Crear una startup en México es una decisión que cada año adoptan miles de jóvenes emprendedores.
Se considera que México tiene el segundo mejor ecosistema para emprender de América Latina después de Brasil. El acceso a financiación y las políticas públicas de apoyo al emprendedor facilitaban la aventura de empezar una startup en México, aunque el nuevo contexto político puede alterar este favorable entorno.
El país ocupa la posición 23 en la lista de 54 países analizados por el Monitor Global de Emprendimiento (GEM) 2018/2019, que cada año elaboran el Babson College y la London Business School.
Hay datos que son preocupantes y que se repiten desde hace años. 8 de cada 10 startups no superan los dos años pese a que los emprendedores mexicanos se caracterizan por hacer sus deberes a la hora de analizar el mercado antes de crear su startup.
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La aventura de crear una startup en México
Uno de los problemas tradicionales ha sido el de acceso inicial a fondos de inversión o capital semilla. Pese a que la situación ha mejorado en los últimos años, el panorama puede variar en función de las nuevas políticas gubernamentales de apoyo al emprendedor.
Según Hernán Fernández, managing partner de Angel Venture México, “me preocupa más qué va a pasar con los fondos de capital semilla y la red de ángeles inversionistas. No hay ecosistema en el mundo que supere esa etapa sin acompañamiento del gobierno”, afirma el inversionista.
A pesar de que el número de emprendedores y startups en México han crecido considerablemente en los últimos años gracias a un favorable ecosistema de negocios y el impulso de las instituciones públicas y privadas, lo cierto es que algunos datos obligan a una profunda reflexión.
El 75% de las startups mexicanas cierran en tras su segundo año de actividad, fundamentalmente debido a problemas o errores financieros y falta de planificación.
Los jóvenes mexicanos tienen una elevada voluntad emprendedora, los emprendedores de entre 25 y 34 años de edad representan un 33% en donde 3 de cada 10 lo hicieron por necesidad.
Un 66% de estos emprendedores mexicanos son hombres frente a un 34% de mujeres. También destaca que el 52% de los negocios son desarrollados y trabajados desde su propia casa.
Sin embargo, desde hace años se mantiene un dato que es inquietante: el 75% de los negocios mexicanos cierran en el segundo año de actividad, fundamentalmente debido a problemas o errores financieros, los altos costes de creación y mantenimiento y la ausencia de estudios de mercado previos. Crear una startup en México no siempre es un camino de rosas.
“En México las empresas crecen sin estructura organizacional y financiera, eso te hace fracasar muy a menudo”, explica Deborah Leticia Obregón Zúñiga, coordinadora de negocios en la incubadora de la Universidad Iberoamericana León.
¿Qué hay que hacer para crear una startup en México y tener éxito?
Los errores que comenten las startups
Lucas Miller defiende en Entrepreneur que «cuanto más pequeño sea tu nicho, más sencillo será darte a conocer, publicitarte y vender tus productos. No porque tu negocio pueda servirle a varios mercados significa que deba hacerlo, sobre todo al inicio. Es mucho más fácil arrancar una empresa con un nicho pequeño que competir con empresas diez veces más grandes que tú.
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Como recuerda Alejandro Lomas, CEO de Startcups Incubator & Accelerator Managing Partner de Caffeine Ventures, primero es fundamental identificar un problema o una necesidad que tenga la sociedad y después crear una idea que pueda solucionarlo y mejorar la vida de los ciudadanos.
Es fundamental identificar un problema o una necesidad que tenga la sociedad y después crear una idea que pueda solucionarlo
Alejandro Lomas. Startcups Incubator
“Algo importante en lo que debes pensar al iniciar una nueva empresa es detectar y resolver problemas. Estos los descubrir observando al mercado y comprendiendo las necesidades y deseos reales de las personas. Enfocarte en crear valor te dará una ventaja sobre otros competidores y, sobre todo, muchas más oportunidades de éxito”, señala.
Para eso es fundamental definir un modelo de negocio y validarlo a la mayor rapidez posible para evitar inversión perdida en tiempo y dinero. Para Alejandro Lomas, se trata de “descifrar la forma en que generarás dinero y descubrir cuánto te costará invertir y operar tu nueva empresa”.
Jorge Carpinteyro, director de Consultoría en ClarkeModet México, señalaba recientemente a la revista Forbes que cuando pretendemos crear una nueva ideas debemos arriesgar para salir de lo que ya conocemos, «este salto a lo desconocido nos puede llevar a un error y eso genera resistencia al cambio, porque implica riesgo, y un riesgo implica potenciales errores, con lo cual el cerebro sabotea nuevas posibles ideas que conduzcan a un posible error, es decir condiciona las nuevas ideas para permanecer próximo de aquello que ya conoce, y sabe que funciona, entorpeciendo el proceso de la innovación», señala.
La startup y su «valle de la muerte»
Uno de los momentos críticos de todo proceso de emprendimiento es el que se conoce como “el valle de la muerte”, la etapa que atraviesan muchas empresas cuando se inician los gastos pero todavía no llegan los ingresos. Lograr superar ese periodo con éxito y sin demasiados daños colaterales será decisivo.
Nuria Plez y Pablo Argento, co fundadores de RPA Consulting, consideran que es precisamente en este momento cuando “todos los problemas o errores salen a la luz, pero quizás el principal inconveniente es que no se hayan detectado a tiempo”. Para los consultores, la manera más rápida de salir de esta delicada fase es tan sencilla como “entrar lo mejor preparado a esa etapa del proyecto».
Para anticiparse a todos estos procesos y trabajar con capacidad de reacción, es recomendable acercarse a aceleradoras o incubadoras que han venido en los últimos años facilitando recursos y herramientas para que los emprendedores conviertan esas ideas en negocios exitosos.
Ahí encontrarán no sólo vías de acceso a rondas de inversión, facilitando el contacto con potenciales inversores, sino también mentorías para guiar todos los procesos de creación y consolidación de una empresa. En estas primeras fases, los buenos consejos a veces son mejor que el acceso a fondos.
