta introducir nuevas funcionalidades a CubaPod y espera comenzar el desarrollo de un servicio de pago para consumir podcast foráneos. Foto: Abel Rojas/PanamericanWorld

Otra ventaja importante de la plataforma es la comunidad. “Tenemos mecanismos que permiten a los podcásters recibir donaciones de su público y estimulamos el engagement con los pódcast por medio de técnicas propias de las redes sociales como la suscripción, los “me gusta”, el envío de opiniones y más”, aseveró.

“Nuestra plataforma es única de su tipo. Nos hemos tomado muy en serio distribuir pódcast en Telegram, además de registrar las estadísticas de suscripciones y descargas únicas. Normalmente cuando subes un audio a Telegram, no tienes forma de medir su impacto. Con nuestro bot, no solo te ahorras el paso de subirlo (porque lo hacemos nosotros) sino que lo comprimimos y medimos la cantidad de descargas que recibe, además ponemos en tus manos esos datos para que puedas medir tu impacto en la audiencia”, añadió.

En apenas cinco meses, CubaPod ha tenido un visible impacto, no solo dentro de la comunidad de podcasting en Cuba y Carlos asegura que ya forma parte de la vida diaria de muchas personas. “Hay podcásters que esperan ansiosos que sus episodios se publiquen en nuestros medios y se preocupan cuando demora un poco. Hay usuarios que envían opiniones constantemente. Se nota el impacto cuando ves las estadísticas, cuando notas que un podcaster reclama su pódcast en el bot, cuando recibimos una donación y alguien nos dice “creo en ustedes”. Más allá de todo, tenemos una misión: potenciar y difundir el podcasting cubano”, enfatizó.

En un futuro cercano, Carlos presentará nuevas funcionalidades a CubaPod y espera comenzar el desarrollo de un servicio de pago para consumir pódcast foráneos. “Hemos descubierto que podemos generalizar la misma experiencia que logramos para la distribución de los podcast cubanos, pero en esta ocasión, para cualquier pódcast del mundo. Nuestro proyecto no persigue fines de lucro y por tanto la distribución de podcast cubanos se mantendrá gratuita, pero el nuevo servicio tendremos que cobrarlo para sostener la infraestructura y los gastos del equipo”, aclaró.

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Carlos Lugones representa a una nueva generación de jóvenes cubanos que está explorando vías de emprendimiento a través del mundo digital. Foto: Abel Rojas /Panamericanworld

Los sueños de un emprendedor cubano

Carlos confiesa que siempre se ha sentido incómodo trabajando para alguien más, por lo que un buen día decidió emprender. “No es un camino fácil. Está lleno de tropiezos, fracasos y grandes dolores de cabeza. Pero cuando sabes que estás creando algo propio, te levantas todos los días con ganas de comerte el mundo”, reconoció.

Sus próximos esfuerzos, asevera, estarán centrados en ayudar a los cubanos en materia de podcasting; además, espera impactar en la educación online con una empresa que está co-fundando para facilitar el aprendizaje en línea.

De acuerdo con Carlos, los jóvenes cubanos para crecer con sus emprendimientos necesitan pensar diferente, salirse de la manada, hacer las cosas distinto. Emprender desde Cuba requiere coraje y voluntad, pero muchísima más que la que necesita cualquier otro emprendedor en un país “normal” (que no sea Cuba).”

“Para que cualquier emprendedor cubano pueda realmente desarrollarse y no termine emigrando, se necesita una ley de empresas, estimular el emprendimiento, reconocer al sector privado como fuerza principal para levantar la economía. Un emprendedor puede buscar vías y alternativas, pero Cuba es un sector infértil para el emprendimiento. Los que logramos que un emprendimiento funcione en este país, deberíamos llevar una medalla en el pecho”, concluyó.